El edificio sigue cerrado y no hay manera de entrar, solo quedan los ductos y no puedo entrar, pero Terry sí podría y lo hace, es muy delgado. Grace le envía una copia de los planos de la ventilación y Terry va siendo guiado por ella, tomamos las gafas del señor Redfield, Lewis jura que tiene dos, pero lo dudo. Yo, mientras tanto, me quedo esperando en la entrada trasera, escondido detrás de un camión estacionado que ha de llevar todos sus recursos, el lugar tiene esa vibra de estar abandonado, por dentro no se puede escuchar nada de nada siendo que ahí hacen demasiadas cosas, unas cuantas muy ilegales. Me quedo viendo el letrero del camión, agradecería poder entender la mayoría de idiomas o no entendería la mitad de lo que dice, son palabras en inglés muy poco usadas. Me aterrorizo al escuchar un fuerte golpe en la puerta de atrás, cambiando a felicidad al ver que Terry ha tacleado la puerta y tendrá una lesión que debe curarse, es muy posible que se haya lastimado.
— Están ocupados, no nos notarán —es razón para preocuparse o alegrarse.
Entramos al edificio y si daba miedo por fuera, por dentro tiene un estilo de casa embrujada, los empresarios y empleados serían los fantasmas, el recepcionista lo veo como Largo de los Locos Adams y a Kennet Mayson como Mr. Jingles recolectando androides en lugar de orejas. Terry me presta un par extra de gafas que iluminan la visión, las paredes negras y azul marino son una pésima idea y más si no va a poner suficientes lámparas y ventanas.
Terry lo tiene todo, es el único que puede ver en la oscuridad por sus lentes de visión nocturna, como mis ojos solo tienen un pequeño implante para que mis ojos se iluminen con los comandos no puedo ver en la oscuridad o tengo visión calorífica. Él me indica por dónde ir, compara este lugar con un laberinto, podría decirlo si tan solo tuviera esos lentes, a los diez minutos creo que estamos dando vueltas por el mismo lugar esperando llegar el primer lugar que no sean oficinas o almacenes nada interesantes, Grace no sabe exactamente la distribución que hay en este lugar, solo tiene simples planos, no han de estar actualizados para darle ventaja a Kennet y en caso de un ataque como el que hacemos justo ahora.
No sé qué se supone que vamos a encontrar, ya sé que es rescatar a Satoru, o lo que quede de este y no sea el caso, me refiero a quienes nos están esperando para matarnos. Llevamos más de 10 minutos y nadie se ha topado con nosotros, deben trabajar más de mil personas aquí, ya deberíamos ver a alguien o ser percibidos por una cámara de seguridad. Me da miedo el entrar en este lugar sin problemas, no se trata de un error, una empresa no mete la pata a ese nivel después de declararle la guerra a otra, deberían estar al pendiente o desarrollando un as bajo la manga, no dejando su edificio vacío y sin vigilar el edificio de Hanko.
Seguimos avanzando por los pasillos y un chirrido nos detiene, de un segundo a otro Terry desaparece y no lo vuelvo a escuchar, me veo obligado a ir a ciegas por los pasillos, sin saber que hay al frente de mí. Entro en un lugar muy extenso, no me he topado con una pared. Las luces se encienden y Satoru ha sido destruido, varias de sus piezas y su cabeza están repartidas por la mesa de metal.
“Llegamos tarde” le informo a Lewis
Me siento tan mal y quiero correr para llevarme lo que queda de él y protegerlo, tal vez en su cabeza pueda seguir su programación intacta, podríamos cambiarlo a otro androide cuando construyan otro. Antes de llegar a él, con un rostro triste y esperanzador, como si nos estuviera esperando, Mason me jala por la espalda. Lewis tenía razón, la mitad superior de su abdomen es de metal y tiene el cerebro a la vista, dejando ver que es como yo, sus ojos muertos me atemorizan, no hay nada detrás de ellos. No me aguanto y lo golpeo, no le tengo suficiente confianza, lo llevó a este lugar y por su culpa Satoru está muerto. Iniciamos un combate de película, esquivando nuestros movimientos sin poder darnos un rasguño, el primer y único golpe fue mi solo porque lo agarré desprevenido. Se podría decir que es una lucha entre dos inteligencias artificiales, claro que no somos nosotros por ser inicialmente humanos comunes y corrientes, todo esto, nuestra pelea se extiende por los reflejos que nos han instalado en nuestro cuerpo. Él representa a su propio padre y yo a los padres de mis amigos, no estoy involucrado como tal en su guerra constante, pero soy un aliado. Nos damos cuenta de lo inútil que es intentar hacernos daño, no es como que no llevemos diez minutos intentando acertar el golpe más simple. Nos vamos a tomar lo que hay alrededor para intentar aplastar al otro. Desconecto una computadora y se la lanzo sin piedad, pero la rompe con una silla que después me avienta, no me da y rodeamos sin parar la mesa de metal intentando pensar en una idea, ninguno se preparó para esto, más que nada improvisamos y me va mejor a mí que a él, todo es artillería pesada a excepción de las máquinas cerca de Satoru, eso sí, guardo su piel falsa en un lugar seguro en lo que Mason levanta un escritorio entero, que esquivo perfectamente, ya se quedó sin ideas, o eso creo hasta que me avienta el otro escritorio. Caigo al suelo, entre los destrozos distingo un cable todavía conectado a la corriente y salto con este para electrocutarlo, pero él tiene la misma idea y salimos volando al lado contrario, un escritorio amortigua mi caída. Mason no tiene tanta suerte, cae de espalda y de forma tan fuerte y ruidosa que rebota en el suelo. Quisiera asustarme, sé que no es tan bueno, pero sigue siendo un asesinato y no es en defensa propia.
Mason se levanta sin saber qué pasa, su nariz está sangrando y sus ojos han vuelto a la normalidad, puedo ver vida detrás de estos.