Si pudiera describir una palabra para describir la Exposición es Enorme, con mayúscula si es posible, como es en Los Ángeles, una ciudad que no había visitado nunca, paso la mitad del fin de semana explorando las calles de la ciudad, consiguiendo entrar a parques temáticos de empresas famosas, a un estudio de grabación, evitando lugares o atracciones que se relacionen con agua. El día de hoy, sábado, es el evento oficial en un auditorio del que no sé su nombre, nos llevaron ahí en una camioneta negra. Como cualquier exposición o feria temática como la comic-con, cada genio creativo tiene su propio puesto en donde expone uno de sus inventos, ya sea el principal en donde me toca participar o los adicionales para promover de paso otros productos que podrían ser útiles.
En nuestro puesto, Lewis, Satoru y sus padres están alistando las decoraciones y haciéndoles cambios de último momento a unos cuerpos robóticos que estaban probando el día que me atropellaron, también les ayuda el asistente sin nombre, pero casi siempre se la pasa escribiendo en su Tablet. Como es un evento privado con grabaciones prohibidas y en mi gafete marca que soy un ciborg, tengo que ir por ahí sin la piel falsa y todo eso, se siente como si estuviera desnudo, a Satoru no le afecta y sigue cargando los carteles enormes que Lewis los alinea con los bordes de las paredes. Como no tengo nada que hacer, me dejan pasear por todo el lugar terminando los últimos detalles antes de iniciar formalmente, el organizador del evento ni ha llegado. Nuestro puesto está bien considerando a otros que no tienen buen gusto y son los que tienen robots enfocados en el ejército o robots que tienen pinta de asesinar por las noches. Me sorprende que haya más de un puesto enfocado a robots con formas animales, algunos de estos son de tamaño realista o que intentan imitar la apariencia de uno y otros son robots antropomórficos que han de tener más peluche que cables y metal, incluso en uno de estos me dejan tocarlo a cambio de mostrar una función de un ciborg, que en este caso es encender la televisión que tienen y cambiar los canales a voluntad.
Los puestos de gente como yo y como Satoru son menos de lo que imaginaba, de cada sección de 50 solo tres puestos consigo hablar con tres ciborgs de las tres secciones que hay, y uno es el que el Señor Akiro prometió invitar a este lugar, Masato Tanaka, un joven de cabello negro debajo de su cabello pelirrojo y que de ciborg no le encuentro mucho, de la cadera para abajo se ve que tiene partes robóticas y uno de sus brazos ha sido cambiado por uno de metal con varios gadgets que algunos llegan a ser demasiado, lo demás es muy ordinario o son accesorios de buena calidad y tan sofisticados que no han llegado a Europa o América, sus gafas capaces de proyectar imágenes en el cristal y sus brazaletes capaces de reproducir videos en alta definición quedarían agotados el mismo día de preventa.
Con las altas expectativas que tiene el Señor Misaki de él esperaba que fuera brillante y una conversación con él sería muy buena, pero es todo lo contrario. La conversación es demasiado superficial para mi gusto, todo es acerca de las ventajas de ser un ciborg, de cómo cambia tu vida y te hace "mejor" a los demás. No me queda más remedio que seguirle el cuento y ser superficial, sin tocar en ningún momento el impacto más allá de las ventajas o la parte robótica, quería hablar con él para que me diera una perspectiva nueva y resultó ser demasiado falso. Me despido y decido dar otra vuelta en lo que se abre el lugar, aún falta media hora. Pensándolo bien, nuestro puesto es más grande por una buena razón, los demás androides les faltan algo y Hanko han creado a dos androides completos, los demás son igual de planos y sin emociones o tienen emociones viéndose como muñecos tamaño humano, estos últimos me caen muy bien y sus creadores me dejan hablar con ellos, dicen que están hechos para aprender por sí solos y es bueno que alguien que no sea un ingeniero o trabaje en una empresa de robótica interactúe para introducirlos al mundo real. Consigo el contacto de dos androides con aspecto de muñecos de plástico, y Satoru también los consigue, Cuando le digo me dice que le pase los contactos mientras él trabaja, primero le conté a los androides sobre Satoru y lo genial que es. También compré un pequeño robot que tiene dos formas, en una es un prisma rectangular de metal y la otra es de un robot pequeño con ojos amarillos; Y como no tengo bolsillos en donde guardarlo, lo guardo en un espacio que tengo en mi abdomen y sirve de ventilación.
La cereza del pastel es ver a un chico blanco, delgado y alto de cabello castaño y corto, está tan impresionado como si estuviera en un sueño, en su gafete viene puesto únicamente "Invitado". Casi se desmaya de la impresión al verme, ¿Y quién no? Soy el único cyborg que casi es una máquina entera en todo este edificio. Después de quedar embobado me saluda como cualquiera lo haría con una celebridad.
— ¡Oh, por dios, eres un cyborg! … digo, Soy Benis Ducket… perdón, Denis Bucket. Vine aquí para ver androides y cyborg. Descuida, no voy a decir nada, no soy una mala persona para hacerlo, tengo un amigo androide y tampoco le haría eso, digo, eso es muy malo, sería como decirle los secretos de mis amigos a sus padres sabiendo que eso puede arruinar a su familia, sería terrible y los estaría traicionando porque…
— Okey, creo que estás yendo un poquito rápido —lo detengo por no poder comprender la mitad de lo que dice, las pocas palabras que me llaman la atención es su nombre y “amigo androide”, me sorprende más la cantidad de aire en sus pulmones para poder decir más de treinta palabras sin detenerse a respirar—. Soy Ciborg E01, hace un mes que soy uno, una muy larga historia, tuve un accidente, un conocido trabajaba en la construcción de androides y al despertar ya era un ciborg.