Capitulo Cuatro

La noche de la llamada...

Como lo sospeche hoy tampoco dormiría, así que decidí quedarme viendo una película. Son la una de la mañana y por alguna razón no he sacado de mi cabeza a la chica del apartamento 305, no puede ser tanta la casualidad, somos vecinos y nunca la había visto, desde que entramos al edificio fue todo tan chistoso y a la vez extraño. Es mi vecina, el mismo edificio, el mismo piso... será el destino, pero porque no antes, porque ahora.

Llevo tres años viviendo aquí y en ese tiempo no escuche que alguien se mudara, doña Juana lo habría avisado a todos los vecinos. Como es que nunca han coincidido en el pasillo, en la entrada. Entre tanto pensar la película termino  y ni siquiera la vi, decido  ponerla de nuevo cuando mi celular suena y es una llamada de un numero desconocido.

— Buenas noches... — respondo esperando sea algo importante.

— soy la chica a la que le mentiste — habla una voz alcoholizada del otro lado de la llamada.

— quien habla — trato de ponerle un nombre a la voz, aunque tengo una idea de quien es.

— Kensy, ya me olvidaste... — río y se escucha otra chica con ella — ahora es mi turno

— turno de que — pregunto confundido

— de meterme en tu casa... — se escuchan más risas — así que decime donde vivis y yo llego

— estas en tu apartamento 

Me levanto y me acerco a la puerta esperando su respuesta pero tarda en llegar, abro y salgo al pasillo con la intensión de ir a su apartamento y ayudar si es que necesitan ayuda.

— no... — silencio — estamos en la sala de Miguel tomando TEQUILA... — hace énfasis en esa palabra, no se quien sea Miguel y mucho menos donde viva, asi que vuelvo a entrar a mi apartamento y enciendo la luz para terminar la llamada.

— así que decime donde vivis... — vuele a insistir

— en tu mismo edificio — digo casi riendo 

Se escuchan risas y algunas cosas caer al suelo, la voz de un chico que las acompaña y una música de fondo. me siento en el sofá esperando ella vuelva al teléfono y varios segundos después lo hace.

— me estas siguiendo... ahora vives cerca de mi... te gusto... — dice muy suave y despacio — te gusta mi amiga—otra chica dice al teléfono.

— no te sigo, vivo aquí ase tres anos...

— No.... tres años... — más risas — bueno, pues voy a tu casa que esta en mi casa y que es tu casa y  mi casa... — cuelga el teléfono

Una sonrisa salió instantáneamente de mis labios y niego con la cabeza, no era para nada la misma Kensy que conocí ase unas horas, se estaba riendo. Miro su número en el registro de llamadas y lo guardo en mis contactos. 

La escuche muy borracha y así no creo regrese a su casa y menos venga aquí, me volví a acostar en el sofá y me concentre en ver la película. A mitad de la película algo llama mi atención, las risas afuera se escuchan lejos como de personas subiendo las escaleras, luego el sonido del ascensor abriéndose y las risas se vuelven mas fuertes y escandalosas, pongo pausa al televisor y me levanto a abrir la puerta con la intriga de saber que sucede, a parte de Kensy, doña Juana y yo, los otros vecinos del tercer piso son personas muy serias y conservadoras así que debe ser alguien extraño o de otro piso.

Al abrir la puerta veo a una chica terminando de subir las escaleras, de pelo largo y castaño con un chico alto y moreno que la sostiene para que no se caiga. Como lo sospeche ellos no son de aquí, me acerco al ascensor para saber quien ríe con tanto ímpetu y no deja que este se cierre. Para mi sorpresa ella si es mi vecina.

— Kensy... — llame su atención y ella dejo de reír por un momento para después salir de un salto y casi caer.

Logre agarrarla de la cintura para que no terminara en el suelo, huele a tequila como ella lo dijo, viste un vestido que no parece su estilo y esta demasiado maquillada para diferencia de lo que vi esa misma tarde. su cabello cae en su rostro y tengo que lanzarlo hasta atrás de su cabeza para poder ver sus ojos y que hace que se calme un poco.

— Kensy guarda silencio, saldrán los vecinos y te meterás en problemas... — hago que camine hasta mi casa ya que la suya esta cerrada y no se si tenga las llaves a mano.

— Vos sos el mentiroso — me dijo acercándose mucho a mi cara

— si lo soy... — la hice entrar y le hice seña al chico el cual me imagino es Miguel y que no se veía nada alcoholizado para que entrara junto a la otra chica.

Así lo hizo cerrando la puerta detrás de el. Sentamos a ambas en el sillón y ellas comenzaron a reír de algo que nosotros desconocíamos, fui a la cocina y serví dos tasas de café para las dos borrachitas que estaban en mi sala.

— ¿Es tu novia.? — pregunte una vez ella se calmaron

— si, de Nicole

— ¿Que paso ? 

— Kensy llamo a Nicole se quedaron de ver y luego ya en el bar ellas me llamaron para que fuera por ellas, las lleve a mi casa, traían como dos botellas de tequila y no me hicieron caso, Kensy te llamo y luego querían conducir, entenderás que no podía dejarlas venir solas no. 

— si, lo sé — me senté esperando que todo haya terminado pero no fue así.

El café no dio resultado y Kensy junto a Nicole estaban todavía riéndose de algo que no entendía, de un momento a otro Kensy comenzó a llorar y luego a reír, se levanto e intento poner música, cosa que le impedí por la hora. 

— mentiroso... — se soltó de mí y se quito los tacones lanzándolos al sillón — deja de seguirme... 

— Kensy, no te estoy si.. — se comenzó a quitar el vestido

— Kensy... Kensy...Kensy.. — su amiga le hace porras mientras su novio trata de callarla.

— no hagas eso... — tome el borde del vestido y evite que ella se lo quitara

— aguafiestas — me dijo casi haciendo un berrinche

Subí el cierre contra su voluntad y la mantuve entre mis brazos por un rato mientras se calma, el chico moreno en el sofá tuvo mas suerte ya que su novia se empezó a quedar dormida.