Cyborg 2.0

Lewis_8

6 meses después

He decidido mudarme de casa al otro lado del país, al instituto de artes de California. Quería quedarme aquí y seguir viendo a mi papá los fines de semana, pero después de romper con Grace y darme cuenta de lo mucho que me estoy perdiendo por quédame en Nueva York decidí que quería viajar, al terminar de una vez con el conflicto de mi papá y Kennet no tenía un propósito propio, necesitaba encontrar uno y no creo que allá pueda hacerlo limitado en ese lugar, quiero dejar esa vida en el pasado. Creo firmemente en poder iniciar desde 0, dejar el pasado atrás y ser un Lewis pleno y con un nuevo propósito más allá de defender a Hanko de empresas malvadas, quiero hacer una vida propia.

Me he mudado cerca de la costa de California y a dos cuadras de la playa, como no quiero depender de mi padre conseguí un trabajo en un pequeño restaurante y comparto la casa con José, un poeta con talento, nos llevamos muy bien y logramos coordinar bien en cuestión de días, soy el desordenado y con mi mitad de la sala de trabajo llena de pinturas y dibujos, mientras que la mitad de José está perfectamente organizada como solo un androide podría, pero él no es uno. Una semana antes de que inicien las clases, vienen esos tres para desearme suerte, se supone que ya iniciaron sus clases. Satoru llega al lado de Mason y Nathan llega por detrás, no es lo mismo hablar con ellos en el chat y videollamadas que en vivo. Satoru ya se tiñó las puntas del cabello de un rojo y Nathan se ha dejado crecer el cabello, Mason no ha cambiado mucho. Lo primero que hago es abrazarlos.

— Los extraño mucho.

— Nosotros también —responde Nathan—. Queríamos darte una sorpresa antes de que inicien tus clases.

— ¿Qué hay de ustedes? —les pregunto al no querer meterlos en problemas.

— Tuvimos un fin de semana libre, cerraron la universidad el viernes y sábado para una exposición de arte —Satoru me relaja haciéndome saber que no se arriesgaron por mí.

— ¿Quiénes son? —pregunta José desde el baño, puedo escuchar de fondo el sonido de la regadera.

— ¡Amigos de Nueva York, vinieron a visitarme!

Paso a los tres a mi habitación para hablar de lo que ha pasado en el mes que he llevado aquí, me mudé antes para poder acostumbrarme a este lugar cálido lo más rápido posible e iniciar bien, ningún libro o texto en mi cabeza me puede preparar para esto. Todo sigue exageradamente bien, no sé si nos acostumbramos a la desgracia o vivimos un cuento de hadas tal cual, Hanko ha iniciado con la creación de androides para familias millonarias en busca de un hijo y mi papá y el de Satoru les encanta diseñar al hijo o hija dependiendo de lo que las parejas buscan, la sexta generación es la primera que cobrará relevancia y cumplirá el propósito de nosotros, ser felices y hacer felices a los demás. Nathan irá de intercambio a su natal Marsella para visitar a su familia y conectar con sus amigos de la infancia, nos mantendrá al contacto y nos prometió enviarnos fotos de la torre Eiffel cuando tenga un viaje, como estudia relaciones internacionales cree que tendrá la oportunidad de moverse sin que lo haya investigado, pero si no sucede, y es probable, irá por su cuenta; Hanko se las arregló para que no noten que tiene un aparato instalado en su nuca al pasar por el detector de metales, con nosotros también y mi papá no se ha tomado el tiempo de explicarme cómo.

Satoru y Mason siguen igual de enamorados, son el uno para el otro y han mostrado un amor platónico, todavía siguen planeando cómo vivirán después de graduarse, quieren tener muchos hijos y un negocio para no depender de la riqueza de Kennet, ambos están de acuerdo en construir su vida desde 0 basado en puro esfuerzo. No puedo evitar emocionarme torpemente cuando mencionan a Grace, una parte de mí la sigue queriendo, pero sé y entiendo que ya no queremos ser novios, nuestra chispa se apagó sin que lo supiéramos, algunas veces pienso que solo estábamos juntos por el peligro que representaba Kennet. Ella ya está siendo entrenada por mi papá y Akiro para ver si puede ser una pasante cuando se le necesite, sigue siendo quién reemplace a mi papá cuando se jubile por el talento que tiene. Sí vuelvo algún día a Nueva York tendré que enfrentarla y por ahora no me gusta la idea, quiero poner las cosas en su lugar, pero no dudo en poder hablar con ella con normalidad sobre nosotros en un futuro.

Vamos a la playa donde jugamos y descubrimos que Mason y Satoru jamás en sus vidas habían estado en una, Nathan iba seguido a la playa y cuando fuimos a la exposición tuve el tiempo de viajar un poco a Venice en lo que los otros estaban en museos y atracciones que yo ya había visto, una ola estalló en mi cara y mi papá tuvo que traerme otro traje de baño, como era en marzo casi nadie se dio cuenta. Juegan como niños chapoteando y haciendo castillos de arena, Nathan y yo nos limitamos a reírnos y ver quién puede saltar las olas a tiempo. Disfrutamos tanto el día que al anochecer quiero rogar para que se queden en vez de irse, pero me limito a despedirme de ellos.

También tengo que ir a mi trabajo, para ser un sábado en la noche no hay mucha gente, está casi vacío a excepción de algunas mesas, quienes me llaman la atención son un grupo de tres chicos charlando sobre recuperar a sus otros dos amigos.

— Denis no sabe nada sobre Shane, no tiene una conexión —dice el de cabello oscuro y piel clara, tiene pinta de ser el líder.

— Debe de haber algún método, tal vez su batería se agotó —el chico asiático con movimientos toscos quiere convencerlo de que pueden salvar a ese tal Shane.



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En el texto hay: robots, cyborg, amor misterio

Editado: 14.02.2025

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