Cupido Rebelde

Capítulo 29

Eddy

Viernes, 23 de noviembre 9:58 p.m.

Limpio las lágrimas con restos de maquillaje corrido de su hermoso rostro.

Siempre supe que nuestra amistad y relación en general era extraña. Yo sentía que me quería, pero después me ignoraba saliendo con otro chico y seso me hacía sentir que jugaba conmigo, ahora entiendo el porqué.

Pude haber superado esto desde hace años si las cosas hubieran sido claras entre los tres, nunca he sido prejuicioso ni homofóbico y mi familia tampoco y por parte de Bianca al parecer no. Si tan solo Lisa se hubiera abierto con nosotros, conmigo, podríamos haber hecho las cosas diferente.

—Ya no llores, la peor parte pasó —le sonrío tratando de transmitirle seguridad.

—Espero que logres perdonarme algún día, Eddy porque en verdad para mi tu amistad es muy valiosa.

Acaricio su mejilla tiernamente, ella toma mi mano apretándola con delicadeza.

—No voy a negar que, si estoy molesto porque jugaste con mis sentimientos por años, pero te entiendo y te perdono Lisa, debió haber sido muy difícil lo que pasaste y no poder hablarlo con alguien por miedo, aunque me tenías a mí, soy tu mejor amigo.

—Tenía miedo a como reaccionarías si te lo contaba.

—Justo como ahora, normal, no eres la primera, ni la última chica que es lesbiana —sonríe—aunque no voy a negar que no tomaste las mejores decisiones.

—Lo sé —ambos miramos hacia arriba—se fue, ve tras ella —niego suspirando.

—Creo que ya no le gusto.

—Imposible, ella te ama desde niños —vuelvo a negar.

—Ya no, creo que ahora le gusta Lay —se muerde el labio pensando y no puedo evitar perderme en ellos, aún queda ese sentimiento de atracción, aunque ella jamás me vea de esa manera.

Al final, nuestra amistad era un triángulo amoroso, Bianca enamorada de mí, yo de Lisa y ella de Bianca por tantos años.

Increíble.

—No importa si lo crees o no, debes hablar con ella, ve corre —me empuja y me levanto.

—¿Qué le digo?

—Que la quieres, que no la quieres perder, no sé, lo que te salga del corazón. Corre.

Bajo las gradas casi corriendo. La busco en el gimnasio y no la encuentro.

Me cruzo con Eduardo que ya está borracho, sin embargo, me reconoce.

—¿Bianca?

—Se acaba de ir.

Salgo hacia los estacionamientos encontrándola a punto de subirse a su auto.

—Bianca espera… —me detengo frente a ella respirando con pesadez.

—Eddy, ¿Cómo les fue?

—Bien, eh… Bianca yo… no sé qué decirte, creo que ya no te intereso tanto como antes y sé que fui un estúpido indeciso que no supo valorarte y estoy a punto de perderte y no quiero, te juro que no quiero que te alejes de mí, porque me gustas —tomo su mano y ella se queda mirándola unos largos segundos para posar su otra mano sobre la mía.

—Eddy, te quiero, aun lo hago, pero ya no es igual, y es por mí. Siento que me he humillado demasiado por tratar de llamar tu atención y ahora necesito un descanso, no sé si mis sentimientos hacia ti disminuyan con el tiempo o se mantengan, pero ahora no puedo aceptarte sin sentirme mal conmigo misma y sentir recelo y desconfianza hacia ti.

La suelto derrotando, arrepentido y enojado conmigo mismo por haber perdido la oportunidad de estar con ella.

—Entiendo… si decides iniciar algo con Lay, los apoyaré, he notado y más esta noche, noté como se miran; se quieren y lo sé porque tú me mirabas así, pero no supe valorarlo. Espero que el sí sea el indicado.

—Gracias Eddy, pero no creo que suceda eso tampoco, Lay me rechazó —dice con dolor en sus palabras.

—Lo siento —se encoge de hombros.

—Me voy a casa, nos vemos el lunes —asiento retrocediendo para dejarla partir.

Lay quizás tenga dudas porque lo que pasó entre nosotros es reciente. De lo que si estoy seguro es que se quieren y si está dudando, la va a perder como yo lo hice.

***

¡Holiwis!

Capítulo corto que no podía faltar.

Espero que le haya gustado.

¡Bye! ¡Bye!




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.