El gran día había llegado; la euforia de las especies en las calles es más que evidente, y los destellos del cielo junto a la luna parecen saber que CYDENT está de fiesta. El planeta tiene vida propia y se adapta a las emociones del momento, eso es un hecho, y se refleja en el esplendor de las plantas. Recibir a los nuevos Cydeanos es una tradición de gran honor y prestigio. Para ellos, representa un renacer, una nueva vida. Para nosotros, los jefes de especies, representan no solo más mano de obra, sino también ideas frescas, sin duda esenciales para el constante desarrollo de este planeta.
Como de costumbre en este tipo de eventos nacionales, el código de vestimenta es estricto. Mi atuendo es un elegante traje dorado claro, con accesorios de oro imperial, el más costoso de todo el planeta, por supuesto, aunque debo admitir que no necesito mucho para lucir bien. Cada líder tiene la responsabilidad de destacar a sus raises en su vestuario. Los demás, es decir, los miembros de las otras especies, deben presentarse con su mejor vestimenta, independientemente del color. Aunque es común que la mayoría opte por atuendos que reflejen sus respectivos orígenes, la disciplina aquí es de otro nivel.
En este planeta todo es evidente; cada especie posee un color que simboliza su esencia y ese color se refleja principalmente en el tono de su cabello, una señal de su linaje y poder. Los Durphus, con cabello dorado, irradiamos una energía majestuosa. Los Aichans, con su tono azul plata, parecen estar conectados con la serenidad de las noches estrelladas. Los ShiuHan, de cabello negro, tienen un aire misterioso que los distingue. Los Meltson, con sus cabelleras verdes, evocan la vitalidad de los bosques ancestrales. Los Hocolds, de cabelleras blancas, parecen encarnar la pureza misma. Los Qiguái, con sus vibrantes tonos rojos, reflejando su naturaleza indomable. Finalmente, los Muphyros, la única especie con diversidad de tonos, dependiendo de su origen. Sin embargo, ellos no asistirán al evento, ya que su jefe ha decretado que se mantengan al margen de toda actividad Cydeana. Por ahora.
—Deja de firmar papeles ya, ¡vámonos al evento! —dice XuHan entrando casi gritando a mi oficina—. Ya casi comienza y tenemos que asegurarnos de que todo esté perfecto.
—Sí, ya estoy listo. La próxima vez, modera tu tono, que esto no es un parque —respondo, levantando la vista. Tuve que alistarme aquí porque hay tantos proyectos que no tuve tiempo de ir a casa.
—Siempre de mal humor… qué desperdicio para esa carita tan bonita —bromea con una sonrisa—. JamePhu y Liam ya están en el lugar. Me escribieron que todo está perfecto, que solo faltas tú para revisar los detalles antes del evento.
—Perfecto, vámonos entonces —digo mientras organizo rápidamente los papeles en mi escritorio. Miro de reojo el atuendo de XuHan: un traje negro impecable y su cabello perfectamente peinado. Se ve radiante—. Te ves bien, hermano.
—Gracias, siempre me veo bien. Aunque tu belleza me molesta, así que no te diré lo mismo —responde entre risas.
Nos subimos a uno de mis vehículos de último modelo y nos dirigimos al evento.
Al llegar, todo parece perfecto: los enormes candelabros, la decoración exótica, un buffet especial, luces por todas partes, y una pista de baile de cristal. Cada mesa tiene un detalle único, con el símbolo de cada especie decorando el fondo del gran escenario. Es espectacular. Todo lo que planeé se ha materializado.
—¡Por fin llegaron! —escucho la voz de JamePhu detrás de mí. Me giro, sonrío y le digo:
—Todo está perfecto.
—Así es. Eres todo un maestro planeando eventos, y Liam no se queda atrás —dice JamePhu con una sonrisa. Veo a Liam al fondo hablando con el maestro de ceremonias, un ShiuHan, sobre el orden del evento. No puedo evitar sentirme orgulloso de cómo se está desenvolviendo esta noche.
Después de recorrer todo el lugar y asegurarme de que cada detalle esté en su sitio, doy la autorización para abrir las puertas justo a las 10:00 de la noche, la hora programada para el inicio. Afuera, una multitud de miembros de cada especie espera ansiosa. Comienzan a entrar y a tomar asiento en sus mesas asignadas después del llamado del maestro de ceremonias. Puedo ver su fascinación; todos lucen radiantes, resaltando el color de su especie con gran honor.
XuHan da el discurso de bienvenida. Sus palabras son contundentes y directas:
Buenas noches, Mi nombre es XuHan, jefe de los ShiuHan y mano izquierda de Laiot.
—bromea, insinuando que JamePhu es mi mano derecha—.
Es un honor ser el primero en darles la bienvenida. Como verán, CYDENT es una tierra de fantasía, y espero que se sientan afortunados de estar aquí. Los animo a cumplir con todas las normas con la mejor disposición y entusiasmo. Espero que se sientan orgullosos de formar parte de este lugar y que pongan todo su esfuerzo en su preparación y en cuidar de nuestro planeta.
Disfruten de esta maravillosa noche… ¡Y no se olviden de invitarme a bailar!
Después de XuHan, el jefe de los Aichans, Elfchan, toma la palabra con un discurso lleno de fuerza y motivación. Luego, Jaytson, jefe de los Meltson, habla sobre los recursos y cómo aprovecharlos al máximo. Gincolds, jefe de los Hocolds, se centra en la adaptación a las temperaturas mediante el control de las emociones. Por último, Shanghái, la jefa de los Qiguái, destaca la belleza de los bosques y los mares, y la importancia de usarlos de manera responsable. Finalmente, mi turno. Mi discurso fue el más largo. Comencé con una parte en voz en off, y al finalizar, salí de detrás del muro. Escaneé todo el lugar con la mirada, y por las expresiones en los rostros, supe que mis palabras habían tocado el corazón de cada miembro presente. Por un instante, mis ojos se encontraron con unos exquisitos ojos azules. Su mirada, tan profunda y atenta, me cautivó durante unos segundos que parecieron eternos.