Inesperadamente,Ariel agarró al intruso por la solapa y lo levantó en vilo con una facilidad asombrosa:
_Yo también sé un secreto:quieres derrocar a mi príncipe y quedarte con el trono,no tienes pruebas de lo que vas a decir,pero yo si puedo fabricar unas cuantas en tu contra,¿a quién crees que el príncipe le creerá, a una rata miserable e intrigante como tú?, o a su futura esposa?_ respondió mientras lo sostenía con un solo puño en el aire:
_Vete de nuestras vidas,alimaña,o yo convertire la tuya en un verdadero infierno_concluyó con una mirada de desprecio mientras soltaba de un tirón al malévolo sujeto que pataleaba impotente suspendido en el aire. El asqueroso desconocido, huyó como antes lo había hecho su perro,no sin antes lanzar una mirada de ira y de venganza como un terrible presagio de lo que estaba por suceder.Ariel terminó de vestirse,pero a su regreso al castillo, una sombra nublo' sus pensamientos:"me han descubierto, a partir de ahora tendré que tener más cuidado,a pesar de su cobardía, ese hombre es peligroso,mañana me asegurare' de su partida ",cavilaba mientras caminaba aprisa por la ciudadela desierta.
En efecto,al día siguiente, nadie extrañó la ausencia del desconocido en las festividades, ni siquiera el príncipe le dio importancia,al contrario, se sentía aliviado por no tener que intercambiar formalidades con aquel invitado introvertido y retraído que parecía no disfrutar de la alegría general.
Aliviada y confiada,Ariel aceptó la idea de su amado en pasear por la costa la víspera de su boda,y para ello,organizaron una gran comitiva con las damas y caballeros de la corte, además de invitar a los huéspedes extranjeros.La guardia real iba al costado de las carrozas custodiandolas,mientras los pajes y sirvientes, llevaban canastas con los más sofisticados víveres para la ocasión. Todo auguraba una tarde-noche magnífica como despedida de solteros de la dichosa pareja.
_Aquí comenzó mi felicidad,cuando vi por vez primera a esta bellísima mujer que pronto será mi esposa.Doy gracias al cielo por cruzar nuestros caminos de esa forma tan inesperada,y gracias a ti mi amor,por hacerme el hombre más feliz del mundo_declamo' emocionado el príncipe al llegar,mientras besaba apasionadamente la mano de su prometida en medio de aplausos.La tarde transcurrió llena de risas y brindis de copas espumeantes en honor a la feliz pareja.Todo parecía una escena idílica de amor y dicha en la que la hermosa princesa era la protagonista.De repente, y sin que nadie pudiera reaccionar,un monstruoso y terrible mastín, negro como las alas de un cuervo,se precipitó contra la princesa, haciéndole perder el equilibrio. Ariel cayó ruidosamente al agua,en medio de la conmoción general.En el momento en que los guardias y sirvientes, se disponían a socorrerla,observaron horrorizados,cómo el cuerpo de la princesa se transformaba rápidamente ante sus ojos,dando paso a la espeluznante figura de una grotesca sirena.
Un grito de horror salió de la garganta de todos los presentes. Ariel,aterrorizada y avergonzada,trató de escapar pero ya era demasiado tarde.Un arpon disparado con certeza desde una chalupa que hasta ese momento se encontraba escondida tras los montículos de arena,clavó su cola en el fondo arenoso haciéndola sangrar profusamente y privandola de cualquier movimiento de escape.Ariel se agitaba espasmodicamente tratando de liberarse,pero fue en vano.Una tupida red fue arrojada sobre su cuerpo,inmovilizandola.Por entre los diminutos agujeros,vio la chalupa que se acercaba:un personaje harto conocido,pero no por ello menos siniestro, se encontraba parado triunfante en la punta de la embarcación:El mismo sujeto despreciable que la había sorprendido aquella vez en la playa.
_¡¡He aquí el monstruo con quien pretendía desposarse Su Alteza,una horripilante y peligrosa sirena,devoradora de hombres!!...