D E S P E R T A R

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Fue obligada a salir del vehículo por un Trevor divertido, había tirado de ella para sacarla del asiento de copiloto. La chica dejó de poner resistencia cuando notó que pares de ojos se posaban en ellos. Desde siempre habría preferido pasar desapercibida, y aquello no sería la excepción, se volvió a acomodar la ropa y el cabello. Mordisqueaba su labio y respiraba irregularmente, ¿Se habrán dado cuenta de que ella no pertenecía a ese lugar? Escuchó un beep que provenía de la alarma del auto, buscó a Trevor quien la recibió con una amplia sonrisa.

 

— Sé que no debo darte un recorrido por las instalaciones. — La respiración de Arleth se detuvo.

 

— ¿Planeas dejarme sola?

 

— Bueno, no sabía que esa cápsula anulaba el instinto natural de querer ir a orinar. — Arleth se sonrojó. — No te voy a dejar sola. — Trevor le sonrió que Arleth sintió como sus manos comenzaban sudaban.

 

— Gracias...

 

— Espero que disfrutes de tu primer día, no sé tú, pero yo estoy bastante emocionado, podrás hacer amigos y esas cosas, hablar con alguien más que no sea yo, o tus padres. — Esa idea no le gustaba. Nadie mencionó el propósito de entablar nuevas relaciones, el plan era solo ir a la escuela con Trevor.

 

— ¿No podemos fingir que soy muda?

 

— Podemos fingir que eres extranjera.

 

— Pero todos saben inglés...

 

— En teoría... Leth, no te preocupes, todo estará bien y estaré contigo en tod-

 

— ¡Trev! — Una voz dulce interrumpió a lo lejos, Trevor se giró dejando de hablar. — Creí que llegarías más tarde. — Una chica alta se acercó a ambos, era delgada y tenía unos ojos marrones bastante grandes y brillantes, Arleth pudo notar unas cuantas pecas en su piel. — Lo siento, no te vi, hola, soy Olivia. — La chica se había plantado frente a Leth, con una sonrisa.

 

— Oliv, ella es Arleth. — Trevor señaló a su pequeña amiga, Arleth solo atino a ofrecer un ademán.

 

— Mucho gusto. — Olivia volvió a sonreír, parecía una chica bastante dulce y agradable. Sin más, la chica se dirigió a Trevor. — Kai preguntaba por ti.

 

— En un momento lo buscaré.

 

— Vale, ¿Nos vemos donde siempre?

 

— Seguro, ahí te veo. — Olivia se despidió dándole un beso en la mejilla al muchacho y una amplia sonrisa a Leth. Callado, Trevor permaneció en una ensoñación que dejó Olivia mientras la veía de espaldas avanzar hacia la entrada del instituto. Regresó su mirada a Leth y siguió—: Entonces, ¿Serás una extranjera muda o harás el intento de cruzar palabras con los demás?

 

— Ya se verá cuando sea el momento, de lo contrario eres un gran interprete. — Arleth comenzó a caminar, dejando a Trevor con una sonrisa.

 

Trevor alcanzó a su amiga en las escaleras para entrar al edificio, el instituto tenía pinta de castillo, esto según los estudiantes, tan solo era un gran plantel de arquitectura victoriana. Con un emblemático gran reloj en el centro. Arleth pudo notar diferencias, aunque el lugar parecía el mismo, seguían los árboles y el sendero desde la calle a la entrada del edificio, al entrar en él, notó que los mosaicos eran distintos, ella los recordaba de color negro y ahora lucían guindas, había máquinas de snacks en el lobby, butacas diferentes y alfombra en la gran escalera.

 

— ¿Los salones son los mismos?

 

— Si te refieres a la división de los edificios por años, sí.

 

— Entonces debemos dirigir al edificio este. — Arleth avanzó con más seguridad hasta que la voz de Trevor la detuvo.

 

— En realidad, debemos ir al norte.

 

— ¡Dijiste que nada había cambiado!

 

— ¡Yo que sé, solo he estudiado en este lugar por un año!

 

Con el ceño fruncido la chica miró a su amigo, deseo poder mostrarle la lengua, sin embargo, omitió aquella intención, los dos volvieron a caminar para dirigirse a las aulas, el edificio norte fue su edificio de segundo año, estaría en la clase tres, lo cual, en teoría significaba que su salón sería distinto o tal vez no.

 

Escuchar el ruido de las charlas de los adolescentes eran recordarle como era todo antes, ella volvía a caminar por esos pasillos, a su lado estaría Adam peleando con Tabata, Gwen iría mirando a la nada justo en frente, entonces, al subir las escaleras se encontraría con Jonathan, quién saludaría a sus amigos y se acercaría a ella para acompañarla a su salón, se despediría en la puerta y lo vería alejarse a lo largo del pasillo.



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En el texto hay: ciencia, romance, drama

Editado: 25.05.2020

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