Cupido apunta muy cabrón

CAPÍTULO 18. Las mentiras y los mensajes de texto llegan a gran velocidad.

James y Enea estaban en la cabaña principal haciendo algo de comer, pero René estaba sentada en la esquina terminando de leer de unos libros que le había regalado Thiago, sin poder pensar en otra cosa más que en él y sobre todo el beso que se habían dado, la manera en la como esta reaccionó. Ella tomo el libro subiendo a su habitación, y Enea la siguió, al encontrar a su amiga, esta tenía una mirada diferente.

—Enea, ¿Sabes dónde está Thiago? — Pregunto René, tratando de sonar casual, pero sin poder ocultar la preocupación en su voz.

Enea se volvió hacia ella, una expresión cautelosa en su rostro.

—Creo que fue hablar con Enith — Respondió Enea sentándose en la cama de ambas. René sintió un pinchazo en el pecho, como si le hubieran dado una mala noticia, pero el coraje la invadió —. Escuche que le decía a James que tenía algo que arreglar.

—De seguro la falda de la enfermera, el imbécil mujeriego.

René se quedó molesta, caminando de un lado al otro tratando de respirar. De repente un sonido inesperado rompió la tranquilidad de la noche. Desde afuera, una melodía empezó a llenar el aire. René se levantó y fue hacía la ventana, sus ojos llenándose de sorpresa al ver a Thiago en el jardín, rodeado de un pequeño grupo de músicos.

Thiago sostenía una guitarra acústica, algo diferente a lo que siempre creyó también era bueno cantando esta se rio al escuchar como cantaba “Si me llamas amor” intentando sonar como Keanu Reeves, él había recordado que ella amaba esas peliculas. René sintió que su corazón se aceleraba mientras la canción continuaba.

La chica estaba roja, no pudo evitar sentir una mezcla de emociones: La tristeza y el enojo que sentía luchaban ante la esperanza y alegría que sentía al ver el esfuerzo que este estaba haciendo por arreglar las cosas. Enea la puso la mano en el hombro reconfortó.

—Parece que realmente quiere arreglar las cosas contigo — Dijo Enea, sonriendo suavemente.

René asintió, sin quitar los ojos de Thiago. La música continuaba, cada nota y cada palabra penetrando en su corazón. Finalmente, la canción llegó a su fin, y Thiago regreso la guitarra a uno de los músicos, mirando hacia la ventana viendo a René.

—¿Me harás subir? — Esta sonrío, mientras salió de la cabaña, salto hacia él, este se asustó pero estaba contento, de poder hacer algo más que hacerla llorar. Mientras aún seguía en sus brazos este le robó un beso en los labios, que ella se aferro a sentir.

James lo observaba, se sentía orgullo de haberla hecho de cupido, cuando su teléfono vibro en su bolsillo, se extrañó que fuese un mensaje de un numero desconocido, frunció el ceño y desbloqueo la pantalla. Su rostro se oscureció al leer las primeras líneas. Los mensajes eran de Enith, acompañados de capturas de pantalla y fotos que demostraban que la relación entre Thiago y René había sido una farsa desde el principio.

“Pensé que deberías de saber la verdad. Pues después de todo esto inicio porque René estaba enamorada de ti y debían de fingir” James sentía como el coraje empezaba a hervir dentro de él mientras seguía leyendo la conversación de como parecía ser Thiago hablando sobre la relación falsa con René.

Las imágenes y conversaciones dejaban claro que la relación era falsa, pero lo decisivo fue ver como una foto de espaldas, de Thiago besándose con Enith, este tenía la misma ropa con la que en este momento estaba pidiéndole perdón a su amiga.

Se guardó el celular torpemente mientras corría yendo directamente a Thiago, lo empuja para tomarlo de la camisa y darle un puñetazo en la cara, mientras que con la otra mano se lo regresaba dejándolo en el piso.

—¿Qué te pasa? — Pregunta Thiago, mirando la cara de horror de René, quien James la sujetaba de la muñeca.

—¿ENSERIO EL ESTUPIDO ME PREGUNTA? — Dice este lleno de coraje —. ¡BIEN! ¡Te lo diré! Me acabo de enterar de que toda tu maldita relación con René fue una mentira. ¡Todo lo planeó!

René, que estaba atónita, corrió hacia ellos, tratando de intervenir.

—James, por favor, déjame explicarte — Dijo, su voz llena de desesperación —. Si, comenzó como una farsa, pero se convirtió en algo real. Te lo juro. Hay que entrar a hablarlo.

—¿Tu sabias? — James apartó su mirada de Thiago y se centró en René, estaba herido, porque de todas las cosas que se imaginó pasar, pero esto iba lejos de la realidad —. ¿Lo planeaste tú?

René asintió, mientras que las lágrimas llenaron sus ojos.

—Lo siento, se que te fallé, pero nuestros sentimientos ahora son reales. Por favor créeme.

James sacudió la cabeza, con ganas de golpearlo aún más cuando René se acercó a levantarlo.

—¡Estás cegada! — Le alzó la voz —. Si realmente fuera real, él no se habría besado hoy con Enith.

James sacó su teléfono y le mostro la foto a René. La imagen mostraba a Thiago y Enith besándose, esta alza su mirada mirando que ni siquiera había tenido el cinismo de cambiarse de ropa, para al menos negarlo.

—¿Es cierto? — La voz de esta se quebró justo como su corazón.

—Sí, pero no es lo que parece. Enith me besó, y yo…

René en un arrebato de dolor y rabia, le dio una bofetada tan fuerte que el sonido resonó en el aire, Thiago solo sintió como su cachete caliente, para mirarla quien lucía decepcionada.




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