Satoru me sigue a otro laboratorio vacío con los prototipos de la siguiente generación, mi padre prometió ir programando al menos a dos para cerrar con broche de oro a nuestra generación con dos androides y un ciborg, nada mal considerando las circunstancias. Al entrar veo a cinco de estos acostados en la mesa enorme de metal, como son un cascarón vacío, por decirlo de alguna manera, es lo mejor que pueden hacer. Cada uno es diferente a los otros, representando una raza y estilo de cabello diferente, pero todos siguen con la carcasa expuesta, es de color negro brillante, cortes hechos con láser que los hacen lucir más futuristas de lo que pretendía mi diseño original y lo más sorprendente es que tienen luces neón bajo los bordes de cada pieza, pueden brillar en la oscuridad, si ellos quieren. Son tal y como era la línea 4 en su momento, como eran mis antecesores debía saber todo sobre ellos como parte de mi aprendizaje natural, papá jamás me dijo porque los cancelaron, ya estaban activados y en funcionamiento, un día les avisaron que el proyecto no era un éxito, por razones también desconocidas, y papá me ha admitido que él junto con sus compañeros los dejaron ir, me sorprende no haberme encontrado con uno.
— Han de haber hecho uno especial para encajar en un lugar —Satoru les echa un vistazo a esos androides vacíos, son como un cascarón vacío que podría rellenar si quisiera, pero tendría problemas al chico que programe, debe adaptarse a su tecnología.
— Creo que retomaron la idea de tener diferentes androides con características diferentes entre sí, como las líneas de Barbie con colores de piel y cabello diferente para que alguien se pueda identificar —le explico tocando el tema de quienes estuvieron antes que nosotros.
El primer modelo es el chico rubio y blanco, el segundo caucásico con cabello castaño y ondulado, se parece un poco a mí, el tercero es de piel oscura y tiene cabello corto en una zona y cabello largo en la parte de arriba, lo hace lucir genial, el cuarto es asiático con cabello largo, negro y con puntas de color rojo y el último es blanco con cabello rojizo rizado. todos están vestidos con un traje de manga corta que va desde su cuello a sus rodillas de color negro y su número de serie en el pecho.
— ¿Sabes? Quisiera que papá nos dejara experimentar con uno de ellos, ya sabes, para crear a un androide, a uno de nosotros —le digo a Satoru una gran idea, somos androides, yo antes era uno, podemos programar a uno desde cero, sería un gran cambio entre nuestra generación y la sexta, androides creados por androides, técnicamente ellos son casi iguales a nosotros hablando del funcionamiento, solo tienen más funciones físicas, ya cuando los programen tendrán diferencias más marcadas.
— Yo también, sería dar origen a personas como nosotros, pero no creo que nuestros creadores quieran, estos androides son nuevos y demasiado costosos para arruinarlos.
— Tengo una copia de mí mismo en mi celular, créeme que si la descargo en uno de ellos no le pasaría nada después de borrarle los datos. Hagamos esto, les pedimos permiso, si nos dicen que no la idea se queda ahí, si aceptan entonces experimentemos con uno de ellos y crearemos a uno de nosotros.
En media semana nos animamos a decirle a nuestros padres y creadores tras organizarnos mejor, Nathan sigue en la escuela probando el taller de alfarería, cuya pasión por la alfarería surgió en nuestros intentos de probar algo nuevo para él, y Satoru no tiene ningún plan con sus amigos. Los pillamos en un buen momento, Terry se ha ido por su café. Ambos están en su escritorio compartido haciendo un guión para la exhibición, les avisamos que necesitamos decirles algo y se ponen tan atentos como un depredador mirando a su presa.
— Queremos hacer un trato con ustedes, es sobre probar nuestro potencial —inicio yo nervioso por su posible respuesta, papá tiene sus límites en casi cualquier momento.
— Ya dijimos que nosotros haremos la planeación, días antes nosotros les diremos que dirán —mi papá piensa que se trata de la exhibición, ellos quieren hacerlo todo por su cuenta.
— Tal vez deberían encargarse de eso, no sabemos qué hacer uno de los prototipos de la nueva generación, el cuerpo sintético que hacemos para Nathan ha acortado el presupuesto de los prototipos.
— ¿Y qué harán con el que sobre? No creo que vayan a tirarlo o desarmarlo, sería más dinero en vano —Satoru les sigue la corriente sacando información disimuladamente.
— No lo sabemos, tal vez lo dejemos en la bodega hasta recuperar la inversión, no tenemos ese beneficio —continua Akiro cerrando su cuaderno y volteando hacia nosotros.
— Si así lo dicen, queremos programar a uno de ellos por nuestra propia cuenta, queremos probar nuestro potencial como androides haciendo a otro de nosotros, podemos hacerlo, solo necesitamos probarlo con su ayuda —les propongo programar a uno de los androides, queremos hacerlo por nuestra cuenta y saber cómo fue hacernos a nosotros.
— ¿Bajo qué circunstancias lo harían? Recuerden que hacerlos a ustedes no fue tan fácil, se requiere más que inteligencia y talento, necesitan paciencia programando y corrigiendo y flexibilidad a la hora de encenderlo y ayudarlo a entender quién es él —mi padre nos hace dudar de si realmente queremos o podemos hacerlo, juega bien con las palabras.
— Tiene razón, podrán hacerlo y programar en buen tiempo al androide, pero piensen en esto: ¿Están dispuestos a encargarse de una persona y llevarla al mismo nivel al que están ustedes? Crear un androide es lo más parecido a ser padre, no lo digo porque los creamos como jóvenes de 17 años por ahora, lo digo por lo complejo de tal labor, criar a un androide desde cero es igual a educar a un hijo.