Capítulo 2

Quiero quitarle la máscara a Scott ante todo el país de la realidad de quién es la escritora real del libro que les está haciendo ganar millones de dólares. Él muy idiota, me depositó 100 dólares por mi libro. ¿En qué cabeza se le ocurría tal cosa? Es un miserable que nunca le importe y me dio la espalda con nuestro hijo. Que nuestro. Con mi bebé, él lo ha desechado como hizo conmigo.

Hablé con Catalina que es la periodista que siempre la editorial le da las primicias de eventos, proyectos o libros que publicaremos. Sabía que la bomba que le soltaría le iba a dar mucho que ganar a ella y yo podría sentirme un poco mejor dándole a conocer al país entero la verdad de todo. Tengo pruebas de lo que digo y serán evidenciadas.

Es un canal de farándula donde ella trabaja y es el más visto del país de todos. Aprovecharé que tengo una buena amistad con ella, ya que yo era la encargada de pasarle los comunicados de todos los eventos y cosas de la editorial. El fin de mi querido Scott está cerca. Al ver en lo que se convertiría ese hombre sentí pena por él.

Le hago una llamada tomándola en dos repiques.

— Hola, Catalina, te tengo una primicia, cariño. Sé que tendrás mucha repercusión con esta nota, te lo aseguro.

— Hola, Paula, que gusto escucharte. — Dice amable — ¿Me puedes adelantar algo? Me causa curiosidad. Dale, dime algo, por favor.

— Ya te envío un audio de voz contándote todo. Entenderás con más claridad a lo que me refiero.

— Ok, Paula, quedó atenta a tu audio. Que tengas un buen día.

Me alisto muy bien para la entrevista, quiero verme, hermosa y regia. Quiero demostrarle que no me ha destruido. Que me vea hermosa, que vea que soy una mujer fuerte y con mucho temple. También hablé con Nicolás, un gran amigo mío y abogado. Le he pedido que redacte un documento donde Scott renuncie a la paternidad de mi bebé, que jamás va a tener derechos sobre él.

Mi amigo me dijo que soy muy dura con él, que un juez tiene que firmarlo. Quería echarse para atrás, pero cuando le mostré el mensaje que me envió, se indignó todo y dijo que en una semana tendría ese documento. La imagen de Scott Treinor empieza a caer en caída libre.

— Paula, ¿Estás segura de hacer eso, amiga? Es algo cruel. Sé que estás herida… piénsalo… bien. — Explica hablándome de todo el proceso — Esto no tiene vuelta atrás.

— ¡Cruel! Lo que él me hizo a mí me hizo si fue cruel, aparte, no quiere a mi bebé. Ya viste el mensaje, hay deja las cosas muy claras — Gruño furiosa — No me voy a arrepentir.

— Te entiendo. — Masculla — Si es un maldito desgraciado al dejarte sola y más rechazar a ese bebé que no tiene la culpa. Cuenta conmigo, Paula.

Llego al canal donde me espera Catalina. Esta mujer sí que irradia belleza. Sabe de antemano que tema vamos a tratar. Me saluda muy cariñosa cuando me ponen los micrófonos en mi cintura y espalda. Está todo listo pasando al set con ella. La nota será en vivo.

— Hola, buenas noches, queridos televidentes. Me encuentro con una mujer excepcional, y una gran amiga, que nos contará sobre la injusticia que le hizo su jefe acabando con su futuro y sus sueños. Sin más preámbulos y que sea ella que les cuente, Paula Arango.

— Hola, Catalina. Muchas gracias por el espacio que me brindaste. Si les contaré la infamia que hizo mi jefe conmigo y  aparte tiene el descaro de echarme sin razones justificadas.

— Cuéntanos, Paula, ¿De qué trata? Me dices que tienes pruebas de lo que contarás. ¿Las trajiste contigo? — Averigua.

— Sí. Si, Carolina. Como te contaba, mi jefe, no solo robó mi libro que hoy en día es el más vendido “Prefiero besar sapos que príncipes” un libro que me llevo escribirlo casi por seis meses, trasnochos para poder culminar los capítulos, sino que me echo sin justificaciones. Tenía mucha ilusión que con ese libro me iría bien, no tenía dudas, pero por ciega firme unos documentos sin leer y ahí están las consecuencias.

— ¿Puedes mostrar las pruebas de lo que dices es cierto, Paula? — Refuta.

Muestro todas las pruebas como son: Mi escrito del libro, los documentos que me dieron que me acreditaba como la escritora, pero no pude hacer nada. No había firmado presionada, el motivo por el cual no pude demandar, sin embargo, si logré que el libro perdiera ventas y que el nombre de la editorial perdiera credibilidad, en especial, Scott, que era el nuevo presidente. Lo sentía por Michael y Louis que eran unas grandes personas.

No me arrepiento de dar la entrevista, sentí un poco de fresquito en mi vida. Había dado a conocer la infamia que me habían hecho. Caí por enamorada e idiota.

Scott quiso demandarme por calumnia, sin embargo, sabía que llevaría las de perder. Son pruebas irrefutables que tengo y todo lo de él era un engaño. Aunque faltaba mi golpe final con lo de mi bebé. También sus padres conocerán toda la historia de lo que su adorado hijo me hizo. Él no tiene perdón de Dios.

Llame a Nicolás después de una semana de la entrevista, vaya el sí que es efectivo, tiene listo mi documento. No puedo perder el tiempo. Le afirmo que pasaré a las dos por el papel que me lo tenga listo y radicado.

Mateo está recostado conmigo en el sillón, sabe que me pasaba algo, siente mi dolor que está a flor de piel. Él me consiente mucho y si pudiera hablar, lo haría para decirme lo que piensa. André también está muy al pendiente de mí. No se encuentra en el país, pero me deja mensajes y cuando puede me llama. Es un gran hombre, al que admiro mucho, le tengo mucho respeto y sobre todo, es un gran amigo mío.