Cupido apunta muy cabrón

CAPÍTULO 21. La noche más hermosa de sus vidas. (Sarcasmo)

Enith se separó como pudo de estos, mientras se acercó lo más rápido que podía hacia la otra pareja, amaba a Thiago, sabía que lo amaba, sabía que el amor verdadero se tenía que luchar, pero entre más se acercaba a Thiago, está más lo alejaba, y en un último intento cuando estaba por llegar esta lo logró detener.

—Thiago, hay un productor que te está buscando — Mintió rápidamente.

El chico frunció el ceño, tratando de esquivarla, pero Enith se mantuvo firme en su agarre, impidiendo que se acercara.

—Tienes que venir conmigo.

—No ahora, Enith. Tengo algo más importante que hacer.

—Lo que sea que tengas que hacer puede esperar — Dice mirando a René con una mirada de que claramente era ella la que se debía de ir.

René sintió una oleada de tristeza y resignación. No quería causar más problemas ni entrar en otro conflicto.

—Estuvieron asombrosos, solo quería decirte eso — Se dio la vuelta, decidida a salir de allí antes de que las cosas se complicaran aún más.

—René, por favor, espera — Suplico Thiago, extendiendo una mano hacia ella.

—Thiago, te dije que esto puede esperar. Tu futuro no — Repitió Enith con firmeza, lo que hizo enojar a Thiago, al mirar a la chica irse.

—Mi futuro se fue al carajo desde que René no está en mi vida — Dice este mirándola seriamente —. Anoche René bebió demasiado, y te juro que la vi tomando en este momento, no sabe tomar. Necesito asegurarme de que ella este bien.

—Thiago, no te entiendo… Lo que paso entre ustedes fue un trato déjala ir ya.

—Para mí, no fue solo trato, para mi cada momento que estuve con ella fue real. Lo que paso esta noche, esa canción es para ella, y si no voy por ella, me voy a arrepentir.

Enith lloró aferrándose a este, para que no se fuera, pero Thiago la apartó, mirándola a los ojos. Odiaba tener que verla de esa manera, le desagradaba, pero aun así la mantenía a su lado, era un egoísta.

—Si te vas terminaremos. No abra vuelta atrás — Le dice está usando la última carta para que él se quedará su lado, pero era lo que ella quería que ella lo dejará ir de una buena vez, porque este odiaba la soledad.

—Iré a verte, pero primero es René — Este sin dudarlo, fue tras de ella, ya estaba decidido a por lo menos hablar, sabía que no podían estar juntos, porque él tenía muchas cosas que arreglar primero con él mismo.

Se detiene abruptamente al ver a Aaron con su moto, ambos se miraron un segundo, sabía lo que significaba lo que paso en el escenario, fue una lucha interna entre acaparar la vista de René, más, sin embargo, Aaron se baja de la moto.

—Enith esta adentro. Terminamos…

—Lo sé. Aún se mira al fondo, alcánzala.

Thiago se subió sin esperar alguna respuesta a lo que este le decía, conduciendo hacia ella. El chico prende las luces para llamar su atención, pero en cambio los malos pensamientos inundaron a René, hasta ahora se dio cuenta de la mala idea que había sido irse sola. La chica apenas voltea mientras trata de disimular tomando su bolso, cuando Thiago se coloca a su lado.

—Puta madre Thiago — Lo maldijo apenas mirarlo.

—Perdón, no quise asustarte. Sube es noche, te llevo a casa.

—¿Qué pasa con Enith? — Pregunta ella, cruzando sus brazos negándose a subirse.

—Terminamos Enith y yo. Ya no estamos juntos. Te lo juro Renata.

Al ver sus ojos René supo que lo que decía debía de creerle. Esta asiente subiéndose como lo solía hacer, pero cuando él estaba por arrancar, se detuvo sentir las manos de René sobre su espalda, lo hizo querer tener la capacidad de detener el tiempo.

Ambos querían detener el tiempo, era difícil tener a alguien que amas tan cerca, pero tan lejos uno del otro, se amaban tanto, pero al intentar protegerse se alejaban y sabían que era lo correcto.

—No quiero ir a casa, mis padres me matan si me ven contigo — Admite esta, sintiéndose culpable.

—No te preocupes… pero ¿A dónde quieres ir?

—No lo sé, solo que sea contigo. No quiero separarme hoy…

—Se a donde ir — Este prendió de nuevo la moto, condujo hacia su propia casa, René se sintió extraña, pero este le tomo la mano, dándole seguridad, mientras la miraba a los ojos.

—Mi familia salió a una boda, puedes estar tranquila — Esta sonrió permitiéndose dejarse llevar por los sentimientos, al entrar a la casa, Thiago la subió rápidamente a su habitación mientras sus risas se escuchaban como si fueran niños haciendo algo prohibido.

La complicidad de ambos queda impregnada cuando al solo mirarse sonrieron.

—Te traeré algo de ropa de mi hermana.

René negó con la cabeza tomando una camisa de él que había en el piso mirando que estaba limpia. Él lo entendió al instante, abriendo la puerta del baño de su cuarto, dejando que René entrará a descambiarse.

El corazón de ella latía con demasiada fuerza. Esta tenía que avisar a casa que no llegaría por lo que primero decide marcarle a Enea.

“René, son las doce” Dice esta dormida “¿Dónde estás?”




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