Cuentos mágicos

Mar profundo Capítulo XVII


Desorientados,los buques flotaban a la deriva en medio de la nada,cuando de pronto,fueron saliendo poco a poco hacia un espacio donde la superficie del mar era tan oscura y lisa como un espejo nublado.

_Qué raro,la niebla se disipo' como si nada,ahora parece que flotamos en medio de un estanque,el agua luce tan quieta que da escalofríos_ comentó en un susurro, el capitán del navío insignia, desde donde con un catalejo,Olaf trataba de avistar algo que le diera algún indicio de donde estaban.Mientras iban avanzando lentamente y con cautela,un rumor sordo,que iba acrecentandose por momentos,comenzó a subir desde las profundidades disparando las alarmas entre los oficiales y la tripulación.Un golpe sordo estremeció los cascos de las embarcaciones, como si hubiesen chocado de pronto  contra arrecifes invisibles, y en menos de nada,las otrora tranquilas aguas, se convirtieron en un hervidero de sirenas y tritones, que con lanzas y garras afiladas,se lanzaron hacia los buques arrancando de las barandas a los tripulantes, que tomados por sorpresa,corrían despavoridos de un lado a otro  de las cubiertas buscando un lugar para esconderse del repentino ataque.

Repuesto de la sorpresa inicial,y habiendo sufrido algunas bajas entre sus marineros,Olaf recuperó inmediatamente su sangre fría y agitando por la solapa al capitán de la nave le ordenó cargar los cañones.La orden fue repetida a los barcos restantes,y muy pronto,un infierno de fuego y pólvora se desató contra los asaltantes que saltaban despedazados por las enormes balas,cambiando así, el rumbo de la batalla a favor de la flota acorazada.Un grupo de sirenas,lideradas por Ariel y sus hermanos,logró abrir una grieta con sus afiladas garras en uno de los costados de la embarcación donde viajaba Olaf con el fin de capturarlo y obligarlo a la rendición, pero un fogonazo salido de uno de los cañones,les hizo caer aturdidos hacia las aguas ensangrentadas.

Olaf alcanzó a divisar a Ariel mientras caía inconsciente al agua,entonces se dirigió imperioso a los arponeros:_¡¡¡disparen,maten a la desgraciada!!!_los marineros ejecutaron rápidamente la orden,pero ya Ariel se había hundido, ningún proyectil pudo alcanzarla,sin embargo sus compañeros y hermanos no corrieron la misma suerte,los enormes aguijones de hierro hicieron blanco en sus cuerpos.Uno de los hermanos de la princesa murió al instante, mientras el otro,levemente herido,era izado a bordo del barco y suspendido en un gancho en la punta de la proa para aterrorizar y persuadir a los atacantes. 

Ariel cayó en lo profundo chocando contra el fondo blando arenoso. Apenas hubo recobrado la conciencia, se alistó a subir otra vez para lanzarse a la contienda ,pero unos fuertes tentáculos la retuvieron.

_Nunca lograrán vencer a tan formidable expedición,tendrás que convencer a tu padre para que entre en batalla, sin su poderosa arma,dentro de poco no quedará ninguno de ustedes,será una matanza inútil_repuso Úrsula mientras aguantaba a duras penas los impulsos bélicos de la sirena que pugnaba por zafarse en vano de su abrazo.

_¡¡Tú misma dijiste que mi padre no ayudaría, no puedo dejar solos a mis hermanos y a mi pueblo,si ellos mueren,yo moriré junto a ellos, al final la única culpable soy yo,yo fui quien trajo esta desgracia a nuestro reino,y ahora no puedo defenderlo!!_ sollozo' Ariel llena de ira e impotencia.

_Entonces ve,al final eres su hija,la niña de sus ojos,tendrá que escucharte y perdonarte,pero en caso de que su corazón no se ablande,entonces tendrás que acudir a los Antiguos. Ariel palidecio', los Antiguos eran unos monstruos terribles que habitaban en abismos submarinos mucho más profundos y oscuros que las aguas de su reino.Fueron los primeros habitantes del océano, y nadie,ni el mismo Triton se atrevía a entrar en sus tenebrosos dominios...

 

 




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