D U P L U S

C U A T R O

VIERNES, 13 DE JULIO.

—¿Dices que después de meses, simplemente apareció y te invitó a almorzar? —cuestiona Marco con expresión desconfiada.

—Así tal cual. Incluso llamó a mi celular. Y ni siquiera recuerdo haberle dado mi número. Es Genial, ¿no? ­­—le digo intentando ocultar mi emoción.

Estuve preocupado por Izzy todo este tiempo. No pude encontrarla en redes sociales y tampoco volví a verla en el autobús, en el que por cierto viajé durante dos semanas hacia mi trabajo con la esperanza de cruzarme con ella.

—Yo no diría precisamente “genial” ­—responde soltando el volante y haciendo comillas con sus manos— Creo más bien que es bastante extraño. No sé, desaparecer así de fácil en estos tiempos no es muy común.

—Ella no es cualquier chica. Ya te he dicho que es bastante reservada.

—Si Adam. La conoces tan bien. —suelta de forma sarcástica mi amigo cuando finalmente llegamos a ECOnstrution— Igual ten cuidado. Me avisas si te vas conmigo en la noche, yo almorzaré con Pam.

—De acuerdo. Me declaro advertido —le tranquilizo mientras bajamos del auto— Hablamos al rato.

No es la primera vez que Marco se pone paranoico con mis relaciones (si es que a esto le puedo llamar así), y sé que es normal conociendo mi historial romántico. Pero siento que la conexión con Izzy es diferente, no conozco mucho de ella, pero espero tener tiempo de aclarar cada duda.

Pasé la mañana sumergido entre contratos y llamadas, así que al recibir el mensaje de Izzy diciéndome que ya está donde acordamos encontrarnos, me doy cuenta que el tiempo pasó volando.

—¿Llevas mucho esperando? —pregunto luego de saludarla con un beso en la mejilla— estuve un poco distraído y no me fijé en la hora.

—Unos cuantos minutos. No podía creer que lo habías olvidado y por eso te escribí. Vamos que pronto acabará tu tiempo de almorzar —dice mientras tira de mí y empieza a andar.

Terminamos yendo a un local de comida rápida. Y luego de un par de mordiscos a mi hamburguesa, y unas cuantas preguntas triviales, decido ir por lo que realmente quería saber.

—¿Por qué despareciste de ese modo?

—No desaparecí Adam. Solo me fui por un tiempo.

—Ok. Entonces ¿Por qué no me hablaste en todo este tiempo?

—Ya te dije que no me gustan los cuestionarios.

—No es un cuestionario Izzy, simplemente tengo curiosidad, estuve intentando contactarte y no hubo manera.

—¿Y has pensado que quizá fue así porque no quería que lo hicieras?

—Tal vez. Pero no quería sacar conclusiones apresuradas así que decidí preguntarte directamente.

—Adam no te lo tomes personal. Tú me agradas mucho, pero hay cosas de las que simplemente no hablo con todo el mundo. Tuve asuntos que resolver fuera de la ciudad y no podía comunicarme con nadie— responde finalmente. Y aunque no es mucha información, su expresión indica que no va a revelar nada más.

Decido no insistir con el tema. En realidad apenas nos conocemos y es normal que quiera mantener sus reservas, así que dejo de lado las preguntas y le cuento sobre mí, quizá de ese modo ella decida abrirse un poco más conmigo, lo cual parece funcionar, pues la tensión que hubo minutos atrás desaparece.

Me retiro para ir al baño en medio de sus burlas sobre el tamaño de mi vejiga, y al volver la encuentro un poco inclinada hablando por teléfono, sé que es de mala educación espiar, pero la curiosidad me domina.

—No pienso volver ok. Eso no me ayuda, solo hace que duela más —le escucho decir con disgusto, luego de unos segundos continua—: Ya no me digas así, siento que he logrado más estando lejos de todo lo que me lastima. Hablamos después, estoy en medio de algo.

Veo que cuelga la llamada y espero unos segundos para acercarme de nuevo a la mesa.

—Resulta que no solo las mujeres van juntas al baño. Aquellos dos tenían una conversación muy entretenida en los urinarios, y mi vejiga no solo es pequeña, también es tímida —le digo en un intento de disimular mi culpa por haberla espiado. Sin embargo, parece que ella ni siquiera noto mi presencia —¡Ey! ¿Todo bien? —pregunto cuando noto que una lagrima recorrió su mejilla.

—Claro. Si, lo siento solo estaba distraída ¿Nos vamos? —me dice limpiando su rostro disimuladamente.

Tomo su mano y salimos del lugar. Ninguno dice nada sobre lo ocurrido mientras caminamos. Ella parece perdida en sus pensamientos y yo no paro de repetir mentalmente la conversación que escuché minutos atrás.



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En el texto hay: misterio, confusion, romance

Editado: 19.09.2018

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