Capítulo 1: "Lie"

Min YoonGi era un estudiante destacado y normal, sacaba buenas calificaciones en su carrera universitaria, pero también sufría de estrés por los exámenes y de vez en cuando iba al karaoke con sus amigos más cercanos. Era alguien esforzado ya que los recursos no le sobraban para nada y sabía que, si no se esforzaba, terminaría hundido en la miseria. Sus padres le advirtieron que no lo apoyarían si estudiaba algo relacionado con la música porque no le dejaría un empleo seguro o exitoso, y para frenarlo, le quitaron los ingresos para un departamento propio en Seúl y para la mercadería. Claramente eso no lo frenó en absoluto y con trabajo logró arrendar un departamento compartido con un estudiante de Danza Contemporánea.

Él no tenía idea de que aquel simple muchacho cambiaría su rutina de estudio y trabajo por completo.

—En realidad, Park JiMin y yo no somos cercanos —respondió mientras dejaba el vaso de agua medio vacío sobre la mesa— Simplemente compartimos departamento porque ninguno de los dos tiene dinero suficiente para irse a uno propio, por lo cual nos vemos obligados a vernos todos los días.

—¡Ah! Hyung~ —gimió.

—Todos los días... —reiteró un tanto ensimismado.

—Oh, Dios mío~ —El sonido de sus jadeos y obscenos quejidos de placer inundaban el cuarto.

—Después de la universidad, tras llegar del trabajo. Siempre nos terminaríamos encontrando al llegar a casa, aunque no fuésemos más que conocidos, y no es molesto ya que ninguno se mete en la vida del otro, tan solo nos limitamos a compartir los quehaceres y cuentas. A veces me toca cocinar, a veces le toca a él. Nos tenemos bien repartidas las tareas —añadió la última frase con un ligero asentir de cabeza y apoyó con tranquilidad las manos en la mesa metálica que tenía en frente.

—Uno de los amigos cercanos del joven JiMin cree que ustedes tienen una relación más cercana de lo que usted describe, YoonGi —aclaró la mujer sentada al otro lado de la mesa, manteniendo sus ojos fijos en los suyos, buscando algún tipo de brillo o señal que le delatase.

—Debió ser ChanYeol quien le dijo eso, pero no es cierto. Él siempre se la pasa especulando cosas por el simple hecho de que vivo con su amigo. Suele venir al departamento seguido —respondió intentando desviar sutilmente el tema que la mujer parecía querer profundizar— Le gusta buscarles un trasfondo a las cosas que realmente no lo tienen.

—Hyung~ —gimió con un tono erótico que no hizo más que excitarle más de lo que ya estaba. Él sabía perfectamente cómo hacerle perder la cordura y le seducía sin piedad durante el sexo. Su piel, su aroma, sus expresiones y cómo se retorcía por debajo de su cuerpo, le hacía querer penetrarlo con cada vez más profundidad. Aunque no tenía intenciones complacerlo del todo, no iba a darle el gusto de obtener lo que quería porque YoonGi... YoonGi quería que JiMin le rogara, sí, quería que le rogase que fuese más rápido, que fuese más violento y que dejara marcadas sus caderas por algún fuerte agarre que esperaba forjar con sus manos para así poder aumentar el ritmo de sus embestidas.

—Maldita sea, JiMin. No aprietes tanto —gruñó mientras le daba la vuelta. No era alguien que le molestase tener a un chico tan sexy frente a él, literalmente en cuatro, pero por sus experiencias anteriores prefería mil veces ver su expresión durante el coito. Eso le excitaba, al igual que los arañazos en su espalda que le indicaban el buen trabajo que estaba haciendo.

—Hyung, muévase —murmuró junto a un sutil vaivén de caderas, buscando que YoonGi cediera ante él y le cogiese de esa manera que tan solo su mayor sabía hacer— Por favor —suplicó avergonzado, pero el deseo de poder desestresarse por el mal día que había tenido gracias a su profesora de danza era mucho más fuerte que su orgullo en la cama.

Necesitaba que le complacieran... necesitaba que YoonGi le complaciera.

—Si lo pides de esa forma, no podría negártelo nunca, bebé —susurró invadiendo el cuello de JiMin, dejando algunas marcas que de seguro después se harían más visibles. Comenzó a moverse de una manera un tanto brusca desde el principio, haciendo que los jadeos y dulces gemidos de su menor adornaran el ambiente.

—¿Recuerda haber visto al joven JiMin actuar de manera extraña ayer 04 de octubre o salir durante la madrugada de hoy? —preguntó la mujer de cabellos oscuros como sus ojos, abriendo una de las carpetas anaranjadas frente a él.

—Ese día no estuve en casa, estuve en el evento de la universidad. Escuché a unos chicos decir que asistirían un par de productores musicales a seleccionar estudiantes para darles trabajo de medio tiempo en sus empresas. Fui sin pensarlo mucho porque parecía una buena oportunidad para conseguir empleo, y después de ello asistí a la fiesta que organizaban los estudiantes. Realmente no soy mucho de ir a ellas, pero tuve ganas de ir y distraerme un poco de los estudios. Hoy es mi día libre así que no importaba si me desvelaba —Se encogió de hombros sin darle mucha importancia, tenía una coartada sólida que más de una persona podría verificar, así que preocupado no estaba... o eso debía aparentar.