Cupido apunta muy cabrón

PALABRAS DE AUTOR Y AGRADECIMIENTOS

Esta es la primera historia cien por ciento romántica que escribo, y como a su vez que vuelvo a tomar después de abandonarla. Para escribir este libro pase por muchas cosas tanto físicas, como emocionales, tuve que cambiar y emplear nuevos métodos de escrituras, para poder llegar a usar lo que más amaba de esto: La espontaneidad.

Escribir se estaba comenzando a transformar en un monstruo que me impedía como seguir y me hacía dudar de lo que escribía (Síndrome del impostor) tuve que regresar a mis raíces para poder darme cuenta, de que cuando empecé escribiendo lo hice por mí, y por mi fantástico novio quien a su vez es mi critico más honesto, quien tuvo que sufrir como ustedes, de las cosas que le decía sobre René y Thiago.

Para esta historia me base en lo que más amo, los chicos malos, el “enemies to lover” (Sí, sí que, si lo ponemos en retrospectiva, no es un enemies to lover), y las comedias románticas de esas de Disney para traer la relación entre Thiago y René.

Thiago, y su físico están basados en Michael Clifford de la banda australiana “5sos” y un poco también en Damiano de “Maneskin” (Use dos canciones de estos en este libro) dándole un aspecto roquero y muy de los dos mil, cuando los cuadros estaban de moda, también la personalidad, fue una mezcla entre cosas que me daban gracia de lo que miraba impleméntalo dándole un toque más rebelde y chistoso, para al final darle ese trasfondo coqueto y fiel con René.

René, es un poco más sencillo de definir, la chica físicamente se parece a todas las protagonistas femeninas que tengo, pero la personalidad, se basa en mi hermana menor que esta pronto por entrar a la preparatoria, es irreverente en algunas cosas, hay modos más fácil de hacerlo y esta decide complicarla aun más por la “anécdota de chavos” tomando su propio rumbo lo que me hizo sentir muy cómoda escribiéndolo.

Complementar la relación de ambos, fue bastante sencillo, pues mi mejor etapa fue la preparatoria (Solo fui dos años. Maldita pandemia) cosas que viví con mis amigos, tuvieron presencia como eventos del grupo. Causando algo más dinámico y diverso, que incluso cuando hice la lectura nuevamente del libro para su corrección me encontraba riendo de las mismas cosas que escribí cosas que no me pasan con los otros.

También quise hacer un libro rico en música, como lo es implementar canciones de las bandas de las cuales ahorita me encuentro obsesionada, como lo eran Taylor Swift, Maneskin y entre otras más que ahorita mismo no me vienen a la cabeza.

Para Enea, me basé en mi mejor amigo de preparatoria, y quien se está convirtiendo un productor excepcional: Alejandro Valdez. Quien, sin su ayuda, no estaría escribiendo hoy, me saco del punto más bajo de mi vida, y me impulso a seguir haciendo lo que mejor se hacer, brillar. Te amo, y agradezco todos los días al destino de tenerte en mi vida.

En este mismo espacio, decido agradecerle a mi novio. Emanuel, a quien le dedico cada uno de mis libros y quien durante la escritura de “Cupido apunta muy cabrón” estuvo sufriendo de los cambios de cupido, y como incluso, para el final de esta maravillosa novela, lo tuve al filo de sus emociones haciéndole creer que mataba a Thiago y que René se quedaba con Aaron, simplemente porque quiso decirme que hacer, te amo luna mía, y toma nota: No decirle a tu novia escritora que hacer o matará a tu personaje favorito.

A mi mejor amigo, Esteban, por creer en mí, por siempre decirme las cosas que podría hacer y que las dudas que tenía sobre escribir solamente eran eso, dudas que tenía sobre mí misma. Siempre llevaré en mí como me dabas ideas para implementar.

A mi familia, por apoyarme. En especial a mi hermana menor: Palomita (No se llama así, pero por cuestiones de privacidad:b). Por ser esa adolescente irreverente, contestona, y en algunos momentos insoportable. Sin ti, René no tendría esa personalidad ocurrente y de llevar las cosas de cero a cien, no olvides, que solo se vive una vez. Aprovecha, que tu hermana siempre te apoyara.

A mis queridos lectores. Sin ustedes, sin sus mensajes, no me hubiera armado de valor para volver a sentarme horas en la computadora a reescribir, e incluso expandir esto, gracias por esperar esto, espero que hayan disfrutado tanto como yo lo hice, que los libros los lleven por los mejores mundos.

Y para finalizar, pero no menos importante, a tres lectoras en especial: A Roxana Paula Villegas, Alee Medina y Yazmin Daiana. Gracias por sus comentarios, me hicieron tan feliz y especial que dedicaran horas de su tiempo a leerme.

Les agradece eternamente, Valeria Pérez.




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