Cuentos Oscuros. Peter Pan

Niños por siempre

— Hermana, hoy moriré — John le dijo a Wendy sin más preámbulos.

— ¿Por qué? — preguntó desconcertada la niña — ¿Estás enfermo?

— No, me asesinarán — antes que la pequeña dijera algo más continuo — hice un trato con Peter Pan cuando me trajo aquí. La noche que desaparecí de casa, no tenía dinero para comprar nada, mamá me quito todo, encontré comida en un basurero, pero un niño me lo quiso quitar, luche — empezó a llorar suavemente — le rompí la cabeza con una roca, tenía solo 5 años, era él o nosotros.

— Yo iba por el que murió — explicó Peter Pan — pero llegue tarde, tu hermano me vio, me rogó que lo trajera, le explique que era muy mayor, pero me ofreció algo interesante. A ti.

— ¿A mí?

— Sí Wendy, yo vine para poder luego traerte y a Michael. Acá se necesitaba una madre, como has demostrado, eres perfecta para esa labor.

— ¿Pero por qué morirás y quién te matará? — ella lloraba angustiada.

— ¿Cómo crees que los niños nunca de serlo aquí? Él nos mata con su cuchillo mágico, extrae nuestra energía vital, y la reparte entre él y el hada.

— Eso es horroroso ¿Cómo puedes hacerles eso? Convives con ellos, eres un monstruo — Wendy vio con terror a Peter Pan, que se mantenía silencioso.

— Hermanita, piensa ¿Crees que tendremos un mejor futuro en donde estábamos? A ti seguro te habrían violado, a esta ahora ya tendrás al menos un hijo, y no estarías segura de quien sería el padre, yo... estaría día y noche en una fábrica donde con suerte viviría hasta los 18, el humo, el polvo, los tóxicos, además de los golpes me matarían, allí nos tratan a todos como animales. Preferible venir aquí, por 10 u 11 años sé vive feliz, contento, con buenos amigos, tenemos una vida soñada.

— ¡Pero morirás!

— Al menos ellos lo harán con cariño, y yo me iré sabiendo que puedo ayudar a que sigan viviendo, y que otros niños puedan venir y vivir en este paraíso. Quiero pedirte algo, por favor ¿Quieres unirte a ellos? Podrás estar aquí para siempre, y ser la madre de quienes lleguen.

— ¡Cómo puedes pedirme eso! Piensa en Michael, en 6 años tendré que ver como lo asesinan.

— Hermanita, en tu mente y corazón nunca moriremos, puede que no hubiera sobrevivido a los 10 años, recuerda que en la mina donde iba yo a trabajar en el día, me dejaba agotado, y adolorido, esos lugares no son para niños. Si llegaba hasta los 18 como te dije sería un milagro, o hubiera tenido que convertirme en un asesino, ya habría muerto en alguna de las peleas callejeras. Sé que él — apuntó a Peter Pan — y tú lo harán con amor. Además de alguna manera viviré para siempre.

El niño de ropa verde le mostró el árbol solitario, el hada dejó caer su polvo mágico sobre el tronco, aparecieron las caras de varios pre adolescentes, entre ellos Ciro, era el único que tenía una expresión triste, los demás estaban contentos.

— Yo estaré allí, feliz de haberte ayudado, sé que Michael pensará igual, te ama como si fueras su madre, y al saber que te dará vida para que cuides a más niños como a él, le parecerá bien.

— ¡Nunca! Él nunca lo entenderá, como yo lo encontrará monstruoso.

— Hermanita — el más pequeño de los tres hermanos apareció de atrás de un arbusto — lo entiendo, y quiero hacerlo.

— Pero...

— Cuando llegamos me dijeron todo, acepte, sino me hubieran llevado de vuelta a la Tierra, di mi palabra y la cumpliré, por ti. Sé que nunca nos olvidarás, y aquí estaré para siempre — tocó el árbol.

Ella miraba todo horrorizada, luego recordó su vida antes de este lugar, empezó a comprender lo que le expusieron, muchas veces en su casa pensó en suicidarse, pero el amor a sus hermanos la detuvo. Ella tomó el cuchillo del cinto de Peter Pan.

— Yo lo haré.

— Está bien, al terminar nunca más envejecerás, serás para siempre una niña — le explicó el joven de ropa verde.

— Gracias Wendy, me alegra que seas tú quien lo haga — John se quedó quieto, cerró los ojos, tenía una sonrisa en los labios, espero tranquilo el final.

Ella puso el arma sobre el corazón del adolescente, y apretó fuerte. Cuando él cayó, Michael y la niña se arrodillaron a su lado

— Lo siento, no quería hacerte sufrir, debí hacerlo con más fuerza.

— No te preocupes, estoy bien, te amo Wendy, y a ti hermanito — murió con una sonrisa.

En eso momento el cuerpo del recién fallecido se convirtió en miles de puntos de luz, unas pocas se fueron al árbol, el resto se fusionó con el hada, Peter Pan, Wendy y Michael.

Cuando no quedó nada de John, el más pequeño abrazó a su hermana.

— Gracias, ahora él nunca morirá, vivirá en ti, como yo cuando sea el momento, te amo.

La joven durante varios días estuvo muy angustiada, tanto que no dormía nada, pero no estaba cansada al otro día. Desde lo que pasó, no había querido ver a Peter Pan, cuando veía que se acercaba se escondía. Ella pensaba que se había vuelto loca ¡¡Mató con sus manos a su hermano!!

Una noche volvió al lugar del árbol, los rostros de los niños que la habían conocido le dieron hola al verla, menos Ciro que se mantenía en silencio.

— Pero...

— Ahora tú eres parte de ellos, te aman, por eso los escuchas, y los ves, antes pasabas a su lado y no podías oírlos. Incluso ya no tienes la necesidad de dormir — le explicó el joven de la ropa verde.

— Pero Ciro...

— Él no puede contactarte, su corazón es oscuro, en su caso cometí un gran error, pero no volverá a pasar, te lo juro.

— John — la niña se acercó al rostro de su ser amado.

— Me alegro de verte bien ¿Cómo van las cosas con Michael?

Todas las noches ella iba a conversar con quienes estaban en el árbol, ya no se sentía como una asesina, de cierta manera le dio la inmortalidad a su hermano, y los demás, que no le demostraban odio, ni la insultaban, siempre estaban felices. Cuando llegó el momento de Michael, ella fue quien lo mató.



#1375 en Terror

En el texto hay: vida, magia, muerte

Editado: 30.11.2020

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