La campana suena haciendo que todos entren al salón. Miro como se sienta en su lugar de siempre. No sé porque siento tanto enojo hacia ella.
—Hoy veremos un documental sobre la historia—digo irritado. Todos comienzan a quejarse, sin embargo pongo el estúpido documental. Tomo asiento una vez que este comienza.
Dejo que ellos vean el video, mientras yo me comunico telepáticamente con los demás. Primero Travon, después Stephan y por último Pam diciéndoles que Evelyn tiene algo que decirnos.
—Tenemos que estar en el refugio a las diecinueve horas.
—¿Porque no solo dices a las 7?—Pam me contesta, seguro rodando sus ojos.
—Ya lo he dicho, a las diecinueve horas, estás avisada.
El timbre me trae de regreso al salón, mis ojos inspeccionan a los humanos seguro que nadie se dio cuenta, me congelo en mi lugar al ver esos ojos almendrados enfocados en mí, la humana me mira con una ceja arqueada. Ignoro su mirada, me levanto de mi asiento y apago el televisor ahora mostrando los créditos.
—Eso ha sido todo por hoy, nos vemos la próxima clase—les informo a todos. Siento como alguien se para detrás de mí, no necesito voltear para saber que es ella.
—¿Se encuentra bien, profesor?—no puedo evitar ponerme tenso al escuchar su voz.
—¿Por que no lo estaría?—respondo con más brusquedad de la que pretendía.
—Se veía un tanto...
—¿Cansado?—termino por ella.
Justifico que haya tenido los ojos cerrados toda la clase con cansancio, aunque en realidad me quede así porque una parte de mí no se atreve a mirarla a los ojos.
—No, distante—me corrige.
—No tiene de que preocuparse. Ahora si me permite tengo que retirarme—noto que nos quedamos solos, lo cual es peligroso para mí, irónico, una humana resulto ser peligrosa para el demonio.
—¿Usted cree en algo?—me detengo en mi lugar.
—¿Disculpe?—me atrevo a mirarla.
—No tuve oportunidad de preguntarle la otra noche—dice intrigada por mi respuesta, su pregunta me tomó desprevenido.
—Para serle honesto yo creo que...—respiro hondo pensando en mi respuesta, por alguna razón no me apetece aparentar o mentir, no con ella.—Creer en algo, o en alguien, tan solo es la esperanza de querer algo mejor. Simboliza la ilusión de que podemos esperar por algo que anhelamos mucho o que deseamos—me mira impresionada por mi respuesta.—Por otra parte, sé que hay alguien que ve por todos, ya sea en el bien o en el mal—asiente lentamente meditando mis palabras.
—No espere esa respuesta—luce impresionada.
—¿Qué esperaba?—frunzo el ceño.
—Para serle honesta—usa el mismo tono que use yo. ¿Acaso esta arremedándome? Vaya, es atrevida la humana.—Me tomo por sorpresa que haya dicho que todo es una simple ilusión.
—Lamento si la decepcione con mi respuesta.
—No, al contrario, me ha asombrado su honestidad, y me hace cuestionarme cosas.
—¿Qué cosas?
—Para creer que solo es una ilusión suena demasiado convencido de que hay algo más que solo eso—una pequeña sonrisa retadora dibuja sus labios.
Una extraña sensación se asienta en mí pecho, y se expande por todo mi cuerpo. Reprimo las ganas de sonreír lo mejor que puedo, nos quedamos en silencio unos segundos, teniendo una batalla de miradas de la cual ninguno quiere perder. El recuerdo de verla en el pasillo aparece en mi cabeza, las palabras salen de mi boca antes de detenerlas.
—La he visto en el pasillo esta tarde—sus mejillas rápido se tornan a ese color familiar que ha tenido los últimos días.
—Sí, estaba hablando con su hermana del baile, será en unos días—habla nerviosa.
—Lo sé. Me han pedido asistir como chaperón.
—¿¡Vas a ir!?—grita impresionada e incrédula, cierra los ojos maldiciéndose a ella misma, mientras yo estoy que se me sale el maldito músculo del pecho de emoción, por primera vez me habla de tú, y encuentro que eso... me agrada. —Tengo que irme, seguramente mis amigas están buscándome—pasa a mí lado para poder salir.
—Dijiste que no aceptarías—suelto antes de que salga, se detiene en la puerta.
Espero que diga algo, pero como el idiota que soy, espero algo que no va a suceder, sale por la puerta sin decir más. Me quedo parado sin entender porque estoy tan molesto de que haya aceptado la invitación del humano idiota. ¿Por qué me afecta que no me responda? Debí dejarla sola cuando pude.
Trago saliva con dificultad, obligo a mi mismo a quedarme plantado en mi lugar.
No vayas.
No vayas
No vayas.
Salgo del salón buscándola, pero ya no esta. Miro como todos los alumnos caminan hacía la puerta listos para irse a sus casas.
Salgo del establecimiento yendo directo al refugio, todos ya están aquí reunidos, esperando a Evelyn. Subo a mi habitación para dejar mis cosas, Evelyn entra cuando bajo de nuevo. Todos la vemos en espera de eso tan importante que tiene que decirnos.