Después de clases todo salgo junto a Raven al estacionamiento, y cuando estamos a unos pasos de llegar al auto de Raven me encuentro a Daimon junto con sus amigos hablando y cuando paso por sus lados todos quedan totalmente callados.
Nos montamos en el auto y suelto todo el aire que tenía reprimido para ser sincera no se imaginan el dolor horrible.
-¿estás bien?-pregunta Raven
A la cual yo asiento con la cabeza.
El camino a casa es un completo silencio pero no un silencio incomodo sino todo lo contrario.
Una vez llego a mi casa me adentro a mi casa.
-YA LLEGUE-le grito a mi madre.
Pero nadie responde y eso me da a entender que de seguro no está.
Tiro la mochila a un lado de la sala.
Subo las escalera y me adentro a mi cuarto me tiro a la cama, cierro los ojos y el sueño invade totalmente mi cuerpo.
Me relajo y me dejo llevar por los brazos de Morfeo.
Unos golpes en la puerta hacen que despierte de mi delicioso y relajado sueño, me levanto perezosamente de mi cama y cuando abro la puerta principal quedo totalmente sorprendida.
Frente a mí se encuentra un Daimon totalmente ebrio y con golpes en la cara.
-E.len.a-no puede ni hablar de lo ebrio que esta.
tomo su brazo y lo jalo dentro de la casa, lo siento en uno de los sofás y corro escaleras arriba por el botiquín, cuando lo encuentro bajo las escalera.
Me acurruco hasta quedar a su altura tomo un poco de algodón y lo sumerjo en alcohol y le paso el algodón por sus heridas, que consisten en una labio partido al igual que sus cejas y ni olvidar el morado que tiene en su pómulo derecho.
una vez que le limpio las heridas, ninguno sigue sin decir ni una palabra y eso hace mas incomodo todo.
-ya termine-digo levantándome.
Daimon se queda unos segundos viendo el piso fijamente sin decir nada.
-¿puedo quedarme?-pregunta.
DI QUE NO...Saca a ese hombre de tu vida Elena
-s.. Si-digo nerviosa.
-puedes quedarte en el sillón-digo y el solo asiente con la cabeza.
Apago la luz de la sala y subo escalera arriba dirigiéndome a mi cuarto me tumbo en mi cama, cierro los ojos tratando de poder conciliar el sueño pero es totalmente imposible.
Miro la hora en mi teléfono y esta marca las 10:30pm
Suelto un suspiro y cierro mis ojos.
Siento como mi colchón se hunde y rápidamente me doy la vuelta y me encuentro con esos hermosos ojos viéndome fijamente.
-¿estás en bóxer?-pregunto burlona y con la cara completamente roja.
Daimon suelta una carcajada.
-te quiero Elena-habla cerca de mis labios.
-duerme estas ebrio -digo con lágrimas en mis ojos.
Daimon me toma de la cintura al los segundos queda totalmente dormido y yo hago lo mismo.
.
.
Despierto por unas dulces caricias, abro mis ojos y me encuentro a Daimon viéndome fijamente y acariciando mi cabello.
-buenos días-dice con una sonrisa.
Rápidamente me separo de golpe y mi cara se pone totalmente roja.
Daimon suelta una risa pero luego hace una mueca y sostiene su cabeza.
Se levanta de mi cama y...
PERO QUE CUERPO.
sus brazos tatuados y anchos al igual que sus hombros, tiene un hermoso pecho bien trabajado.
-si quieres puedes tomarme una foto-me dice burlón a lo que yo me pongo totalmente roja de la vergüenza.
-mejor me voy no quiero que mi suegra me deje sin descendiente-dice.
A lo que yo suelto una gran carcajada.
Daimon me mira y sin pensarlo dos veces me toma de la cintura y me besa a lo que yo completamente feliz le correspondo.
-te quiero, aunque estaba ebrio lo recuerdo-dice rosando su nariz con la mía, mi cuerpo queda totalmente sorprendida.
Daimon se monta a la ventana de mi cuarto y vaja por esta.
YA QUE ESTÚPIDA NO LO PIERDAS.
Me asomo a la venta
-DAIMON-grito y este voltea y me ve.
-y..yo YO TAMBIÉN TE QUIERO-grito con lágrimas en los ojos.