Cuentos de la vida misma

Filosofando

En un mundo en el que mostramos a los demás una vida esplendorosa y feliz, aunque esto sea falso. En mundo en el que las redes sociales crean una ilusión irreal, alzando ídolos de barro para una muchedumbre que quiere para su vida la mentira que ve en esas redes; ante todo eso, se impone la cátedra y la voz del profesor Pareles. En su clase de filosofía de la ciencia , Pareles recibía a sus alumnos, normalmente en su primer dia de clases, con estos cuestionamientos:

-¿A qué vinimos a este mundo?

El profesor no esperaba una respuesta de inmediato.

-Esta es una pregunta que se ha hecho la humanidad desde siempre, uno de los grandes enigmas de la historia. Una de las razones por las que el hombre empezó a buscar explicaciones mas allá de su comprensión. Es una pregunta que puede considerarse partera de Dios y de la religión.

Pareles era creyente de que Dios existía, pero que su existencia estaba condicionada, por la consciencia que tenían millones de seres humanos, de que Dios es el Ser Supremo creador de la vida, es decir, el ser humano es el partero o, mejor dicho, es el padre de Dios, que efectivamente es omnipotente

Este profesor quería que sus alumnos llegaran a la respuesta obvia a su pregunta inicial. Una respuesta que, pese a ser obvia, no es la más fácil de determinar: Vinimos a este mundo a ser felices.

Una vez que el debate de la clase arrojaba esa conclusión, porque, aunque el debate era libre y habia alumnos apasionados defendiendo sus ideas, al final siempre se concluía el debate con la gran mayoría aceptando la afirmacion de que vinimos a ser felices. Luego de esto, Pareles continuaba su propuesta.

-Nuestro paso efímero por la Tierra debe ser orientado a conseguir esa felicidad. La felicidad mía no es igual a la de nadie más y el viaje que emprendo para lograr esa felicidad es mi vida

Para él la vida son esas series de acciones que se realizan para alcanzar esa felicidad; sin embargo, él creía que habia un enemigo en contra de la búsqueda de esa felicidad, un enemigo interno y peligroso, un enemigo dominado por la vanidad y el ego. Ese enemigo son nuestras propias acciones que sabotean esa búsqueda porque la sociedad nos impulsa a ambicionar dinero, posición laboral, social o económica, aunque internamente sepamos que eso no nos dará la felicidad que es la razón de nuestra llegada a este mundo o a este plano terrenal.

Pareles entendía que hay otros factores que nos quieren impedir el logro de la felicidad. Él, como fiel creyente de la espiritualidad del ser, creia que esos factores eran ajenos a nosotros, esos factores tienen que ver con el prójimo que nos envidia cuando nos ve felices, que es egoísta cuando él es feliz y no quiere compartir esa felicidad, que nos manipula para lograr sus objetivos y que en general no nos quiere ver bien.

El profesor Valentín Pareles, llegaba a cada fibra de esos jóvenes alumnos, incentivando a que cada uno se preguntase si era feliz con lo que estaba haciendo. Muchas vidas cambiaron con esas clases, pero también muchos cuestionamientos políticos empezaron a nacer cuando él, al final de su lección, cerraba esta afirmando que los gobiernos deberían ayudar a que individualmente seamos felices; si no sirven para eso, esos gobiernos deben ser desechados



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En el texto hay: microrrelatos, aventura, vida cotidiana

Editado: 22.11.2024

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