¿cupido o Destino?

Capitulo Nueve

Una simple pieza en éste gran juego del dominó que es la vida, pudo ser una hoja desprendiendose del árbol y el aire la llevó hasta el lugar donde cumpliría algún propósito, o un niño jugando en la calle que pateo la pelota con dirección a su destino, o un semáforo que cambio a rojo para que dos conductores se detuvieran justo al lado del otro y se enamoraran.

Así hablaría del destino, es como lo imagino aunque a veces quiero creer que todo lo que sucede, hasta el respirar es solo casualidad y no tiene nada que ver con el destino.

Cruzar con una persona más de una vez para mí es casualidad pero luego pienso en la mínima posibilidad de que tenga algún motivo, que encuentro a esa persona más de una vez porque hay un propósito. Luego creeo que es una locura, que mi mente imagina demasiado y soy algun tipo de bola de cristal e invento en mi mente varias teorías, varias razones o situaciones que por lo general o para una persona «normal» no podría siquiera pensarlo.

He inventado miles de razones del porque haberme detenido aquel día en el parque, del porque caminar despacio, del porque conocí a Raúl. Y si el destino tuvo que ver y yo no dejo que las cosas pasen, estaría impidiendo algo natural. 

Creo estar loca al darle tanta importancia a algo tan simple y tan común para muchas personas, pero para mí no es nada común. Para mí esto es como una aventura, o mejor dicho dos. Una en la vida real y la otra en mi cabeza.

Mi imaginacion me hace creer que sucederan cosas que al final no suceden o pasan de forma distinta. Tengo dos retos, vivir el día a día como recomiendan y dejar de crear un futuro en mi mente. Las dos son difíciles.

"¿Te dormiste?" es el ultimo mensaje en mi bandeja, después que dejé el celular en la mesa y me acomodo con Nicole.

"No, tenia lejos el celular" respondo en lo que mi amiga anda en el baño.

"Quiero hacer varias preguntas" el mensaje llega rapido.

"Ok" 

"¿Cuál es tu pasatiempo favorito?" 

"Me gusta bailar y ¿el tuyo?"

Recorde mi intento por aprender ballet, me inscribi en una escuela, pero el día de la pruba no pude asistir no recuerdo porque motivo. Luego con los años fui aprendiendo solo observando, veia videos ena youtube y me inscribi en una clase al año siguiente, el maestro me felicito una sola vez, estaba avanzando... dejé de ir cuando encontre trabajo, ahí quedo todo.

"La música"

"Tocas algun instrumento o cantas..."

"Sé algunos acordes en guitarra... ¿Eso cuenta?"

Una conversación que termino cuando me quede dormida y volvió a comenzar al día siguiente que desperte. Sé que estamos a unos cuantos metros y en cualquier momento puede venir y tocar a mi puerta, pero no lo ha hecho y no espero lo haga. Quiero decir aún es un extraño para mí...

Salgo de casa a trabajar pero la conversación continua, en el almuerzo me acompaña mi celular y el chico que no deja de escribirme. Regreso a casa y en el pasillo me detengo y veo su puerta, ¿Qué pasará en su mundo? Es tan extraño...

Termino de entrar y conecto mi celular al cargador, me olvido un rato de el y voy a la cocina por algo de comer. Es una de esas noches que no pretendo tocar la computadora para trabajar, es una de esas noches que se me antoja solo ver televisión y comer. Veo el Cisne Negro, mientras en la mesa el celular vibra contra la madera.

Un par de dias después tenia una invitación para almorzar con él, como sucedio, bueno... salia de mi apartamento y lo encontre caminando hacía el elevador, sonrei por su manera de saludar, moviendo su mano de lado a lado como un niño pequeño y la sonrisa que lo identifica. Me detuve al estar a unos pasos de él y salude.

— ¿Domingo en familia? — pregunto

— igual que siempre

— ¿Puedo ir? — una propuesta que no me molesto, mas bien me causo ternura

— no lo sé — reí un poco nerviosa

— entiendo — miró hacia el frente, pero hablo inmediatamente — ¿almorzamos cuando regreses? O podemor ir al cine

— almorzar, estaré a la una aquí

Sonrió como si hubiera ganado algo. Yo sonrei porque tenia esa sensación de miedo por hacer algo nuevo. 

La mañana de un domingo no se me habia hecho tan lenta pero hoy se siente como si los minutos no pasarán a la velocidad de siemprela. Por alguna razón quiero que sea medio día e irme.

— ¿Cómo te fue con Erick? — mamá me pregunta al sentarse a mi lado

— muy bien, es muy divertido... no lo recordaba asi, creí seria prepotente — confese

Mamá se rió y golpeo mi pierna — que bueno haya vuelto a hablar, ya no te sumerjas tanto en el trabajo, la vida se va muy rapido y puede no la disfrutes lo suficiente por pensar en el futuro.

Las palabras de mi mamá siempre me hacen pensar y al final recapacitar. No sé como pero siempre tiene razón. 

Creo que es momento de vivir...



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En el texto hay: juvenil, vidas cruzadas, amor

Editado: 17.07.2019

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