Tragedia fue lo que escuché cuando supe de él… más queriendo saber todo de lado lo dejé…
Pensé que no era posible, ¿cómo podría ser… capaz de mirar al frente si se ríen del revés?
Diferente siempre he sido, me da igual si me ven bien, aunque todo esté torcido, yo solo caminaré.
Aunque no tenga sentido, mi forma de actuar y ser, si no quieren estar conmigo, por mí al resto que le den.
La magia se lleva por dentro, no por fuera ni en objetos, surge de tus manos al realizar cualquier evento.
El mismo que te mueve, el mismo que ocasiona, el mismo que hace que hablen de ti todas las personas.
La vidas son de uno mismo, pero a algunos no les gusta, cuando las de otros aparentan ser más alegres y justas.
Te miran raro, les molesta, buscan crear cualquier disputa, y cuando reaccionas mal es cuando ellos más lo disfrutan.
La balanza que carga con "lo que debes ser" y "lo que eres", puede muy a menudo inclinarse hacia el lado que otros quieren; aunque te duele, y te deprimes, con un dolor que permanece, nunca permitas que vean que algo en tu vida carece.
¡Yo pasé por varios golpes, sobre todo de mis padres, cuando les dije que en las misas no me gustaba ver al Padre!
¡Él sabía mi situación, y siempre trató de cambiarme, pero lo que siento no es enfermedad, no existe cómo curarme!
¡¿Qué tiene de malo que no me gusten las mujeres?! ¡¿Desde cuándo fue pecado querer estar con quien tu quieres?!
Me han tratado como loco… y no imaginan como duele… ¡Saber que tu madre te desprecia por ser quien eres!
Mis amigos al saberlo solo me voltearon la cara, no querían que por estar conmigo alguien también los juzgara, nuestra sociedad oprime a quienes tienen ideas claras, y como no les gusta deciden qué te atacarán.
Pensé seriamente en el suicidio, cuando me sentí ahogado… un nudo en mi garganta que no soy capaz de aflojarlo… quería esconderme, guardarlo todo en el armario… pero ¿qué resolvería si el problema escapa de mis manos?
O quizás no hay un problema… el problema aquí son ellos.
Juzgando a los otros… por querer un amor tan bello.
Es real, es increíble, es como apreciar un destello, de la estrella más gigante que alguna vez ha surcado el cielo.
Debo ser indiferente, a lo que digan los otros, lo único importante, es lo que sentimos nosotros.
Ese calor entre tus manos, con ese brillo en mis ojos, aunque solo seamos dos, es un amor muy hermoso.