_Es un príncipe igual que tú, pero humano, ¿ves la corona?_respondió Úrsula tapando cuidadosamente la esfera.
_¡Un príncipe de la tierra, es lo más bello que he visto en mi vida!,por favor, déjame contemplarlo otro ratito y no te molestaré más!_suplicó Ariel con ojos soñadores.
_No _respondió tajante la anciana_ya viste lo suficiente sobre esas criaturas, a pesar de su belleza y sus rostros ingenuos, son altamente peligrosas, desde los comienzos del mundo,tu especie y la de ellos han sido enemigos mortales,ellos se dedican a cazar y a matar en nuestras aguas,mientras los tuyos, hunden sus barcos en las tormentas y los devoran cada vez que se atreven a cruzar por nuestro apacible reino.Es una lucha de siglos,y tú como futura soberana,debes estar preparada para actuar en consecuencia cuando llegue tu momento.
Ariel quedó en silencio,¿cómo era posible que aquella hermosa imagen fuera peligrosa en algún aspecto?, decidida a saber más, volvió a preguntar a la refunfuñona pero querida anciana:_¿me puedes decir dónde queda ese reino?.Úrsula se volvió, ya enojada:
_No te interesa saberlo,ya deja de hacer preguntas que sólo te traerán problemas,¡ sólo te interesa saber que son tus enemigos y punto!
Ariel no quiso incomodar más a su temperamental madrina y se despidió en silencio estampando un beso en su escamoso rostro.
Sin embargo,la ansiedad por saber más sobre aquel príncipe misterioso no la dejaba en paz. Recostada a la carcomida baranda de un galeón sumergido,recordaba una y otra vez cada detalle de aquel rostro perfecto,mientras un sentimiento nuevo y desconocido quemaba por vez primera su corazón:"¿ qué sucede conmigo, será que este príncipe también es un hechicero?,¿ será que usó algún tipo de magia por atreverme a entrar en su reino sin su permiso?",se preguntaba la pobre sirenita cada vez más desconcertada.Estando sumida en aquellas tristes cavilaciones,no se percató de que un grupo de cazadores liderados por dos de sus hermanos mayores, se acercaba..
_¿Qué haces,hermanita?, otra vez con el cerebrito lleno de fantasías?_,preguntaron sus hermanos en tono de broma,los jóvenes tritones a pesar de ser tan horribles como el resto de los habitantes de aquel lugar y feroces guerreros,mimaban mucho a su pequeña hermana por la que sentían un cariño sobreprotector.
Ariel salió de su ensimismamiento y se acercó a ellos en tono de duda:
_¿Dónde queda el país de los hombres?_soltó la pregunta de un tirón sin siquiera saludar.Los tritones quedaron estupefactos,y sin saber qué responder,se miraron los unos a los otros.Tras un instante de incertidumbre, uno de los guerreros le respondió:
_Pues si deseas saber algo más sobre ellos, acompañanos y quédate cerca,precisamente hoy andamos de cacería, habrá tormenta en la superficie y puede que algún navío perdido caiga en nuestras garras, así podrás ver de cerca algún humano antes de que nos sirva de cena_concluyó en medio de las carcajadas de sus compañeros.
Ariel fruncio el ceño malhumorada,y luego de recibir una tosca caricia en su cabellera, se apartó para que la entusiasta tropa siguiera su camino.
Pasó un tiempo en el que la pobre sirena vagaba pensativa de aquí para allá, cuando de repente, un estruendo ensordecedor, la hizo sobresaltarse.A toda velocidad, se dirigió a la superficie desde donde provenía aquel ruido descomunal, y al asomar la cabeza sobre las olas,el escenario que encontró, fue indescriptible y aterrador.Un hermoso galeón había chocado en medio de la tormenta con una de las rocas puntiagudas y se hundía sin remedio.Tal y como sus hermanos habían vaticinado, el enorme barco estaba siendo destrozado por el violento empuje de las olas y la brutal embestida de los vientos.Su maltrecha tripulación caía sin poder mantenerse a flote en medio del enorme remolino alrededor de la nave que engullia todo a su paso.Ese fue el momento que aprovecharon los hambrientos tritones y sirenas para desmembrar y devorar los indefensos cuerpos que luchaban desesperadamente por mantenerse a flote...