Savannah
—Espero se sientan cómodos esta noche, ya mi hijo subió las maletas. Me alegra tanto el poder verte junto al lado de mi hijo –Dice ella con una sonrisa alegre.
Mi corazón se encoge, no me está agradando de engañar, pero di mi palabra y deño continuar.
Quiero decirle tantas cosas, pero no puedo, siento mi garganta cerrarse antes de poder pensar.
—Mama debes ir a descansar, mañana podremos ponernos al día. –Dice el algo enojado, lo comprendo no me gustaría que mi madre trabajar tan tarde y yo no supiera nada.
—Relájate cariño, ¿Estas bien? No has hablado mucho. Tengo tantas ganas de escuchar sobre tus experiencias en la gran ciudad. –Dice su mama mientras se acerca a él y le pellizca los cachetes.
—Señora Sara yo concuerdo con Nicolás, deberías ir a descansar, ya mañana abra tiempo para colocarnos al día. ¿No está usted cansada? Dicen que la mejor conversación se da cuando ambas partes tienen buena disposición –Por el rostro de ella ciento que metí la pata, pero antes de poder pensar mal ella solo se comienza a reír.
Ella parece muy entretenida con mi dicho por que no para de reírse, su rostro está totalmente rojo y me da miedo de que algo le llegue a pasar. Cuando se calma sale en silencio de la habitación ¿Esto es para preocuparme? Digo salió sin decir nada y el temor aumenta dentro de mí.
Nicolás se golpea la frente con una gran sonrisa.
—Supongo que tenemos que dormir juntos, lamento mucho colocarte en toda esta situación y tenerte que hacer mentir. –El comienza a dar vueltas por la habitación –Yo dormiré en el suelo por lo que puedes arreglarte para descansar.
Veo el suelo que es de tierra y niego lentamente ¿Cómo puede decir eso?
Decido acercarme a él, pero antes de estar cerca de él, Nicolás se acerca y me abraza. Me siento algo sorprendida ya que la que ha estado haciendo eso he sido yo. El momento se ve interrumpido cuando el padre del entra en la habitación
—Hijo ¿Están cómodos? –El señor parece bastante preocupado
—Si –No me agrado el tono en que le hablo Nicolás, pero sé que no es el momento para darle más vueltas al asunto. –Creo que no es buen momento para hablar padre si es por lo que has venido
Su padre parece a punto de quebrantarse, pero simplemente asiente suavemente. Se ve tan cansado que el simple hecho, han estado pasando tiempos duros.
—Cariño ¿Por qué no abrazas a tu padre? –Pregunto mientras lo animo a que lo haga.
Duda un poco, pero al final cede, su padre me mira agradecido, pero yo niego y les dejo su momento. Cuando se separan él le revuelve el pelo a Nicolás y a mí me aprieta el pecho. Es un acto tan íntimo que me siento una intrusa.
Nicolás viene a mí después de sonreírle a su padre y pone un brazo alrededor de mi cintura
—Sin duda alguna tenías razón cuando era pequeño –Dice Nicolás a lo que su padre alza una ceja –La indica es insustituible, es tan fácil ceder que se siente como una bendición...— Roza su nariz con la mía y me sonrojo.
Se siente tan cercano, que en ocasiones olvido que esto es una farsa. Quiero acercarme más y besarlo. Recuerdo que esta su padre cerca y sonrió totalmente avergonzada. Parezco una niña pequeña con falta de amor
—Papa— Dice el cuándo lo ve salir –No sé qué ha pasado contigo o mama, pero te perdono y sé que ella ya lo hizo. Las cosas van a mejorar papa. Deberías sonreír más a menudo, el ceñudo no te pega ni un poquito y te hace ver más edad.
Su padre se ríe bastante fuerte y asiente rápidamente.
—Yo siento que tu padre de todas las maneras se ve guapo –Digo sonrojándome de inmediato cuando ambos hombres me miran con una gran sonrisa.
—Siempre tan bondadoso cariño ¿no? –Dice el con algo de picardía en su agarre –Pero debemos ser sinceros con mi padre, ya la edad le está pegando.
Lo pellizco de manera amistosa a lo que él hace un drama de estar muy adolorido. Sonrió con una tonta. Al lado del no puedo evitar sonreír.
Antes de que el padre de Nicolás se vaya yo decido alcanzarlo y darle el detalle de Nicolás. Sé que él no se lo dará por miedo a ser muy cursi. Me sonríe de manera burlona cuando ve el empaque rosado
—Es de parte de los dos lamentos el color –El niega con una sonrisa –No habían más.
Él le resta importancia sin dejar de sonreír.
Se aleja más tranquilo
Espero que todo esto salga bien
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Editado: 22.12.2021