"Chale, me dejaste un chingó de inseguridades. Y digamos que la vida echa un desmadre; eso no se vale..."
'Chale'
- Edén Muñoz -
Narrador omnisciente
Dai estaba fuera de control, cuando ella se fue destruyeron todo el cuarto. Lo único que quedó intacto de todo lo del cuarto fue Cookie, quien estaba en el suelo al pie de la cama
Ese pequeño muñeco de peluche, se había colado entre ellos de alguna manera tan significativa. Que el lo encontrará en un lugar donde jamás estuvo antes, lejos de donde debía antes principalmente fue aquella primera señal que dijo "nada será como antes". Aunque no lo querían aceptar
No sabía por qué era su molestia, su dolor. Les dolía demasiado para su gusto, sentían como si una gran garra les estuviera arrancando la piel y desgarrando el alma mientras aquellas crueles palabras de la oji azul se repetían en su cabeza
Sus palabras fueron como dagas rasgando su alma de manera lenta, su mirada fría y oscura. Su sonrisa cínica
Habían llorado demasiado, los del hotel estuvieron tocando su puerta demasiadas veces preguntando si estaba todo bien pero él solo los ignoro
No sabía que hacer, estaba tan sumido en su dolor que no dejaba de llorar. Y aunque quisiera, no podía dejar de hacerlo
Él había jurado que sus palabras habían sido sinceras, honestas. Dijo que le amaba, luego de hacer el amor... No podía aceptar que ella le mintiera de esa manera tan cruel y dolorosa
Quería aferrarse a aquello, como si su vida dependiera de ello. Y de alguna manera, dependía de ello.
Mientras que en otro lado, demasiado lejos de él. Estaba ella
No sabía a donde estaba, dónde había llegado. Se teletransporto sin pensar lugar consiso, y de alguna manera fue treletransportada a su línea
Aquella que ella había creado tiempo atrás, para tener una parte de él. Estaba sentada al pie del lago mientras lloraba en silencio, su mirada estaba perdida
Mientras que su cabeza repasaba aquella mirada dolida del oji miel, las palabras llenas de dolor de su lobo. ¿Por qué su lobo actuaba así?, No lo comprendía. Pero había hablado con tanto dolor
No comprendía las palabras de él
"Dejarme otra ves", ¿A qué te refieres?- susurro para si misma mirando el lago. Soltó una risilla sarcástica- duele, carajo. Si que duele... Pero sé que es lo mejor, ¿Cierto?- seguía divagando para si misma
El lago frente a ella vibro apenas, llamando la atención de ella. El lago empezó a distorcionarse, como todas las veces que lo hacía... Ella se acercó un poco secando sus lágrimas que no dejaban de abandonar sus ojos
Algunas imágenes se presentaban en el lago, confundiendola totalmente
Aquellas cosas que habían pasado antes, todas y cada una se reproducían de manera rápida como una vieja película. Aquellas cosas felices que la pequeña portadora necesitaba ver
Pero aún no entendía, no comprendía. Absolutamente nada
***
Claro- dijo Dios a su guardia restándole importancia, en su línea todo estaba tranquilo y marchando bien. No había ningún problema entre los seres que habitaban ahí- si necesitan de mi presencia estaré en la sala principal.- dijo a este, el guardia lo reverencio
Claro señor- dijo, Dios se alejó de el lugar mencionado
Aquel lugar donde solo pocas personas accedían, aquel lugar donde tenía aquellas almas puras que necesitaban renacer en ese tiempo. Dejando atrás lo que había ocurrido antes
Cerró la puerta a su espalda y suspiro cerrando los ojos, oculto sus grandes alas blancas y se recostó en la puerta
Miró el lugar, habían muchas esferas de color blanco y con un núcleo color celeste o amarillo. Eran las almas que seguían ahí, las almas que se pudieron rescatar a la hora del cambio
Llevo su mirada al lado derecho, y frunció el ceño al solo ver una esfera color amarilla. Faltaba una; esas almas eran las que la portadora quería proteger a toda costa, ahí stuvo el alma de los gemelos Itreque
Se acercó ahí curioso, intentando recordar cual era la que faltaba. Miró la de aquella niña, la que tenía en el vientre la menor de los Itreque; pero no estaba la del niño, la del hijo del menor de los Itreque
Su respiración se estanco en su garganta cuando lo comprendió, el niño. Ese niño...
Salió corriendo de ahí de manera rápida, cerrando la puerta antes de irse. Libero sus alas y voló a toda velocidad hacia arriba, donde estaba el portal que lo llevaría directamente a el creador
¡No está!- dijo con voz agitada cuando pasó el portal y estuvo frente a el portador, el cual le miro demasiado confundido. No entendí a qué se refería realmente, así que le pregunto con voz extrañada dejando el cuaderno en la mesa
¿Qué no está?- pregunto sin entender aún a qué se refería Dios
El alma del niño- dijo agitado Dios intentando darse a explicar antes de cometer alguna locura, estaba alterado, confundido y podría decirse que también preocupado; el creador función ceño intentando comprender las palabras que habían soltado los labios del moreno
¿Que niño, Roger?. Explicate- dijo levantándose de su lugar para ir donde el. Si había llegado con esa apariencia a su oficina principal del mundo humano donde manejaba la empresa de su pequeña portadora, era algo de vital importancia. Ya que el jamás había sido descuidado en ese aspecto
Dios pasó sus manos por su rostro exasperado, camino de un lado a otro intentando recordar el nombre que le habían otorgado antes al pequeño
¡Roderick Itreque!- dijo al recordar, casi en un grito. El creador quedó estático ante aquellas palabras, ya entendiendo perfectamente a lo que se refería
¿Estas seguro?- dijo esperanzado de que halla sido un error. Dios lo miro
¿Me ves con cara de que bromeó?- se quejó algo molesto
¡Eso es lo que me preocupa!- se quejó el creador, ahora estaba preocupado- si mi bonita supiera todo...- murmuró
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Editado: 03.01.2024