Cupido Rebelde

Capítulo 14

Lay

Viernes, 15 de septiembre 2:15 p.m.

Siento que todo saldrá mal.

No soy Dios, ni adivino, pero tengo presentimientos y siempre acierto.

Eso de que a Eddy de la noche a la mañana le interese demasiado Bianca, se lo cree solo ella, de verdad solo ella, porque todos creen que Eddy está jugando sus sentimientos.

Ni me atrevo a decirle lo que hablan de ella por los pasillos, porque es una chica que le afecta lo que piensen los demás de todo lo que haga o diga y eso es una mierda que quiero cambiar antes de irme, y por lo que veo, no será fácil.

Erick es un insensato de mierda, él se ha encargado de esparcir rumores de su mejor amigo por simple envidia de que Bianca no le dé ni la hora.

Para este tonto viaje al que Bianca esta más que emocionada, tuve que comprar ropa y una maleta.

Esperamos a que Eddy traiga la camioneta en la que iremos Lisa, Eduardo, Bianca y yo. En otras dos irá Erick, unas amigas de Lisa y un par de chicos con sus parejas.

En cuanto lo tenemos en frente metemos las maletas y vamos a subirnos, Bianca piensa en sentarse en el asiento de copiloto y Lisa también por lo que ambas tienen la mano en la manija.

Se miran y todos quedamos en suspenso, Bianca es la primera en apartar la mano disculpándose. ¿Por qué se disculpa? Ella es la que se tiene que sentar adelante.

Se sube en el asiento trasero en entre Edduardo y yo.

Y Eduardo no piensa quedarse callado.

—Estuvo muy mal lo que hiciste Lisa.

—¿Qué hice?

—No te hagas, Bianca es la pareja de Eddy, por ley se sienta adelante… tu eres mejor amiga, grábatelo.

Le saca el dedo y mira a Bianca con falsa disculpa que se nota a millones de kilómetros.

—Lo siento de verdad, es la costumbre.

—No hay problema —contesta Bianca con su clásica vocecita de “no pasa nada” cuando si pasa y mucho.

Es que a Bianca no le gusta los problemas y tampoco se da cuenta que Lisa es una víbora que no quiere ver a su “amigo” feliz.

Y Eddy ni “A” dijo sobre eso. Fuera mi chica le digo a mi amiga que hizo mal, porque quiero salir con ella, impresionarla y no mandarla atrás con los demás.

—No hay problema, no hay problema… claro que lo hay, tu deberías estar adelante —Bianca lo toma del brazo calmándolo y Eduardo apacigua su mal humor, yo más que nadie lo entiendo.

Entre Eduardo y yo nos encargamos de alegrarle el paseo a Bianca y lo logramos, nos divertimos más que los dos de adelante, cantando, contándonos chistes y conversando de lo que sea, incluso del concierto al que fuimos que no me gustó ninguna canción.

—Ay ya cállense —espeta Lisa molesta.

—¿Qué te pasa? Que estés amargada, no quiere decir que los demás lo estaremos.

Eddy la mira de reojo y se queda callado nuevamente. No ha dicho nada en todo el camino y tampoco ha apartado la mirada de Bianca.

Me confesó que le da celos vernos juntos y ahora quiero darle motivos para hacerlo de verdad, aunque no debería sabotear mi propio trabajo.

Nos bajamos del auto y me llevo a Bianca aparte de los chicos mientras bajan las maletas.

—¿Por qué le cediste el puesto, loca?

—No quería problemas, que tal que Eddy se molestara porque fui grosera con ella.

—Que se aguante, tú estás saliendo con él ahora —miro por encima de Bianca como Eddy nos mira de reojo con seriedad. Acaricio el cabello de Bianca con dulzura esperando que le hierva la sangre de la rabia—no te dejes pisotear —le digo con seriedad, pero para los demás debo decirlo con dulzura.

—Si, pero deja de acariciarme que Eddy pensará que en verdad te gusto.

—Es un inseguro, además no te puede prohibir nada, mientras él hace lo mismo con Lisa —su semblante cambia.

No lo sabía, no sabía que Eddy se la pasa día y noche acariciando y tocando a Lisa de alguna manera, porque al igual que ella tiene una obsesión por él, Eddy la tiene por Lisa.

—Vamos —la rodeo por los hombros en lo que nos acercamos a los demás por nuestras cosas.

—¿Cómo nos distribuiremos las habitaciones? —pregunta Eduardo con pocas ganas de compartirla con los demás.

—Puedes dormir conmigo —le sugiero y alza las cejas con picardía, me causa tanta gracia que le sigo el juego.

—Ok —chocamos palmas.

—Bianca conmigo —habla Lisa sin ganas.

—Que se quede con Eddy.

—No —decimos Lisa y yo, dejando extrañados a todos los presentes.

—Digo, sus padres…

—Tiene razón, soy mala mintiendo y lo primero que me preguntarán es eso —alega Bianca para apaciguar las aguas.

—Si, eso mismo —agrega Lisa un tanto incomoda.

Extraño.

Nos reunimos con los demás adentro donde nos saludamos antes de irnos a instalar a las habitaciones. Varios se van a preparar la parrilla para la barbacoa la cual el encargado es Eddy.

Igual a su padre.

Eduardo y yo subimos a descansar o más bien a alejarnos de esos ineptos. El primo de Lisa me agrada porque no es alguien que intenta encajar, te dice y te demuestra que, si algo no le agrada, te lo hará saber. Y no va a hacer nada para cambiar su forma de ser.

—Solo vine por Bianca, pero te juro que estaría muy bien en mi casa viendo películas y hartando palomitas hasta reventar.

—Dímelo a mí que odio a las personas, eres el único dentro de esa escuela que no finge algo que no es —asiente dándome la razón.

—Por eso no hablo con nadie, salvo Bianca, el mejor amigo de Bianca era otro insoportable, no sé si lo llegaste a conocer, Tomás —niego—mejor, no te pierdes de nada, pero si trataba bien a Bianca me consta.

—¿Por qué Lisa es así?

—Dímelo tú, que saliste con ella un tiempo… es así de nacimiento —se recuesta en la cama—ni yo la soporto.

—Se les nota —suelta una risa burlesca.

Bianca entra sin siquiera tocar y cierra tras de sí soltando un pesado suspiro para luego recriminarnos con la mirada.




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