EL PRÍNCIPE QUE NO QUERÍA SER REY
Érase una vez, en un reino muy muy lejano, vivía un joven príncipe. Darian era el hijo único del Rey Theron y la Reina Calista, y desde que tenía uso de razón, todos le decían que algún día él sería el rey.
Pero Darian no quería ser rey. No es que no le gustara su reino, ni tampoco deseaba ser malo con su pueblo. Simplemente no se sentía cómodo con la idea de tener esa enorme responsabilidad sobre sus hombros. Prefería pasar sus días cabalgando por el campo, escalando árboles o jugando con sus amigos en el pueblo.
Cuando cumplió 15 años, como dictaba la tradición, el Rey Theron decidió que era el momento de comenzar a entrenar formalmente a Darian para que estuviera listo para ser rey. Así que llamó a sus mejores maestros y consejeros para que le dieran clases sobre política, administración, derecho, economía, protocolo y todas las demás áreas aburridas que Darian tendría que aprender.
Al principio intentó prestar atención y portarse bien en las lecciones. Pero muy pronto se dio cuenta de que lo único que hacían era quitarle tiempo para jugar y divertirse. Además, mientras más aprendía sobre lo que significaba ser rey, más se daba cuenta que esa no era la vida que él quería tener.
Así que un día Darian tomó una decisión: huiría del castillo en busca de la vida de aventuras que siempre había soñado. Sabía que sus padres se preocuparían mucho y seguramente mandarían a todo el ejército a buscarlo, pero no le importaba. Estaba dispuesto a correr el riesgo con tal de no tener que ser rey.
Esa noche, cuando todos en el castillo estaban dormidos, Darian se escabulló a las caballerizas, ensilló a su caballo Apolo y partió galopando hacia las montañas sin mirar atrás ni una sola vez.
Cabalgó sin parar durante todo el día, adentrándose más y más en un espeso bosque donde nunca antes había estado. Para cuando cayó la noche, Darian y Apolo estaban exhaustos, así que buscaron un pequeño claro junto a un arroyo donde pasar la noche.
Mientras comía algunas frutas silvestres que había recolectado, Darian pensó en lo que dirían sus padres cuando descubrieran que había huido. Seguro estarían furiosos con él. Y también muy preocupados, pero a fin de cuentas tendrían que entender que él nunca pidió ser príncipe y que no quería esa vida para él.
De pronto, escuchó unos extraños ruidos provenientes de los arbustos. Darian se puso en alerta pensando que podrían ser lobos o bandidos. Para su sorpresa, de entre los matorrales salió una pequeña hada seguida de varias luciérnagas.
Darian no podía creer que un hada le estuviera hablando. Siempre pensó que eran sólo cosas de cuentos de hadas.
Zafira sonrió dulcemente.
Darian no podía creer lo que estaba escuchando.
Darian lo pensó unos instantes. Siempre había soñado con vivir emocionantes aventuras y gracias a Zafira ahora podría hacerlo, sin tener que renunciar a ser príncipe.
Una luz brillante envolvió a Darian por completo. Cuando se disipó, ya no era un apuesto príncipe sino un fornido leñador.
Zafira sonrió complacida al escuchar esas palabras. Sabía que Darian sería un gran rey cuando llegara el momento.
Se despidieron y luego el hada y las luciérnagas desaparecieron entre los árboles. Darian montó sobre Apolo y partió rumbo a la ciudad más cercana, listo para iniciar sus anheladas aventuras.
Durante los siguientes cinco años, Darian vivió todo tipo de experiencias emocionantes. Se unió a una tripulación de un barco pirata, peleó contra feroces dragones en lejanas tierras, salvó a una hermosa princesa de unos bandidos, exploró ruinas antiguas llenas de trampas … Y entre aventura y aventura, trabajó honradamente como leñador para ganarse la vida.
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personajes fantasticos, un mundo mágico donde todo es posible., magia y aventuras en mundos desconocidos
Editado: 14.12.2023