_¡¡¡Qué tramas ahora princesa!!,nosotros cumplimos con lo pactado,cumple tú con tu promesa,de lo contrario tu reino y tu pueblo desaparecerán para siempre!!!_ rugieron los Antiguos furiosos desde las enormes fauces del Kraken.Ariel trató de mantenerse ecuánime ante el terror que le producían estas criaturas del inframundo:
_Yo también participé en la batalla,creo que merezco algo de recompensa, en el reino que les entregare' hay personas que amo,personas buenas que no merecen morir por culpa de otros humanos malvados.Sólo les pido que les dejen un pequeño pedacito de tierra para que ellos puedan vivir en paz.
La terrible bestia se revolvió en las aguas formando un enorme remolino:
_¡¡¡qué truco sucio es ese!!!,la mitad de un reino no fue lo que prometiste,nos has engañado,si quieres salvar a tus amigos tendrás que pagar un precio bien alto,de lo contrario destruiremos este reino y el tuyo!!_tronaron furiosos los Antiguos.
_Estoy dispuesta a pagar el precio que sea_ contestó la princesa.
_Dicen que el corazón de una sirena es una gema que brilla en la más negra oscuridad, prometemos respetar la vida de tus amigos a cambio de tu corazón_ Ariel palidecio',nunca esperó tal cosa,su vida a cambio de sus amigos y su príncipe.Guardó silencio unos instantes.
_Entonces, ¿qué respondes,princesa?_ preguntaron impacientes los Antiguos.
_acepto_ respondió Ariel con voz sorda_sólo permitanme despedirme.
_No demores,aquí te esperamos,si pretendes alguna estratagema,todo lo que amas en este mundo desaparecerá para siempre .
Ariel se dirigió hacia la costa de los pescadores,la aldea parecía vacia,envuelta en la luz crepuscular, una pequeña barcaza flotaba silenciosamente en medio de las apacibles aguas como un siniestro preludio de la catástrofe que se avecinaba.Ariel emitió un silbido casi imperceptible,era la señal que había acordado con sus amigos.Cautelosamente, unas cuantas familias se acercaron a la orilla.
_No tenemos tiempo, así que hay que actuar rápido.Una terrible tragedia está a punto de sacudir vuestro país,yo trataré de salvarlos a ustedes,pero tienen que ayudarme.Cuando me vaya,tapense bien los oídos, voy a atraer a los soldados hacia la orilla opuesta,ese es el momento en que ustedes irán a liberar al príncipe Erick y su gente y los traerán hasta aquí. Luego encierrense en sus casas y oigan lo que oigan,no se les ocurra salir.
Los aldeanos se miraron entre sí intrigados,pero la princesa les hizo un gesto apremiandolos y partieron inmediatamente a cumplir sus indicaciones.Ariel nadó hasta la orilla opuesta, cerca de la playa de los nobles donde Erick la había encontrado por primera vez.Recostada a una roca,entonó el canto más dulce y cautivador que jamás se hubiese escuchado. Poco a poco,los soldados y secuaces de Olaf que habían quedado custodiando el reino,se fueron aglomerando en la orilla,dejando libres y descuidados los pueblos y la ciudad,atraídos por aquella magica melodía.Cuando ya el último se encontraba completamente adormecido por el hechizo, Ariel hizo una señal al Kraken que desde lejos seguía todos sus movimientos.
Un espantoso estruendo sacudió hasta los cimientos del país,a la vez que el monstruo arrancaba de raíz la mitad del reino con todas sus casas,mercados,Palacios y Plazas,como si un terrible cataclismo lo hubiese azotado.Sólo la aldea de los pescadores y los pequeños pueblecillos que la rodeaban,quedaron intactos,irguiendose sobre el océano encrespado como una isla sobreviviente después de una tormenta.El despiadado monstruo se alejó, arrastrando consigo al otrora orgulloso reino con sus víctimas hacia las misteriosas profundidades.
Poco después,elcuerpo inerte de Ariel,flotaba a la deriva mar adentro con un enorme agujero en el pecho, mientras su corazón, brillando como una estrella encendida, bajaba lentamente hacia el abismo insondable de los Antiguos,iluminando con colores boreales,las frías y eternas tinieblas...