Savannah
Él pensó que yo me iba a quedar quieta, pero algo dentro de mí necesita respuestas y no me iré hasta encontrarlas. No puedo evitar sonreír al ver la ropa que me pondré hoy, jamás pensé que usaría este vestido, pero ya era hora.
— ¿Que te está pasando? —Dice mi amiga Noah y no puedo evitar sonreír
Miro mi vestido, sé que esto es una locura y estoy rompiendo mi propio estilo. Nunca había usado ropa corta o ajustada, pero supongo que siempre hay una primera vez. Le pido que me dé una inducción rápida de maquillaje, sigo todos sus pasos y me encanta el resultado. Algo bastante sencillo y divino.
—Ya llegara tu hora querida amiga mía —Le digo mientras le guiño un ojo.
Sé que a ella le gusta alguien del cual huye. Sonrió de manera picara, sé que algo en ella ha cambiado y si no tuviera tantas cosas por hacer me quedaría a averiguar al dichoso susodicho que la conquisto.
—Deja de echarme la leche de este lado —Dice ella mientras mueve los ojos —Ya es hora de que me hagas tía.
—Mejor ve que creo que te están esperando —Sonrió cuando la veo sonrojada. Algo me dice que la persona que está tocando me la quitara por unos días.
Su sonrojo la cubre totalmente y cuando la puerta de la habitación se abre sus ojos se abren de gran manera.
—Ve que tendrás una tarde movida —Ahora soy yo la que mueve las cejas de manera subjetiva
—Falsa amiga —Dice ella tratando de actuar indignada —Cuando llegues quiero todos los detalles sucios
Sonrió porque sé que va a ser, al contrario, pero asiento rápidamente
—Usen condón, por cierto —Le digo tratando de no reírme en el proceso —A no ser que quieran mini nerds andando...
Mis palabras se quedan en mi garganta al ver quien esta hay, abro los ojos de par a par al reconocer al hombre que ha hecho suspirar a mi amiga y no puedo evitar reírme como loca desquiciada.
—No te preocupes que si llega a pasar con mucho gusto me hare cargo de ella —Dice el mientras la abras y le da un gran abrazo. Su abdomen se ve a plena vista, y a l parecer a mi amiga no le gusta porque trata de taparlo. Cuando veo entrar a Nicolás me despido rápidamente y me hecho reír al verlo fruncido el ceño.
—No tenías que colgar, si quieres me voy yo —Dice el tratando de salir de la habitación y yo corro a abrazarlo.
Ambos sonreímos y decidimos tomarnos una foto, su madre entra cuando estamos en ello y se ofrece a llevarnos, pero Nicolás no acepta dice que nos iremos en un taxi.
Juro que la incomodidad es tan palpable pero no puedo inmiscuirme en este momento o estaré en grandes problemas. Nunca se lo que es una familia unida y sé que el si lo tuvo; esto le está doliendo más de lo que puede soportarlo. Me siento mal por él, quisiera encontrar la respuesta correcta, pero temo que al hablar pueda dañar una amistad de años. Después de que su madre se va dejándonos solos seguimos con una toma más.
Salimos tiempo después de la casa, ya dejamos acomodado todas nuestras pertenencias, supongo que después de que lleguemos nos iremos y quisiera pasar más tiempo con Nicolás antes de volver a la realidad.
Después de tomar el taxi, llegamos al lugar de la reunión y puedo sentir la incomodidad palpable. Decido ignorar y divertirme lo más posible con Nicolás, el parece tener la misma vibra porque desde que llegamos no hemos parado de bailar y comer como locos.
—Deberías probar algo de licor —Esa voz hace tensar inmediatamente a Nicolás
—A mi novio no le agrada mucho el alcohol —Digo dejando claro su posición y ahora la incómoda es otra persona
Su estómago abultado nos hace dar a conocer de que está embarazada y no puedo evitar perderme en sus rasgos, es muy parecida a Nicolás y deseo preguntar si son hermanos, pero la chica me manda señales de que por favor no diga nada a lo que comprendo rápidamente y deserto el cuestionamiento: bueno, de momento.
—No deberías estar aquí solo eres el bastardo —Me tenso al momento de reconocer quien está allí y volteo a mirar al padre de Nicolás para preguntarle ¿Que carajos hace el aquí? ¿No lo llevo a la estación? la verdad me da como un baldado de agua fría —Deberías largarte y huir como siempre lo has hecho
—Detente Samuel —Veo a un chico de cabellos rubios, rostro angelical y bastante guapo abrazar a la chica que nos había saludado. Luego veo a Nicolás que me está apretando la mano y sus ojos están llorosos ¿Que está pasando? —Ya fue suficiente y es hora que te detengas.
El chico toma la distancia respectiva de Nicolás, el retrocede como si se sintiera al punto de que sus piernas cederán, comienza a mirar a todos los lados y mi pánico me invade ¿Quién es él? La chica trata de acercarse, pero ahora soy yo la que se coloca al frente protegiéndolo.
— ¿Te sientes orgulloso de hacer esto? —Le digo al chico que creo que se llama Samuel — ¿Te crees bien hacerle esto a una persona?
Y antes de que lo vea venir le meto un puño, todos en la habitación parecen sorprendidos de mi acción, pero me importa un comino. El chico se levanta rápidamente, pero es detenido.
— ¿Te parece bien joderle así la vida a alguien? ¿Por qué no atacantes al culpable? —Digo mientras señalo al padre de Nicolás —Él no tenía la culpa, eres un monstruo, cobarde y poco inteligente.
—Él es el bastardo de mi padre, tenía que pagar —Y antes de que siga continuando me le quiero volver a lanzar —Él tiene que pagar, si no fuera por la mi madre no estaría enferma
—Ella está enferma por que se le da la gana —Grito llamando la atención —Que clase de mujer permite que su hijo cause tanto daño ¿Es humana? digo que mujer les deja sus batallas a sus hijos. ¿Por qué no tomo la decisión de dejarlo? ¿Qué tenías tú que ver en los errores de los adultos?
El guarda silencio y Nicolás me está arrastrando, pero yo no quiero. No puedo permitir que haya tanta ignorancia en esta familia algo en mi mente brilla como una idea y decido soltarme del agarre de él y enfrentarme al hombre que ha sido el tormento de alguien inocente.
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Editado: 22.12.2021