Cuerdas Rotas

Capítulo 3

¿Su madre?, le dijo a todos excepto a mí que se había ido de intercambio a Miami, ¿Qué tenía que ver su mamá en todo esto?

—¿Qué tiene que-—Posa su dedo en mis labios a modo de silencio y quedo en shock por un momento. Él nunca podría hacer algo así. ¿Qué demonios le sucedió en Miami?.

—Déjame hablar y después preguntas—Dice con tono serio

—Vale, chico rudo—Digo a modo de chiste para aligerar el ambiente, pero parece que hice él efecto contrario.

—Cuando estabas en el instituto, yo estaba de sustituto como profesor, pero eso sólo fue un engaño para mi mismo, una distracción de todo lo que estaba sucediendo. Mi madre tenía cáncer de seno, por suerte los doctores lo pudieron encontrar a tiempo y tratarla. Pero en ese momento hubo una disputa familiar por parte de su familia que vivía en Miami. Mi padre no estaba de acuerdo por su trabajo aquí. Así que al final, mi padre peleó con ellos y desapareció. No tuve más opción que llevarla a Miami y quedarme con ella hasta que estuviera a salvo.—Agacha su cabeza y luego me observa— Hanna, todo este tiempo te quise llamar pero me siento culpable por hacer que pelearas con tú madre, soy una mala influencia para ti. ¡Hanna, ella sigue siendo tu madre! Yo casi pierdo a la mía. Entiendo tú situación ¡En verdad la entiendo!. Pero no te hagas esto—Agarra mis manos y en ese momento por algún motivo no sé si es por el efecto de la sustancia azul pero mis ojos se empañan y pequeñas gotas caen en el pavimento.

—Pero ella...Ella— Sus cálidos brazos se enrollan a mi alrededor, su fragancia...La extrañaba...

 

 

(...)

 

 

 

—Hanna—La voz de Susi me despierta.— Cinco minutos más—contesto somnolienta.

—Tú que dices...Tengo un vaso de agua helada, tal vez funcione— Escucho la voz de Harry— Me lavanto rápidamente y veo a los dos de pie al costado de la cama confundida.

—¿Por qué estás aquí?— Digo tratando de enfocar, maldita resaca y todo por ese shoot del demonio. Susi ríe y no entiendo él motivo.

—Más bien yo te pregunto, amiga...¿Por qué tú estás aquí?—Dice riéndose. Por referirse a aquí ¿Es dónde?

Miro al rededor y veo cosas que no son mías, un cuarto que no es él mío y ¡¿De quién demonios es esta cama?!

—Es mía— contesta Harry como si tuviera telepatía.

—Y-Ya veo...Jaja— Qué alguien me ayude, ¿Qué sucedió ayer?, intento levantarme rápidamente y mi cabeza comienza a doler rápidamente por lo que me tambaleo y Harry llega a mi .

—Relájate, puedes quedarte un rato más, toma—Me ofrece un vaso con algua y una pastilla.

—Gracias—Miro a mi amiga y la observo con un seño fruncido

—Espera, espera. La que se fue sin decirme nada fuiste tú. Yo no tengo nada que ver aquí—Dice alzando sus dos manos.

—Pero yo te mandé...— No lo hice—suspiro y le doy una mirada de perdón.

—Si ya te sientes mejor, debemos irnos, mañana tenemos clases y te llamaron a tú celular. Ahora te cuento— Susi agarra mis cosas y me ayuda a levantar. Observo a Harry quien tiene una mano en su nuca, eso sólo lo hace cuando se encuentra incómodo.

—Mmm, adiós—Logro decir antes de salir por la puerta, aún no me creo que haya regresado. Es imposible que volvamos a ser como antes.

Que volvamos a ser los estudiante y profesor prohibidos, eso ya es parte del pasado

Hanna, debes superarlo...

Llego a mi casa, saco algunas prendas de mi armario y entro a la ducha, necesito agua fría para refrescar mis neuronas. Es demasiado, no sé que pensar de todo esto. Quiero creerle, pero una sóla llamada de su parte no hacía daño.

Salgo de la ducha y escucho mi celular sonar, voy rápidamente a cogerlo y veo que es un número desconocido.

—Hola Hanna—Escucho la voz carrasposa de un hombre y por su voz se notaba borracho.

—¿Quién es?—Digo extrañada y a punto de colgar.

—¿Ya no recuerdas a tú propio padre?—Dice con voz cínica y burlezca.

Mi corazón bombea con fuerza y tenso mi cuerpo, tan sólo escuchar la palabra padre me llena de coraje. Mi mano tiembla y mi respiración se agita. No ahora no. Hace rato que no me daba esto. Me estaba recuperando perfectamente.

Intento marcar a Susi lo mejor que puedo y mis rodillas caen al suelo. Escucho que timbra y Susi habla

—Hola Hanna, hoy vi unos zapatos lindos justo para ti...¿Hanna?—Intento hablar pero mi respiración no me deja y el sentimiento de ahogo.

—¡Hanna! ¡Voy para allá!—Escucho decir y cuelga, ya no puedo pensar con claridad. No había tenido hace mucho un ataque de pánico tan fuerte, esucho un ruido estruendoso y la  puerta se abre de par en par. Veo Harry entrar rápidamente y pone sus manos en mi boca, dice palabras que no entiendo pero sabía que eran las que siempre me decía cuando pasaba esto.

Después de un rato me calmo más y respiro lentamente, me levanto con ayuda y le agradezco a Harry. Llega Susi con rulos en su cabello y sin maquillarse, debió salir en el momento en que la llamé.

—¡Hanna!  ¿Estás bien? ¿Qué sucedió?—Dice preocupada y nerviosa viene hacía mi.

—Me llamaron a mi celular y al contestar un hombre dijo...El dijo que era mi padre, Susi—Digo con seño fruncido y apretando mi mano en un puño.—¿Por qué él? Y ¿Por qué ahora?

—No lo sé Hanna, pero no te preocupes no voy a dejar que ese bastardo se acerque a ti.—Dice con firmesa,sostiene mis manos y me da un abrazo.

—Si, gracias Susi— Digo reposando en su cuello y suspirando.



#38182 en Novela romántica
#10053 en Joven Adulto

En el texto hay: romance, odio, gemelas

Editado: 21.07.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.