Mar profundo Capítulo XV

Una pareja de soldados recién incorporados a la Guardia de Olaf se acercaba.Las afiladisimas pupilas de Ariel los distinguieron mientras avanzaban entre las sombras del amanecer.

_¡¡Rápido, tienen que irse ya,no se preocupen por mí,gracias por darme nuevas fuerzas para luchar contra ese maldito,no permitiré que ese monstruo se convierta en su rey,y menos que acabe con la vida de Erick,si guerra quiere guerra tendrá, aún no conoce ese canalla la furia de una sirena herida!!_dijo entre susurros a sus nuevos amigos.

_Pero queremos ayudar,no te dejaremos sola_insistieron con timidez.La princesa les señaló a los guardias que se aproximaban.

_Si los descubren los torturaran hasta morir y no podrán ayudarme,díganme, ¿de dónde son ustedes?

_De la aldea de los pescadores.

_Bien,necesito que hagan algo,recorran cada pueblo y aldea,y recluten a los que continúan leales al príncipe Erick,cuenten lo ocurrido y esperenme todos en su aldea,pronto tendrán noticias mias,ahora váyanse, ¡¡¡ya!!!_apremio' a los humildes pobladores que se mantenían indecisos en el lugar sin atreverse a abandonarla.Su espíritu aventurero había regresado y estaba resuelta a impedir por todos los medios a su alcance, que el malvado Olaf se saliera con las suyas.

La pareja de guardias se apostó con el rostro  ceñudo a ambos lados de la prisión transparente donde Ariel astutamente fingió dormitar.

Mientras,bien lejos de allí,en el corazón del océano,Úrsula postrada a los pies del terrible Triton,rogaba clemencia para su amada ahijada: _¡Señor,por piedad,es su hija,no permita que la maten,ella es sólo una niña imprudente que buscó el amor en el lugar equivocado,ayudela,sólo usted puede salvarla del tormento que le espera!_suplicaba la anciana que la noche anterior había visto todos los acontecimientos desde su mágica esfera

_¡¡Basta Úrsula,Ariel tiene lo que ella misma se buscó por abandonar su pueblo en busca de una ilusión ,no pienso mover una aleta para ayudarla, y si lo haces tú, te arrancare cada uno de tus tentáculos por desobedecerme!!

Úrsula se retiró entre lágrimas,sabía que desafiar al iracundo monarca significaba perder la vida o algo peor.A la salida, los hermanos y amigos de Ariel la esperaban cabizbajos y apesadumbrados:

_¿Qué podemos hacer,no podemos dejar a nuestra hermana a merced de los humanos,la destrozaran_comentaron en voz baja.

_Ya oyeron a su padre, esperemos,sé que en el fondo tiene el corazón destrozado,Ariel es la niña de sus ojos y no la abandonará a su suerte. 

_Pero puede ser tarde para Ariel_respondieron acongojados los tritones.

_No lo creo,los humanos la necesitan, es un rehén valioso que pueden utilizar en nuestra contra,no la matarán tan rápido, esperemos, algún milagro tendrá que suceder_ respondió la anciana hechicera mientras se retiraba a su gruta.

Amaneció, una enorme multitud se había concentrado en los alrededores de la playa donde aún el gigantesco recipiente de cristal mostraba en su interior a la espeluznante sirena que al contrario de la víspera se mostraba ansiosa y expectante.Un brillo siniestro sustituía la dulce mirada de días anteriores,mientras sus garras crispadas sobre el cristal,auguraban la tormenta en su interior a punto de desatarse.Un inusual ajetreo rompía la calma que normalmente reinaba en aquel lugar, miles de marineros con el despreciable Olaf al frente,se disponían a abordar una impresionante flota de enormes navíos de guerra que desde las primeras horas del amanecer se encontraban alistados y fuertemente armados frente a las costas.Aquellos miserables habían sido reclutados entre lo más bajo y abyecto de la población:asesinos,ladrones,violadores,y hasta algún que otro pirata liberado de su prisión por asesinato y robo,subían poco a poco en medio de groseros cantos y risas,felices por la aventura que se avecinaba y que los haría inmensamente ricos a costa de los fantásticos tesoros que esperaban encontrar.También les atraía la idea de matar a las sirenas, su sed de sangre estaba avivada gracias a las grandes dosis de ron y alcohol...