Cuentos mágicos

Blancanieves el cuento eterno Capitulo XI

 Blancanieves desató al viejo rey y le colocó su capucha.El anciano se resistió:_no me iré de mi hogar, quiero desenmascarar a esa impostora y recuperar mi reino.

 _Ahora no papá, la reina te matará antes de que la descubras,ya habrá tiempo para hacer justicia, ahora tienes que estar vivo y fuerte para enfrentarla.

En el momento en que iban saliendo escucharon pasos apurados por el pasillo.Los guardias que custodiaban el corredor habían salido de su modorra y al escuchar los leves ruidos que salían de la celda,se dirigían hacia ellos a toda prisa con las espadas desenvainadas. 

Blancanieves desde el interior chasqueo los dedos y los soldados quedaron paralizados como estatuas en el mismo lugar.

_¡Vamos ya,este hechizo dura poco y nos atraparan!

Salieron furtivamente a través de las sombras,el anciano estaba tan débil que la muchacha lo tomó por la cintura para ayudarlo a andar más rápido. Pronto encontraron un pequeño pasadizo que aunque oscuro,húmedo y lleno de roedores, los conduciría directamente a la salida de la ciudadela.Anduvieron casi a tientas,esquivando telarañas,hasta que por fin avistaron la salida.pero para su sorpresa, ésta se hallaba fuertemente cerrada por una pequeña rejilla,los ojos de Blancanieves centellearon durante unos breves instantes haciendo saltar la reja en pedazos.

El rey observaba atónito cada uno de sus movimientos pero la siguió en silencio.Ya en las afueras escucharon una algarabía desde el interior del castillo.Los guardias habían salido del encantamiento y dieron la voz de alarma.Cientos de antorchas se encendieron,la reina se levantó medio dormida y fuertemente escoltada se adentró por el pasillo. Los guardias le contaron confusamente lo sucedido,pero ninguno sabía con exactitud qué los había congelado de esa manera.La malvada mujer echó una mirada disimulada a la pequeña puerta empotrada en la pared y respiró aliviada,pues Blancanieves astutamente la había cerrado antes de escabullirse.

Luego de comprobar que todo estaba en orden, la reina volvió a su habitación.

_Regresen a sus puestos y no vuelvan a molestarme con historias de hechizos y fantasmas o los mandaré a encarcelar _les ordenó a los desconcertados guardias que aún permanecían aturdidos.

El castillo volvió a quedarse en penumbras, sólo alguna que otra antorcha permanecia encendida en las almenas.Blancanieves y su padre aprovecharon para continuar su fuga,ya en el linde del bosque,la joven recosto a su agotado padre a un tocon. _Espérame aquí, ya regreso_le dijo acariciando su cabeza encanecida con dulzura. Al rato regresó trayendo consigo la escoba mágica que había dejado escondida tras unos arbustos a su llegada al pueblo.

_¿Eres bruja acaso hija mia?_Preguntó el rey que ya no aguantaba el asombro.

_Algo así, luego te explico,  ahora monta y agárrate bien fuerte_ le contestó la muchacha esbozando una divertida sonrisa.El azorado rey obedeció y enseguida levantaron vuelo bajo la blanquecina luz de la luna que iluminaba las oscuras copas de los árboles. En pocos instantes llegaron a casa de la bruja.Esta tenía la puerta entreabierta desde donde se podía distinguir su enorme nariz curva iluminada intermitentemente por las burbujas fosforescentes del caldero mágico, canturreando una extraña y antigua canción, se adelantó al encuentro de Blancanieves:

_Te esperaba,mis murciélagos me avisaron de tu llegada_exclamó con voz cascada abrazando a Blancanieves.

 El pobre rey se había quedado oculto tras la desvencijada puerta de la choza completamente asustado.

_No temas,es mi amiga,aquí es el mejor lugar donde estarás a salvo por el momento_le indicó Blancanieves empujandolo suavemente hacia el interior. 

_Debe estar cansado y hambriento Majestad,pero le preparare' una sabrosa cena digna de  su realeza_le dijo la bruja mientras lo invitaba amablemente a sentarse.

_Sé todo lo que ocurrió, pero tanto usted como Blancanieves necesitan muchas respuestas,la noche será larga"...




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