Nicolás
Después de comer mi madre se retira, hoy es el último día de trabajo, ya es viernes y mañana es fin de semana, podría discutir o montar una escena. Decirle a mi madre por que trabajar cuando está aquí pero no sé si en este momento me encuentre apto para hablar, pero sé que pronto empeoraran las cosas, necesito respuestas y las voy a conseguir. Me siento mortificado, sé que si cierro los ojos seré incapaz de querer volver abrir los ojos y los millones de preguntas en mi mente me atormentaran ¿Cuánto afectaron mis errores a mi familia?
La puerta del patio se abre, escucho a Sabana acercárseme y me aprieta el hombro para que la mire.
—Hola— Dice ella en mi oído, me esta abrazado y sé que tengo que alejarme antes de que mis emociones me ganen. Cuando levanto la cabeza y la miro a los ojos. Puedo ver comprensión en ellos.
—Yo, no... —Ella me coloca un dedo en la boca para que me calle.
Su rostro se suaviza y me regala una sonrisa
— ¿Quieres salir a comer un helado? –Me siento como un niño pequeño que necesita que lo consuelen
—No quiero decir si, off claro que sí y un helado no se le niega a nadie ¿Verdad? –Le digo mientras sonrió.
— ¡Vamos! Quiero conocer el pueblo donde creciste. –Dice ella mientras me agarra del codo para que la conduzca.
No me muevo, tengo miedo de parpadear. Es como si mis antiguos problemas se fueran borrado porque no me puedo evitar preguntar ¿No odiaba el contacto?
Ella desliza suavemente su mano para colocarse tomada de la mía. Sonrió por dentro y no puedo evitar agradecer al que sea que este logrando esto. Entonces se ríe mientras me jala un poco, supongo que le causa gracia el hecho de que me encuentre totalmente anonado con su actuar.
—Dime ¿Cuál es tu sabor de Helado favorito? –Me dice con una de sus deslumbrantes sonrisas contagiosas.
¿Por qué esta sonriendo tanto? ¿Por qué estoy siendo tan mezquino? La miro mientras ella comienza a hablar sobre ella y no puedo evitar quedarme en las facciones de su rostro ¿Qué me esta pasado? Debo recordar mi lugar, no puedo ceder y caer. Ella está fuera de mi liga.
—No tengo uno en especial ¿Por qué? –Pregunto a lo que ella solo alza sus cejas.
El camino a la heladería que es a cinco cuadras en un agradable silencio, ella aprieta de vez en cuando mi mano y no hace ningún movimiento para alejarse, se siente reconfortante. Antes de llegar a la heladería veo a varios conocidos.
—Yo quiero un gran helado de Vainilla Chip. –Su sonrisa es muy contagiosa.
—Yo Uh— Tartamudeo cuando la veo que está muy cerca de mi rostro
Sonríe coqueta mientras me arrastra para entrar al local. Por un momento siento que se me atasca la respiración, cuando la veo allí y no puedo evitar detener todo movimiento. Savannah a mi lado se tensa y decide mirar a la persona que me ha dejado tenso.
Sonia está allí. Aprieto la mandíbula cuando la veo acercarse a mí con lágrimas en las manos y antes de poderlo evitar extiendo mi brazo para darle la señal de que la quiero lejos. Ella se detiene abruptamente con lágrimas en los ojos, me importa poco lo que sienta y la rabia me embarga ¿Cómo se atreve?
—No te preocupes yo confió en ti –Dice sabana suavemente.
Y antes de que pueda responder a ella con su mano mueve mi rostro y me besa. Es cálido, suave y muy delicioso. Pierdo el control de mí alrededor y me centro en ella. Me volteo completamente, agarro su rostro suavemente y me dejo llevar de esta agradable sensación.
Ella me acaba de besar... algo en mí se activó y muchas emociones surgieron en mí.
Lástima que dañe el momento cuando también se despertó alguien abajo y la asusto.
Ella se alejó suavemente y se sonroje
No pude evitar quedar encantado con su reacción. Volví la vista a lo que estaba evadiendo y creo que ella comprendió que lo mejor era tomar distancia.
Espero que Sonia entiendo que no la odio por lo que hizo, pero que no tiene cabida en mi presente y la quiero lo más lejos posible de mí.
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Editado: 22.12.2021