Cupido Le Teme Al Amor

11

Capítulo: 10

"Todo lo entiendes a tu manera"

- ¡claro que no! – gritó, dándome las mismas expresiones de su anterior pregunta- todo lo piensas mal, mírame bien, - con sus dedos hacia el movimiento, con la señal de informarme y advertirme que estuviera atento- tú en la habitación que te destiné y yo en la mía. ¿Quedo claro? – cree ser ruda, cuando ni siquiera puede esconder su nerviosismo por unas míseras bromas, quería jugarle una parada con el mismo sarcasmo en el que se esconde. -

- sí, ya te entendí perfectamente, pero dime ¿qué haces los sábados? -le pregunté, evitando ponerla aún más nerviosa, para no hacerle la pregunta directamente solo pregunté por sus sábados, lo más lógico es que ella vaya a verlo o él venga por su ausencia en el café. -

- me quedo a dormir hasta tarde y eso es todo, pero mañana vendrá Samuel así que habrá una excepción. – eso es lo que quería escuchar. -

- bien, no quisiera ser demasiado peso para ti, pero, si me facilitas una lavadora para limpiar mi ropa no estaría nada mal, necesito ponerme algo de ropa mañana. – aprovecharé y haré mi última broma- pero, igual si no quieres, no tengo ningún problema en estar como Dios me trajo al mundo "desnudo" -al decirle eso sabía que sedería aún más rápido, si no se resiste a mis palabras, el tenerme desnudo en su casa la volvería loca, espero que diga que sí, porque de lo contrario lamentablemente tendrá que verme exhibir mi persona. -

-- está bien ¡hazlo!, está en la parte de la lavandería es a la izquierda después de los baños, iré a dormir. – dijo mientras apuntaba nerviosa hacia el pequeño cuarto y subía las escaleras- ¿Cómo podría negarse con esa insinuación tan clara? -

Después de haber explorado toda la casa y haber irrumpido en lugares que no debía, en partes que no habían sido designadas para mí, fui a su patio trasero, me quité el buzo de su adorado samuel, para que este no quedara hecho trizas y allí fue donde finalmente las deje salir, nunca habían estado tanto tiempo por dentro, me gustaba mucho admirarles, es que eran bellas y no había un solo ser en este mundo, que pensara lo contrario, decidí solo estar así unos minutos más, antes de tomar el buzo y ponerlo de nuevo en mi cuerpo, fui a la habitación que Nataly me dijo, procedí a sacarme nuevamente la ropa que llevaba puesta, lavé todo, lo mismo hice con mi cuerpo, mientras me dirigía a aquel cuarto que había sido escogido para mí, decidí antes que nada pasar por el cuarto de Nataly y verla dormir, cualquiera podría decir que era algo raro y estúpido ver descansar a alguien más, pero para mí, era agradable sentir aquella paz que por primera vez en este día, esa chica podía inspirar, si no lo hacía de esa forma nunca la podría ver tan tranquila y sin el sarcasmo de su parte, solo fueron unos minutos, bajé de nuevo a donde debería haber estado desde un principio, procedí a entrar a aquella habitación y dormí. -

Al día siguiente, Nataly se levantó un poco tarde -para ser exacto eran las 2:35 de la tarde, solo es un poco tarde ¿verdad?- al contrario de ella había alguien que si estaba despierto desde temprano y ese era yo, Liam London, como un hombre de promesas me desperté antes de que saliera el sol y ordené el apartamento, limpié todo y preparé desayuno -que patético hablar de desayuno a esta hora- con lo que tenía Nataly en casa, no quise despertarla para no parecer pesado ante ella, así que decidí verla dormir un poco más, antes de que ella despertase, todo lo que estaba sucediendo eran cosas nuevas para mí, podrían sonar ridículas, pero, de mi parte eran un progreso de afecto para la humanidad de la tierra. -cómo lo dije antes tengo unas buenas recetas para cocinar, aunque odie hacer todo eso, debo mantenerme en pie, ya que mi libertad, depende de ella, yo no tengo ningún problema en enamorarlos, pero, quiero por última vez ser un cupido justo y ofrecerle el amor que Nataly pide, "un amor mutuo" -

Nataly

Cuando bajé, al centro de la sala, ya estaba todo arreglado, me pareció algo raro, si no recuerdo mal, anoche la casa quedó patas arriba, como siempre, pero antes de seguir pensando en ello, un peculiar olor llenó mi fosas nasales llevándome hasta la cocina, no podía creer lo que mis ojos alcanzaban a ver, aun no podía mi cerebro copilar toda la información y ocurrencias que pasaban por mi cabeza en ese instante, ¿Cómo puede alguien hacerte pensar tal cosas, hasta el punto de llegar a perder la cordura? había un hombre de cabellos alborotados, exhibiendo su hermoso espaldar de forma alborotadora, con solo una sudadera hasta sus tobillos, podía gobernar el mundo si eso quisiera, se veía tan malditamente sexi cocinando, simplemente era tan impresionante, no soy buena calculando ese tipo de cosas, pero de lo que si estoy segura es que es más alto que samuel, parece ser esculpido a mano por los mismos dioses, se veía perdido en su labor, debo preguntarle si es un dios griego o algo similar, porque nunca alguien podría ser así, estaría la industria del entretenimiento perdiendo dinero sin el allí, creo que ganaría dinero solo con exhibir su cara, pero, si lo hace con su cuerpo, seria millonario, dio un pequeño giro hacia mí y pude ver su rostro, perdiéndome en esos preciosos ojos azules, y ese enorme pecho, digno de ser presumido por un gimnasio, mostraba su torso y por un segundo creí haber desfallecido, su cabello aun alborotado dejaba ver con excelencia su perfil, con esa frente al descubierto estaba segura que a su pasar dejaba amores no correspondido, nariz perfilada y cejas perfectas, ven ya no hablemos de sus labios, carnosos que estilaban su color rojizo por cada lugar de ellos, aun no podía creer lo que veía, ¿acaso anoche estaba ciega? ¿Quién tenía vendado mis ojos? El que fuera el culpable de esto juro que tomaría represaría fuertes sobre él. Todo este panorama es muy bello, pero volví en sí y me di cuenta que solo era Liam London, aquel chico que recogí de la calle la noche pasada, que lástima que no sabe ni quien es, porque no está nada mal, anoche no pude admirar su belleza. -sin pensarlo empecé a reírme de las palabras que pasaban por mi mente, la soledad me estaba afectando, tendré que lidiar con esto rápido-




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.