«Cayó como ceniza
empolvando las cabezas y conciencias
de personas frías, ya ausentes
aquel tizne mancho sus dedos y corazones.
Su subconsciente quedo atrapado en la capsula del pasado
la capsula del masoquismo
fue aquel día el que se repartió ceniza
llanto
ya nadie podía confiar en su prójimo
todos podían llevar la mascara del engaño.
El asesino fue el menos culpable en este caso
y así toco vivir,
con el miedo del asesino
y con la culpa del inocente».
~𝓝𝓲𝓬𝓸𝓵𝓮 𝓒𝓮𝓵𝓮𝓲𝓽𝓪