Capítulo 2
El reloj de la habitación comenzó a sonar a las seis de la mañana como todos los días, una mano surgió debajo de las cobijas para apagarlo, de inmediato un joven de cabello negro bastante despeinado se levantó para comenzar con su rutina del día, dobló sus cobijas volviendo a acomodarlas en un rincón del lugar, después de todo, ese lugar no sólo fungía como su habitación, también era la sala de estar y a su madre no le gustaba encontrarse con su cama improvisada cuando hacía la limpieza. Una vez terminó con eso, fue a tomar un baño, sintiéndose como nuevo al salir encontró a su madre en su lugar habitual de la sala trabajando en su máquina de costura por lo que se acercó a ella abrazándola por la espalda
—Ma, ¿Qué haces despierta tan temprano?, volviste algo tarde del hospital, deberías estar durmiendo.
—No es nada Pat, además debo entregar esta ropa hoy. —Respondió su madre regresando a su tarea en la máquina de coser, el joven llamado Pat asintió comprendiendo a su madre y comenzó a arreglar su mochila listo para comenzar su jornada laboral
—Debo irme madre, recuerda que hoy es mí turno de ir a cuidar a Kate, así que espero vayas a dormir temprano hoy. —Señaló Pat dándole un pequeño beso en la mejilla antes de salir del departamento escuchando la voz de su madre indicándole que tuviera cuidado, una vez fuera emprendió su camino hacia el restaurante en que laboraba desde hace dos meses debido a que se encontraba de vacaciones y el restaurante estudiantil en el que usualmente trabajaba se encontraba cerrado, cuando lo contrataron se había sentido tan aliviado, ya que, a pesar de tener que trabajar todo el día, la paga lo valía y Dios sabía muy bien que necesitaban cada centavo que pudieran ganar.
Al momento de atravesar la calle que lo llevaba al restaurante no pudo evitar volver a sentir lo que llevaba sintiendo desde hace un par de semanas, que alguien lo vigilaba siempre que entraba y salía del restaurante e, incluso, cuando se encontraba dentro del establecimiento, miró hacia los lados con disimulo percatándose de un auto color negro bastante lujoso aparcado en la acera, desde donde se encontraba no lograba ver a la persona tras el volante, hizo un amago de acercarse al vehículo, cuando este comenzó a alejarse del lugar con rumbo desconocido, Pat lo observó alejarse hasta perderlo de vista confundido por lo que últimamente pasaba en su día a día
—¿Qué estás haciendo ahí de pie como tonto? —Escucho una voz que sonaba a sus espaldas al mismo tiempo que una mano le daba ligeros golpes en la espalda, el joven se giró encontrándose con uno de sus compañeros de trabajo y amigo
—Volví a tener la sensación de que me estaban siguiendo, había un auto negro justo frente al restaurante y podía jurar que, quien fuera que estuviera dentro, me estaba observando. —Respondió Pat señalando hacia donde el auto se había encontrado
—¿Ahora ya te sigue en auto?, esa tipa está escalando bastante rápido. —Dijo su amigo, quien había sido de los primeros en notar la frecuencia de Sophie en el restaurante, los primeros días creyó que sólo era una coincidencia, después cayó en la cuenta que esa mujer iba específicamente para ver a Pat, cosa que ya le había advertido al joven, pero este lo había negado—. Al ritmo que va Pat, se acercara a hablarte por fin esta noche, o tal vez si es una secuestradora y este es el último día que estás con nosotros.
—No bromees con eso Parker, la verdad eso es lo último que necesito.
—Creo que deberías encararla, cuestionarle la razón detrás de su acoso hacia ti. —Sugirió el hombre con el nombre de Parker
—No lo sé, posible que solo sea una coincidencia, una aterradora coincidencia. —Su amigo soltó una risa y abrazándolo por los hombros ambos entraron al restaurante para comenzar con su turno, pero antes de salir a la cocina su mejor amigo lo detuvo
—Por cierto, ¿Cómo te fue con Allison?, ¿Al fin el pequeño Pat ya es un hombre?
—Ah eso. —Dijo el chico recordando apenado donde había estado después de salir de trabajar—. Pues estuvimos a punto de hacerlo, pero mi madre me llamó diciendo que necesitaba algo y no pude ignorarlo.
—¿Qué voy a hacer contigo Pat?, ya tienes 23, a este paso seguirás virgen hasta los treinta o la tumba. —Regañó Parker negando con la cabeza, su amigo ya llevaba mucho tiempo queriendo tener intimidad con una mujer, pero debido a la familia del joven, era complicado encontrar tiempo para ello—. Imagino que Allison se molestó por ello.
—Imaginas bien, no podrá funcionar nada con ella, la mujer que esté conmigo sabrá respetar el hecho de que mi familia es más importante.
—En eso tienes razón, vamos, es hora de trabajar.
Frenético, así era como Pat podría describir ese día, parecía que todas las familias de la ciudad habían decidido ir a comer al restaurante al mismo tiempo, sin poder dejar de preparar hamburguesas fue como pasó la mayor parte de su día, sólo hasta casi tres horas de terminar su turno fue que su jefe lo envió a las cajas para hacerlo descansar un poco, aunque Pat prefería estar detrás donde no tuviera que lidiar con la gente, sabía que eso podía usarlo de práctica para cuándo comenzará a ejercer su carrera, estudiar leyes era lo que más le emocionaba de su vida y debía acostumbrarse al trato con la gente
—Llevaré sólo un refresco chico, por favor. —Escuchó que dijo la mujer que seguía en la fila, Pat levantó la mirada encontrándose por primera vez con la mujer que su amigo Parker decía lo estaba acosando, ella parecía estar viéndolo con atención por primera vez, sus ojos estaban abiertos con sorpresa, tal vez ella no esperaba estar así de cerca de él, de igual forma Pat también se había quedado mudo, esperaba ser más alto que la mujer, pero sus estaturas era parecidas, sus ojos se paseaban por toda la mujer, desde su cabello rojizo, hasta su forma de vestir tan sofisticada, y, lo que más intrigó a Pat, sus ojos oscuros y vacíos