Cuentos para mi niña

Truchi y el río Santa Fe

Truchi y el rio Santa Fe.
El pececito Truchi era una trucha arcoíris que vivía en el rio Santa Fe junto a sus padres y hermanos. En las tardes adoraba salir a nadar bien cerca de la superficie, donde el rio se tornaba de color naranja por la puesta del sol. El rio Santa Fe estaba rodeado de matas de mango y era un rio de mediano caudal, tenía varios manantiales que lo nutrían. Entre estos manantiales estaban La Magnesia, que emerge debajo del puente que cruza al rio y el manantial Ojitos de Santa Lucía. El manantial Ojitos de Santa Lucía es un manantial usado por los pobladores para tratar dolencias oculares como la conjuntivitis y vista cansada entre otras y el nombrado La Magnesia tiene excelentes propiedades digestivas. Truchi estaba familiarizado con los humanos ya que estos frecuentaban estos manantiales, según la tradición local cada vez que los santafeseños, o sea, los pobladores de Santa Fe, cruzaban el puente, bajaban a beber y a lavarse la cara con estos manantiales para después continuar el viaje. Una tarde una pequeña niña estaba llorando al lado del manatial Ojitos de Santa Lucía, Truchi la escuchó, se acercó y le dijo:
Pequeña, ¿qué te pasa?- le preguntó Truchi a la acongojada niña, la niña le responde sin levantar el rostro y sin saber que era un pececito el que le hablaba.
Es que un día ya no tendremos este rio tan saludable y limpio como lo conocemos.-levanta la cabeza y observa que el que le había hablado era un pececito y se queda atónita-¡Eres un pez que habla, rayos!-seca sus lagrimas.
Sí, pero, ahora yo estoy más preocupado que tú, ¿cómo es eso de que este rio ya no será saludable?-pregunta preocupado Truchi. 
Es que yo anoche soñé que dentro de unos años el pueblo de Santa Fe crecería y también surgiría un pueblo aledaño del cual las aguas albañales serían vertidas al rio y por si fuera poco los futuros gobernadores e intendentes del pueblo serían indolentes ante tan deplorable situación y no harían nada por salvar al rio. El aspecto cristalino del rio ya no sería más, los manantiales quedarían sepultados en unas aguas verdes, mohosas y sobre pobladas de clarias, esto era todo lo que quedaría del glorioso rio Santa Fe.-describiendole así a Truchi el paisaje desolador del rio en su sueño. Truchi la interrumpe.
Basta, no digas más, ha sido suficiente escuchar todo lo que has dicho. Solo espero que sea un sueño y nada más.-Truchi no logra quitar el espanto de su rostro.
Espero que esta pesadilla no se cumpla jamás, por cierto, no nos hemos presentado, me llamo Isabela-dice la niña alegremente.
Yo me llamo Truchi y estoy atrazado, ya debo de regresar a casa, se me hace tarde, adiós amiga- mientras da un salto para sumergirse nuevamente.
Adios truchi, nos vemos un día de estos- Isabela regresa a casa, anhelando con todo su corazón que en los sueños de esta noche no la visiten las pesadillas y sobre todo que el rio Santa Fe siga vivo y saludable.




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