Cuentos mágicos

Mar profundo Capítulo III


En instantes, las negras,pero otrora apacibles aguas,se convirtieron en un caos escalofriante,donde los gritos de las víctimas del naufragio y la voracidad de las sirenas,los cuerpos despedazados,y el rojo sanguinolento que poco a poco teñia las olas,se confundían en un amasijo de horror con el tronar de la violenta tempestad,que lejos de amainar,redoblaba su furia.Ariel,estremecida de asco y horror, se aprestaba a zambullirse nuevamente para escapar de aquella tragedia,cuando de repente, algo blando tropezó con su cola.Al sumergir su cabeza,observó un cuerpo inerte que lentamente bajaba hacia las profundidades, y se dispuso a socorrerlo aún sin tener la certeza de que siguiera con vida.

Se acercó rápidamente a aquella criatura con apariencia frágil y un grito de asombro salió de su garganta.Se trataba nada más y nada menos que del príncipe que había contemplado en la esfera mágica y le había robado el sueño y la tranquilidad durante todos esos días.La pobre Ariel no podía creer en su dicha:"¡su amor soñado estaba ahora en sus brazos!.Sin perder tiempo,se alejó de aquel escenario de horror con su valiosa carga.Ya cuando se hubo sumergido lo suficiente, lo besó largamente para insuflar oxígeno en sus pulmones, y luego de asegurarse que su corazón latía y la respiración se había hecho regular,lo condujo hacia lo profundo manteniendolo en un estado de inconsciencia para salvarlo de aquella pesadilla. 

Inicialmente pensó en dejarlo resguardado en uno de los viejos buques hundidos desde hacía siglos, pero a la larga, aquello podría convertirse en una trampa mortal,y al final sería descubierto.Entonces se le ocurrió una idea tan arriesgada como desesperada: sin soltarlo ni un instante, nado' a toda velocidad hacia la cueva de su madrina.Ésta se encontraba como siempre, preparando sus peligrosas y fantásticas pocimas, que al chisporrotear,le conferían un ambiente sobrenatural a las paredes normalmente sombrías de la caverna.
Úrsula se volteó para saludar a su ahijada, pero su sonrisa se congeló para transfigurarse en una mueca de horror:

_¡¡¡¿Qué has hecho niña?,quien es ese?, imagino que sea tu primer botín de guerra,de lo contrario pensaré que te has vuelto completamente loca!!!_exclamó espantada.En el fondo sabía la cruda verdad,pero prefirió aparentar no haberse dado cuenta.

_No madrina, no es mi prisionero ni mucho menos mi bocado,es el hombre que ha robado mi corazón,tú lo conoces y quieras o no,he decidido protegerlo con mi vida si es necesario_respondió la princesa con voz firme. Úrsula estaba consternada, la pequeña sirena siempre había acatado con obediencia sus consejos, pero por vez primera la veía como lo que en realidad era:una mujer resuelta a defender su amor contra todo y todos y para su pesar,sabía que no podría detenerla.

_¿Y qué piensas hacer criatura?_respondió con la voz velada por la tristeza y la compasión. _Ayudeme a devolverlo a su país,con su gente, aquí corre peligro,si mi padre y mis hermanos lo descubren, será hombre muerto y yo estaré perdida_,suplicó Ariel acariciando el rostro amado y livido.

_No solo tú estarás perdida, yo también tendré que pagar por ayudarte,veamos qué puedo hacer por ustedes.

Moviendo sinuosamente sus tentáculos, la hechicera se situó junto a la princesa frente a la esfera de cristal, y luego de invocar a los antiguos espíritus que la habitaban,abrió el portal mágico. Ante ellas ,un pueblo agitado y doliente lloraba ante una hermosa playa de arenas finísima s adonde habían ido a encallar los restos despedazados del galeón y sus marineros .El pueblo entero,nobles y plebeyos, gritaba por sus muertos y su príncipe perdido y juraban venganza contra el pueblo los mares...




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.