Mi regreso a la escuela es raro, ya ha pasado todo un mes y la mitad de otro desde que… me hicieron un ciborg, no culpo a nadie, fue una cadena de decisiones y ser lo que soy ahora no es malo. Solo sigo extrañando comer y nadar, con razón Lewis le encanta tanto hacerlo, cuando se te es negado y después de tanto puede hacerlo es emocionante. Mi cabello ha crecido y vuelvo a parecer un humano, el padre de Lewis y el de Satoru hicieron un gran trabajo recreando cada aspecto de mi piel original, me hace sentir humano de vuelta. Los demás solo piensan que tuve un accidente, me recuperé y ahora he vuelto a la escuela, Kit no les contó mucho, solo que tuve un accidente.
Como vamos en diferentes grados soltó la noticia y dejo que los rumores hicieran los demás. Todos parecen tener su lugar, excepto yo, Lewis y Grace toman su lugar en la mesa de la cafetería y Satoru va hacia sus amigos amantes de la tecnología, es muy irónico que tengan un androide entre ellos y aspiren a construir uno. No puedo unirme al grupo de Satoru, sería muy raro y jamás me he llevado bien o mal con ellos; tampoco puedo unirme a Lewis y Grace, para sentarme en las mesas debo pedir comida que ya no puedo digerir, odio esa regla de "No acaparadores a la hora del almuerzo". Mi única opción para rellenar media hora es ir al enorme patio escolar, cerca de las gradas, tal vez regrese al atletismo en meses, tengo que adecuarme a mi nueva fuerza. Kit hace lo suyo y aparece a mi lado, casi no he hablado con él por la escuela y mi capacitación de ciborg. Jamás hemos hablado o tocado el tema de su autorización.
— Con que autorizaste mi última cirugía —le dejo mis intenciones bien claras de esta conversación, no pensó bien en las consecuencias.
— Oye, era la única opción y cuando me enteré que Lewis era un androide no pude evitarlo e hice lo que pude para convencer a su padre, sabía que tenías mucho que hacer.
— Sí, es una segunda oportunidad, pero se te olvidó una pequeña cosa… ¡Papá no sabe nada de esto! —que mi papá esté al margen de que soy un ciborg es escalofriante, ha de pensar que estoy muerto y, sobre todo, si me ve no habrá manera de explicarle nada, es demasiado terco.
— El señor Redfield está dispuesto a pagar, sabe que no te pedimos tu opinión y lo quiere compensar —quiero mucho a mi hermano, pero no pensó en las consecuencias que hay y que cualquiera con buen ojo podría descubrir—. Cuando se calme podríamos revelarle todo, él trabaja en Joycon Robotics, no le sorprenderá tanto.
— ¿Y qué se supone que diga, “papá, soy un ciborg y casi todo mi cuerpo es de metal”? Ya odia a la familia de Lewis, una demanda será el menor de sus problemas, no significa que te odie o no aprecie la segunda oportunidad, solo digo que ahora tendremos que enfrentarnos a muchos problemas, no solo para mí, también podrías estar en peligro, si Lewis no te lo dijo, estoy hecho por el mayor rival de Mayson Industries, ya es malo con tener al hijo de compañero.
— Ya sé, ya sé, pero no lo sabe aún, para todos sobreviviste a un accidente y punto, si no te expones o te exponen seguirá siendo un secreto. Por cierto, y creo que ya sabías que lo diría, pero…
— No siento nada si preguntas, no estamos hechos todavía para sentir y esas cosas, si hablamos de las grandes ventajas, ahora es más fácil saber cómo se usan los dispositivos, jugar videojuegos ya tiene otra definición para mí —Satoru fue el que me enseñó a conectarme a las consolas y a mi laptop, me dijo que sería genial, resultó ser mentira, en realidad es glorioso. Es como sumergirse en el propio juego y explorarlo por tu cuenta, los enemigos se ven más realistas y amenazadores, en los juegos de terror tenía que conectarme por bluetooth porque me llegaba a desconectar—. Lo demás es secreto de Estado.
Se molesta cuando le digo eso, es mi forma de decirle que es muy privado, demasiado para él, y que revelarlo me costaría la cabeza, en este caso es muy directo, mi única parte humana es mi cabeza. El resto del día es igual a mi primer día de clases, solo que dan un discurso de superación en lugar de un discurso absurdo de bienvenida. Lewis me cubre bien hablando sobre las cirugías y que era de los primeros en esperar el resultado, lo que me haría llorar si pudiera. Al finalizar la clase, me avisa que tenemos que ir a Hanko Robotics, quieren comprobar que funcione bien y me haya adecuado a tal nivel de tecnología y tienen un asunto pendiente, esa exposición de robótica sí existe y van a participar. Las clases terminan y no sé si sentirme bien o mal, volví una vez más, pero tengo muchas limitaciones, más de las que quisiera soportar.
Hanko Robotics es diferente esta vez, hace que todo un año de esperar en la entrada no sea nada. La rutina parece ser la misma, ambos caminando hacia el enorme edificio del que no es visible donde acaba para mí, con Satoru mandando miles de mensajes a sus amigos, encajó tan bien en una semana y también dice que quieren construir un androide con ayuda del club de robótica, que no quieren ayudarlos por su desconfianza, Satoru lo encuentra gracioso y que si supieran su secreto lo pondrían en un trono, sueñan con conocer o construir uno.
— Lewis, Satoru, sus padres los esperan; amiguito de Lewis, a la zona de espera.
— Esta vez no, papá lo necesita, puedes llamarle si no me crees —Lewis le notifica a David que, por primera vez, pasaré más lejos de la zona de espera, y después de llamarle, me deja pasar—. ¡Gracias, David!
Estoy tan impresionado por lo que alberga en las salas detrás de los cristales enormes y transparentes que se pueden volver paredes grises con tocar un botón, muchos trabajadores lo hicieron al verme, como si fuera a filtrarles algo, es de malas personas y técnicamente construyeron al actual yo. Me deja pasar a la sala donde el padre de Lewis y de Satoru hacen su magia sin pasar por tantos sistemas de seguridad. Soy recibido por un chico alto, delgado, pálido como Drácula y de cabello oscuro que hace de asistente.