Cuentos en tinta roja

Solo 5 balas

Se iba a vengar. Elizabeth lo sabía, nadie la detendría, tantos años de farsas, diez años de su vida tirados a la basura.

Su marido era un total hipócrita, no se lamentaba no ser fértil en estos momentos, ella le había prometido algo que no podía cumplir, él se lo había echado en cara.

Cinco meses de engaños y la pistola de su esposo en mano enguantada, la seguridad de la puerta había sido fácil de violar, sólo le quedaba esperar a la víctima. Una mujer que conocía bastante bien, una zorra envidiosa, una víbora, una cerda, una mentirosa. Tantos años de amistad, de los cuales sólo había sacado provecho.

Se escucho el cerrojo de la puerta, Elizabeth no esperaba el momento para saltar de detrás del sillón. La zorra arrastró sus pasos hasta la cocina, venía en un mal estado, parece que había tenido una noche ajetreada. A Elizabeth no le importaba la razón, simplemente la apunto por la espalda, respiró...

Una bala, una persona en su vida menos, una amante de su marido menos. Quedaban cuatro balas, cuatro zorras...




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