Cupido apunta muy cabrón

CAPÍTULO 5. Entender duele, pero más duele besar sin saber besar.

La madre de René seguía sentada, incapaz de ocultar su desconcierto. René la miro fijamente, la expresión de la mujer era desafiante, pero también cansada. Nunca había visto tal atrevimiento, estaba molesta, y sin embargo también se había emocionado por ese beso.

—Mamá, en serio necesito que intentes tratar de entender. No me gusta James, es solo un amigo. Thiago me gusta, está tratando de ser mejor y me importa mucho.

Cuando acaban de limpiar ella decide entrar al baño, necesitaba calmarse y recapacitar de lo que acaba de hacer, su cara estaba completamente roja. Finalmente se pudo calmar después de un tiempo, logro salir del baño. Thiago estaba recargado en la puerta.

Al verla sintió como es que la vergüenza subía a sus orejas.

—¿Qué fue eso?

—Fue… un impulso. No sé qué pasó realmente, solo sentí que necesitaba hacer algo para demostrarle a mi madre que lo nuestro es real. Enserio lo siento.

—No tienes que disculparte. Fue… inesperado, pero no puedo decir que no me haya gustado — Este acorta la distancia entre ellos. Poniendo ligeramente nerviosa a René —. Aunque me duelen los labios de lo fuerte que fue el beso.

—¿Fui muy ruda? — El chico asiente con la cabeza —. Fue mi primer beso.

—¿Nunca habías besado a nadie? — Esta niega con la cabeza, a lo que Thiago se acerca a esta acorralándola contra la pared —. Tiene que ser con cuidado, porque los labios son frágiles y te puedes hacer daño. Te acercas ligeramente a la persona.

Era una lección de como besar, que ponía la piel de gallina a René, Este mira a los ojos de ella, a centímetros de sus labios.

—¿Quieres que te enseñe? — Esta asiente dejándose llevar por los sentimientos. El chico la toma con cuidado la cara, su mano apoyada en la pared, mientras que con la misma que sujetaba su rostro la enlaza por su oreja, besando con delicadeza sus labios, era un beso corto, y sencillo sin significado realmente.

Pero se sentía demasiado bien. Ella estaba segura de que antes le desagradaba demasiado, pero ahora sus besos eran cálidos, estos se separan a centímetros, sintiendo el sabor a chocolate proveniente de este.

—¿Cómo estuvo? — Le pregunta Thiago mirando a René.

—Chocolatoso.

Ambos escuchan como son llamados de afuera, sin duda su padre había prendido el asador a pesar de haber lasaña, estos picaban carne, mientras se miraban con pequeñas miradas cómplices.

—Thiago, Pásame las pinzas — Le pide el padre. El chico pasa por detrás de René, poniendo la mano de este en la cadera, para estirarse lo suficiente para alcanzarlo, esto puso nerviosa de más a René, que solo lo golpea con un trapo.

—René, llévale lasaña a James.

La mujer seguía un poco molesta, pero ya era menor. Esta asiente dejándose ir con las cosas, pero para su sorpresa James estaba sentado en la acera junto con la bolsa de papel y una lata de cerveza de raíz, era sábado y estos siempre se reunían a estas horas a hacer eso.

—Te miras como si te hubieran roto el corazón — Bromea ella, haciendo que el chico la mire finalmente, este le pide que se siente a su lado, pasando la bolsa, mientras que ella le pasa la lasaña y el tenedor.

Le había traído un pan de crema con fresas, algo que ella amaba. Comían en silencio como si nada, el sábado era un recuento de las cosas que hacían en la semana, más sin embargo estaban aquí sin poder decir algo.

—Me siento raro… — Agrega este finalmente. René toma la lata para comprobar la fecha de caducidad recibiendo un golpe de este mismo en el brazo como siempre —. Es como una nostalgia al enterarme de que eres mujer.

—Creo que tengo dos cosas que me delatan como mujer, James.

Este tarda en entender, pero se ríen, pues ella antes jamás hubiera hecho bromas de ese estilo frente de él.

—Me refiero, a que apenas pude verte como mujer. El verte besar a Thiago fue un balde de agua helada, nunca te había visto así, ni siquiera conmigo — Este deja el plato de comida a un lado haciendo que este lo mire directamente —. ¿Segura de que no hay algo que me ocultes?

Ella traga saliva, sintiéndose presionada. Sabía que no podía contarle a James sobre la farsa de su relación con Thiago, no quería que supiera las verdaderas intenciones que tuvo ese día.

—James, por favor, confía en mí. No hay nada de qué preocuparse.

—Se que me lo ha dicho Enea, Monique e incluso el mismo Thiago, pero como que una parte de mí aun no cree posible que todo parecía que enserio no lo soportabas… — Este se ríe tomando la mano de su amiga —. Renata, eres una chica muy hermosa, que puedes conseguir cualquier persona que quieras. Si algo sale mal con él y que espero que no, sabes que siempre estaré para ti.

—¿Puedo preguntarte algo?

—Claro, lo que quieras.

—¿Qué soy para ti? — La pregunta lo desconcierta, pero supone que es porque estos jamás hablaban de delicadezas como esas.

—Eres la chica más especial que he conocido, no hay nada en el mundo que no haría por ti y lo sabes — El celular de este comienza a sonar, pero sin querer René pone la mano sobre este, sin intenciones de dejar que conteste.




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