Cuentos Oscuros. Blanca Nieves

One Shot

Había una vez en una villa, en el Siglo V, un hombre muy trabajador cuya esposa murió dejándolo con una niña de 10 años, que a pesar de su edad era muy trabajadora y amable, con el tiempo él volvió a casarse, su nueva esposa no hacía nada en la casa, siempre tenía alguna escusa, así que la jovencita se convirtió en la sirvienta de la mujer de su padre, el varón trabajaba todo el día fuera del hogar. Todo fue así hasta que un día él hombre enfermó, y la mujer que ya no tenía dinero, fue a pedir un préstamo donde un usurero, estaba convencida que muy pronto su esposo mejoraría y así podría cubrir el monto solicitado, pero todos sus planes se fueron a la basura cuando empeoró tanto que en dos días ya estaba agonizando.

— Sra. Liliana ¿Por qué se va? Papá nos necesita, pronto morirá — lloraba suavemente la jovencita.

— Blanca, no me quedaré y si no quieres que te vendan como esclava, mejor huye, ese prestamista apenas sepa que tu padre murió tomará todo para vender y recuperar el dinero que le pedí... para mantenernos. 

— Señora, mi padre le dio siempre todo lo que usted quiso ¿Cómo puede dejarlo en este momento? — la mujer mayor la miró molesta, dio media vuelta y se fue.

La joven quedó complicada, miró a la habitación donde estaba el moribundo, le quedaba muy poco tiempo, no tuvo corazón para escapar. Suspiró y fue al lecho de su padre, ya tendría tiempo para huir se dijo.

— Mi pequeña Blanquita, vete, no quiero que termines como esclava. Fui un gran tonto, Liliana solo quería que le comprará ropa y joyas. Ahora que yo estaba enfermo ni un día me cuido. Huye.

— No te dejaré morir como un perro, mereces que alguien este a tu lado en ese momento.

Un día después el hombre dio su último aliento, la muchacha inmediatamente tomó un atado con sus cosas y quiso escapar por la ventana de atrás. Esto lo había previsto el prestamista, por eso dejo gente en varios puntos de la casa, no le importo que se fuera la madrastra de Blanca, no le interesaba una mujer tan mayor, su objetivo siempre fue la jovencita, apenas la vieron salir, sus hombres la capturaron, y la llevaron a la casa de su jefe, junto con lo poco de valor que encontraron, incluso se llevaron la cama del muerto, a quien dejaron botado en un bosque cercano, para poder vender la casa.

— Permítame que por lo menos lo entierre, por favor — suplicaba la huérfana.

— No hay tiempo, quiero recuperar mi dinero lo antes posible. Cuando llegues al mercado serás una preciosa perla — le tocó la cara — déjenla en mi casa — sonrió lascivamente.

Los sicarios del usurero la llevaron a la fuerza en ese lugar, esa noche el hombre tomó su virginidad, luego la mandó a un establo donde estuvo un par de días sin agua ni comida, hasta que la llevaron a la venta. Varios hombres pujaron por ella, aunque dijeron que no era virgen, muchos vieron por sus gestos que no tenía experiencia sexual. El ganador, o mejor dicho los ganadores fueron un grupo de 7 ancianos, solo el ver sus ojos lujuriosos asustó a la muchacha, sentía que vivía una pesadilla de la que nunca despertaría.

Esa noche en casa de sus nuevos dueños, la joven sufrió la primera agresión sexual grupal, la dejaron botada al lado de la chimenea, llena de sangre, mordedura, con la ropa rota. Como pudo se arrastró, encontró unas frazadas viejas y rasgadas cerca de allí con las que pudo abrigarse, por el olor comprendió que debieron pertenecer a un perro. Sus nuevos amos con suerte se bañaban una vez al mes, ella tenía que lavar su ropa y asear la casa, era tan fuerte el olor de ellos que la huérfana los olía desde antes que aparecieran en el lugar, entonces tomaba fuerza para soportar los golpes y abusos que vendrían, para evitar que huyera la tenían sujeta por un tobillo con una cadena que tenía el largo justo para que hiciera las cosas en el lugar, en el día. Cuando ellos llegaban la dejaban libre para que fuera a buscar agua, o lava las cosas. 

Una sola vez trato de huir, pero como no conocía el bosque se perdió, cuando la recapturaron la dejaron tres días sin agua ni comida, desnuda en el piso de la entrada, amarrada, soportando patadas o abusos sexuales.

Con el tiempo, luego de violarla y ella trataba de dormir empezó a imaginar que era una Princesa, que es como le decía de cariño su padre, y que su malvada madrastra la había mandado a matar envidiosa por su belleza, aprovechando que su progenitor había muerto, por eso había huido al bosque, por suerte llegó donde unos amables enanos que la ayudaron, allí esperaba que alguien la rescatará y la llevará de vuelta a su reino.

— Oye esclava, no te olvides de nuestro desayuno, apúrate inútil — eso era normalmente lo primero que escuchaba en las mañanas la jovencita, al despertar. 

Blanca empezó a alimentar a un ratoncito, cuando sus amos estaban presentes el animalito se escondía, así por fin la muchacha pudo sentir algo de calor y cariño. 

Pero tuvo la mala suerte que uno de los ancianos, el más gruñón de todos, la viera dormir con el roedor en sus manos, apenas pudo el tipo fue a la ciudad, y una noche dejo sobre unas migajas un polvo blanco, que puso donde supuso que el ratón lo encontraría, al amanecer, mientras Blanca dormía con el roedor en sus manos, el pequeño se despertó retorciéndose, para caer muerto. A sus llantos llegaron los hombres mayores molestos.

— ¿Qué diablos te pasa, maldita puta? Nosotros nos levantamos en una horas más, queremos dormir.

— Murió, era mi amiguito — lloraba desconsolada.

— Que bueno que esa sucia alimaña encontró el veneno que le puse — dijo el más gruñón de todos.

— Maldito desgraciado — por fin la joven no pudo aguantar más, sin pensar en las consecuencias, se tiró a golpearlo, pero solo recibió varios puñetazos y patadas cuando estuvo caída.

— No te olvides de tener el desayuno listo, sino yo te daré otra paliza — dijo otro, los hombres rieron y se fueron a dormir.



#10053 en Fantasía

En el texto hay: muerte, violencia, ilusion

Editado: 19.03.2021

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