Él, nació del demonio más bello y el ángel más malvado.
Su destino fue plagado de oscuridad, a pesar de estar rodeado de luz y su mayor lucha siempre fue lograr vivir.
Ella, nació de la maldad encarnada en un hombre y la ignorancia vestida de una bella mujer.
Su vida fue la de una princesa, hasta que su príncipe la abandonó y la bestia llegó a su vida disfrazado de una indefensa oveja.
Todo choca cuando sus mundos se cruzan y el pasado vuelve amenazando ser su peor enemigo.
Él busca la luz permanente de su vida, ella pretende ser esa luz, aunque juntos descubrirán que nada es para siempre.
— Tú la amas con la misma intensidad que yo la odio — le gritó ella muy enfurecida y dejándole ver su verdadero rostro.
Él la miró con tristeza y muy asustado por lo que escuchaba.
— ¿Y a mí? — preguntó él, rato después con su voz ahogada — ¿Me odias con esa misma intensidad?
Ambos se miraron y descubrieron que la mirada también hablaba.