Daimon

capítulo 23

 

El fuerte frió del invierno azota con fuerza mi cara haciendo que una corriente eléctrica recorra por completo mi cuerpo.

Camino a una cafetería al otro lado de la calle mientras seco mis las lágrimas.

Me siento en una de las mesas disponibles y espero que llegue alguien y tome mi orden.

-buenas noches señorita ¿que desea ordenar?-habla un chico castaño que a simple vista se nota que es Gay.

-un café-digo sin despegar la mirada de las servilletas que se encuentran sobre la mesa.

El chico se retira y las lágrimas regresan a mí.

Un sonido en la entrada de la puerta me avisa que a llegado alguien pero simplemente no volteo a ver.

-Elena-habla una voz masculina que lamentablemente conozco perfectamente.

-lárgate no te quiero ver-hablo con los dientes apretados.

-Elena-dice pero justo cuando va a dar un paso más hacia a mí.

-DIJE QUE TE FUERAS-grito parándome de mi lugar llamando la atención de todos en la cafetería.

Y sin darme cuenta Daimon me toma de la cintura y me monta en su hombro como un costal de papas.

-suéltame-golpeo su espalda con fuerza pero este parece que fueran cosquillas.

Una vez fuera de la cafetería coloca mis pies sobre el suelo.

-eres un imbécil-hablo con rabia.

-tienes que escucharme Elena-dice tomándome de las muñecas para que no me valla.

-¿y qué quieres que escuche?-pregunto a punto de quebrarme.

-ella me beso Elena-me dice viéndome a los ojos.

Y sin poder evitarlo me quiebro en mil pedazos.

-no quiero que me lastimes mas Daimon, as jugado conmigo-digo ya totalmente calmada.

-creo y es lo mejor de que nos tomemos un tiempo-digo mientras suelto un suspiro.

-no Elena no te vo...-no lo dejo terminar de hablar porque me suelto de su agarre.

-es hora de un tiempo Daimon -digo para darme la vuelta y marcharme pero por cada paso que doy siento mil lágrimas resbalándose.

Camino por las oscuras calles de la ciudad cuando un auto deportivo se estaciona a mi lado, tengo la esperanza de que sea el pero...

-¿te llevo Elena?-habla voz masculina de Jacod.

Miro por todos lados de la calle y asiento con la cabeza.

Me monto como copiloto y sin decir ni una sola palabra arranca.

-lamento lo que sucedió yo no debí llevarte yo...-no lo dejo terminar de hablar porque rápido lo interrumpo.

-no es tu culpa Jacod-digo mientras le sonrió lo cual parece más un mueca.

-es mi culpa por ser tan estúpida-digo mientras coloco mi cabeza en la ventanilla.

Jacod no dice ninguna palabra después de unos minutos llegamos a mi casa.

-gracias por todo-digo para abrir la puerta y justo cuando me voy a bajar Jacod toma mi mano.

-lo superaras -dice y mis ojos se llenan de lágrimas.

Asiento con mi cabeza y me bajo del auto camino a la puerta de mi casa, saco mis llaves y abro la puerta con mucho cuidado de no hacer ruido.

Subo las escaleras y cuando llego a mi cuarto abro la puerta camino al encendedor y justo cuando voy a prender la luz siento como alguien coloca algo en mi nariz impidiendo que mi respiración cada momento sea más complicada y todo se vuelve completamente oscuro.




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