Cumandra

Capitulo 8. ¿El fin del secreto?

23 de noviembre. Miércoles

Atenea apretaba sus puños mientras su rostro permanecía con una mirada seria y fría. Trataba de contener sus ganas de atacar a la perra n°1, Lucía, quién estaba copiandose totalmente de su examen de física. Había pasado casi 4 semanas desde que empezaron a dejarle de lado. Aún no había tenido ocasión de hablar el asunto con ellas y su ira por lo que le estaban haciendo sólo había ido escalando.

En cuanto terminó, entregó la prueba de física a su profesor y salió del aula. Ni Ethan, ni Dylan salieron aún, por lo que sólo estaban ellas tres.

—Lucía, Eva, ¿tienen algo que hacer después de clase?— preguntó Atenea.

—Pues no, ¿por?— preguntó Lucía

—Necesitaría hablar algo con vosotras, a solas. Si no les importa quedarse unos minutos después de clase— dijo Atenea

—No, está bien— dijo Lucía

Después de eso salieron Ethan y Dylan. Todos continuaron hablaron animadamente. Bueno, ellos lo hicieron. Atenea no estaba de humor. Tomó dinero y bajó a comprarse algo de comer, la comida siempre le animaba. Ethan bajo con ella

—Atenea, ¿estas bien?— preguntó Ethan.

—Si— respondió Atenea fría y seco

—No lo parece— rebatió Ethan

—Sí te lo dijera, acabaría enfadadome más de lo que estoy. Cuando pase, te contaré- dijo Atenea. Metió a la máquina 2€ y saco un sándwich— Para no pagarlo con nadie, me voy a comer un sándwich

—Haces bien entonces... Perdón si te molestó mi pregunta— dijo Ethan

—No importa. Gracias por preocuparte por mí... Y por ser mi amigo— dijo Atenea

—No hay porque darlas. Me caes bien y es divertido estar contigo. No habría razón para no hacerlo— dijo Ethan. Espero que sigas manteniendo tu promesa después de hablarlo porque existe la posibilidad de que acabe mal.

***

Atenea, Lucía y Eva estaban a las afueras del edificio, en una zona en la que no había gente y podría hablar tranquilas.

—Bueno, ¿de que querías hablar entonces?— preguntó Lucía

—¿Porqué me están dejando de lado?— dijo Atenea

—Que dices, nosotras no te estamos dejando de lado— mintió Lucía

—Lo están haciendo. No solo en clase dejaron de hablarme, sé que no me invitan a quedar tampoco. Ethan me escribió el otro día nada más salir de su piso. Jugamos juntos esa noche y me lo dijo— dijo Atenea— La paciencia no es una de mis virtudes, así que mejor digan la verdad

—Eso fue porque solo invitamos a su novio para que estuvieran juntos— dijo Lucía. La mirada de Atenea se volvia cada vez más fría y afilada

—Mentira... Sé que también invitaron a Dylan, pero no fue porque quedó con sus amigos— dijo Atenea— Les diré mi teoría. Yo nunca les interesé en lo más mínimo, solo fui su puerta para acercarse a Ethan y Dylan. Me usaron y ahora que deje de ser útil, pretenden deshacerse de mí. Por eso me alejan del grupo

Los ojos de Lucía y Eva estaban abiertos como platos. Habia averiguado su plan como si hubiera estado ahí cuando lo hablaron.

—Por sus expresiones me lo tomaré como un sí... Ethan y Dylan son mis amigos y no tengo intenciones de dejarles. Si piensan que eso funcionará, están muy equivocadas— dijo Atenea

—Maldita perra— dijo Eva

—¿Perdona?— dijo Atenea algo ofendida

—Entonces si ya lo sabes, lo mejor para ti es que te quites de enmedio. Sólo estorbas. Ellos ya están saliendo y tu estás interponiendote— dijo Lucía

—Nadie se está metiendo en su relación. Yo solo soy su amiga, quedamos para hacer cosas de amigos como ver anime o jugar videojuegos— dijo Atenea— Además, no me gusta y estoy en algo con alguien— mintió Atenea

—Mentira, que clase de persona quería salir con alguien tan fea como tú. Sólo mírate— dijo Lucía y le señaló

—Por tu bien es mejor que te alejes y ya— dijo Eva

—O qué... ¿Qué me harán? Adelante, las espero— dijo Atenea. Sus rostro estaba serio, su presencia era imponente. En ese momento lo perdió, la faceta que sellaba su verdadera personalidad había caído. El ambiente se tornó pesado.

Cegada por su propia ira inmotivada y por sus aires de grandeza, Lucía trató de golpear a Atenea. En respuesta, antes de siguiera llegar a alzar bien el brazo para darle una cachetada, tenía una mano cubriendole el rostro. Esta misma mano la empujó con fuerza contra su amiga. Ambas cayeron a unos metros, como si hubieran sido derribados por una fuerza mayor.

—Auch, que daño— se quejó Lucía. Sus ojos reflejaron puro miedo al ver a Atenea parada frente a ellas. La presencia imponente que tenía, no les permitía si quiera respirar

—Saben, no les conviene ser mis enemigos. Mucho menos alguien como ustedes, sucias perras baratas, deberían decirme cómo vivir mi vida. Yo la viviré como quiera— dijo Atenea— Nosotros seguiremos siendo amigos, estén o no ahí. Eso no es algo que puedan cambiar. Así que, por su propia seguridad y por si quieren tener una vida larga, deberían de abandonar sus planes... O la próxima vez que eso ocurra, no me contendré

Atenea se dió la vuelta y se marchó allí. Fue entonces cuando las dos jóvenes pudieron respirar de nuevo.

Abuelo, yo lo estaba intentando, con todas mis fuerzas, pero ellas no lo pusieron fácil, supongo que yo tampoco estoy lista para una vida tan tranquila y calmada. Atenea tomó ese día el camino largo a casa, debía calmarse de alguna manera.

═══════════ ∘◦❁◦∘ ══════════

Ara Ara Sayonara❤️




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.