Cuando Josefina solicitó su jubilación, siendo Gerente de operaciones de una empresa transnacional, lo hizo con la seguridad de tener unos ahorros y prestaciones que le permitirían vivir una vida bastante cómoda en la vejez; quizás podía montar su propio negocio para mantenerse activa, porque ella se sentía joven todavía. Sin embargo, en este momento, su mente estaba puesta en tomar unas vacaciones. Ella quería hacer un viaje en donde tuviese todas las comodidades que creía merecer tras una vida de trabajo y sacrificio de vida social en aras de crecer en su carrera
Lo primero que hizo fue comprar un paquete turístico para pasar 3 meses recorriendo Europa, un sueño que siempre tuvo y que sus ocupaciones laborales no le permitieron cumplir. El viaje fue mejor de lo que pensó, se sintió atendida, sintió que los 35 años en la empresa ahora estaban siendo retribuidos con lo que disfrutaba en este viaje. Paseó por España, Italia y Grecia. Recorrió lugares emblemáticos y regresó a su país con la mente puesta en seguir viajando, se propuso conocer el mundo, disfrutar de lo producido en su trabajo. Tener anualmente tres grandiosos meses, como los que acababa de disfrutar
Al regresar, la empresa le pagó su arreglo por los 35 años de servicio, ella, sabiendo cuanto le iba a pagar la empresa, habia viajado con sus ahorros, estaba segura que al regresar le pagarían, cono en efecti sucedió. Sin embargo, cuando decidía donde invertir y hacia donde viajar em año siguiente, el gobierno anunció una serie de medidas para aliviar la situación económica del país: se impuso un control cambiario, se devaluó en un 80% la moneda nacional frente al dólar, para simplificar el tema monetario se le quitaron 3 ceros a la moneda de curso legal en el país y se estableció una tabla para el pago de sueldos y salarios, homologando estos, en una medida de corte socialista; l9 grabe de este último punto, es que esa tabla se utilizó también para las prestaciones sociales. Todo esto se debía a que hubo un desfalco millonario, actualmente en proceso de investigación, en el Instituto de Prestaciones del pais.
Los jubilados ya no tenían sus prestaciones, el estado se haría cargo, pero les iba a pagar a cada uno un poco menos del sueldo mínimo establecido, sin importar cuanto hubiesen ahorrado, ni que sueldo tenían antes de jubilarse. Ademas de esto, el Banco Central, en sus indicadores, determinó que la inflación en los últimos 6 meses, alcanzó la astronómica cifra de 447%.
Toda esta situación dejó a Josefina en la más completa miseria. Ya no tenía ahorros, el dinero que le pagaron estaba devaluado y lo que recibiría mensualmente seria irrisorio. Como la mayoría de los pensionados, su situación era desesperada, buscó trabajo y solo le ofrecían cargos en los que cobraría el sueldo mínimo o simplemente le decían que estaba sobrecalificada, pero no tenían vacantes. La empresa que la jubiló no podía contratarla nuevamente porque tenia a otra persona, tambien competente, en su antiguo cargo. Finalmente, impulsada por su hermana, vendió su apartamento y su carro y se fue a vivir con ella en los Estados Unidos a tratar de comenzar una nueva vida, solo que ahora tenía más de 60 años encima, viviría en un país con un idioma extraño para ella y debía trabajar en lo que le ofrecieran. Josefina debía comenzar completamente una nueva vida, pero eso no era ni lo que buscaba, ni lo que merecía