Cuentos mágicos

Mar profundo Capítulo XIII


El funesto personaje tenía todo preparado.Luego de asegurarse de  que la pobre sirena estaba completamente inutilizada y a su merced, ordenó a los otros sujetos que lo acompañaban,que metieran a Ariel en un tanque de cristal lleno de agua de mar,preparado especialmente para aquel propósito.Así lo hicieron, e instantes después, la infortunada princesa se hallaba flotando en una cárcel transparente a la vista de todos.La pobre Ariel evitaba en lo posible encontrarse con la mirada de su amado,¡estuvo tan cerca de lograr su sueño!,ahora imaginaba el espanto y la decepción en el rostro del príncipe,y sentía que su corazón se partía en mil pedazos.La muchedumbre se apartó para que el enorme recipiente fuera llevado hasta la orilla. Todos observaban con una mezcla de fascinación, ira y terror a la infeliz cautiva, cuya cola desgarrada comenzaba milagrosamente a regenerarse.El príncipe se acercó lentamente sin poder dar crédito a lo que sucedía ,mientras contemplaba a quien casi se convierte en su esposa,un extraño recuerdo cruzó por su mente como un breve relámpago.Su subconsciente viajó inmediatamente al trágico día del naufragio, y de repente recordó todo:

_¡¡eres tú, tú fuiste quien me salvó aquél día,ahora lo recuerdo todo,te debo mi vida,dejenla ir!!_ ordenó volviendose hacia los cazadores,quienes con sorna contemplaban la escena con los brazos cruzados.
Al escuchar esto, los malévolos captores de Ariel prorrumpieron en una estruendosa y desagradable carcajada:

_¡¡¡Eso es lo que necesitábamos escuchar ,de boca de su propio príncipe, son cómplices!!!,¿ ¿nunca se preguntaron por qué fue el único que se salvó de la tragedia mientras sus hijos, padres y esposos aparecieron hecho pedazos en la orilla de la playa?,ahora todo está claro,un pacto siniestro entre vuestro gobernante y la sirena,ella le salvó la vida y a cambio,él le entregaría las de ustedes como cena al pueblo del mar,si yo no la hubiese descubierto a tiempo, todos aquí serían masacrados poco a poco por los monstruos marinos hasta que no quedase ninguno y la ciudad estuviera hundida bajo las aguas!!!_ exclamó triunfante el tenebroso personaje,alentando así la furia del pueblo contra la infortunada Ariel y su desconcertado príncipe.
"¡¡¡Muerte a la sirena,muerte al príncipe traidor!!!", "¡¡¡Justicia para nuestros muertos!!!",se escuchaban cada vez más amenazantes los gritos de la iracunda muchedumbre, que poco a poco se había ido aglomerando en torno a la celda de cristal y agua que aprisionaba a la infeliz sirena.Ariel entró en pánico, su amado estaba siendo rodeado de rostros hostiles  prestos a lincharlo,y todo por culpa de su imprudente aventura amorosa.

_¡¡¡Dejenlo en paz,él no tiene culpa de nada,ni siquiera sabía que yo no era humana,la culpa es sólo mía por haberme acercado a él por amor!!!.¡¡¡Soy la hija del rey Triton,soberano absoluto del océano, si dejan al príncipe en paz,yo les traeré riquezas y tesoros que jamás hayan imaginado!!!_gritó en el colmo de la desesperación




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