Cuentos de la vida misma

Segundos Hijos

Las historias familiares son conmovedoras, porque nos llegan al corazón. En muchas ocasiones estas historias nos recuerdan a nuestras familia y, normalmente, evocamos e idealizamos esos momentos familiares, leyendo este tipo de historias.

Pero es indudable que las dinámicas familiares dan para todo. Los padres, aunque lo nieguen, tienen sus pequeñas preferencias,, a pesar que manifiesten que a todos los quieren por igual. Esto sucede, sobre todo, cuando son familias muy numerosas. En esta familia en particular, todos los hijos fueron muy queridos, los hermanos eran unidos, sobre todo entre los de edades cercanas. La madre trabajaba como secretaria, compartia la crianza de sus hijos con su trabajo; mientras que el padre trabajaba en una fabrica de calzado, un trabajo extenuante por el que muchas veces se perdió la crianza de sus muchachos, en cierta medida, el trabajo lo hizo ser casi un padre ausente.

En ese entorno social, en muchas ocasiones, los hijos mayores toman algunos roles de sus padres para ayudarlos a sobre llevar la crianza de los mas pequeños. Esos hermanos mayores se hacen muy cercanos a sus padres y, además, maduran un poco más rápido. En esta familia María era la segunda hija de un matrimonio numerosa y amoroso, ella siempre estaba en busqueda de su lugar. La mayor, que le llevaba un año era unida a la madre, porque prácticamente era una extensión de ella, la ayudaba a cocinar, velaba por los hermanos menores y, en general, estaba pendiente de la administración de la casa. Por su parte, María, era unida a su padre, le leia el periódico cuando este llegaba del trabajo, lo acompañaba a ver sus programas deportivos en TV y lo acompañaba cuando visitaba a sus amigos.

Sin embargo, esta dinámica padre-hija comenzó a cambiar poco a poco, cuando cuatro años después del nacimiento de María, llegó a la familia un hijo varón, el primero de este matrimonio. Poco a poco este hermanito, a medida que iba creciendo, se fue convirtiendo en los ojos del papá. Esto sucedió sin que su padre lo quisiera, el cambio fue tan lento, tan gradual que fue imperceptible para toda la familia, excepto para María que se sentía afectada por esta indetectable suplantación de preferencias.

Ella, poco a poco, en una escala inversamente proporcional a la medida en que su hermana ganaba preferencia en el corazón del padre, comenzó a cambiar su forma de ser. María empezó a hacer cosas para llamar la atención de su progenitor: Comenzó a cocinarle sus comidas favoritas, lo atendía en la mesa cuando iba a comer, le hacía resúmenes de las noticias nacionales y deportivas mas resaltantes, procuraba, por todos lo medios, acompañarlo cuando este salía, lo ayudaba en cualquier negocio que este quisiera emprender, se convirtió en la mejor estudiante de su escuela, entre otras cosas. Así consiguió el puesto de consentida que antes tenía. Sin embargo, estas actitudes la fueron alejando de su madre

Cinco años después del nacimiento de su hermano, nació otra niña y ahí se dio cuenta que la mayor tenía su lugar por ser la primera, su hermano también por ser varón, la pequeña por ser la menor, mientras que ella debía seguir luchando para demostrar siempre su valía y ganarse su lugar en la vida. De aqui en adelante, María sintió la necesidad de ganarse el cariño y el afecto de los demás y en su corazón quedó sembrada la duda de cuanto realmente la querían



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En el texto hay: microrrelatos, aventura, vida cotidiana

Editado: 26.11.2024

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