22.

Querida Amelia,

Estos días han sido caos. Lamento no haber podido escribirte o visitarte.

Unos amigos de mis Padres han regresado al vecindario como visita y con ellos han venido sus dos hijos. Uno de ellos es una niña de diez años que debo controlar para que no se meta en mi habitación a revolver todo. Su hermano mayor, de nuestra edad, está a cargo de la niña, pero le permite hacer lo que se le plazca, por lo que debo ser yo quien la controla. Decidí cerrar mi habitación con llave. No sé cuánto durará hasta que Madre afirme que es de mala educación. Yo afirmo que esta familia se cree libre de todo pecado por el dinero que guardan en el banco.

De todas formas, hasta que eso suceda, tengo un tiempo libre, ¿qué te parece si hoy nos encontramos?

Iris