Estan locos si pensaron que me iba a quedar en esa casa a esperar a que solucionen todo. Quiero ver a Sahani, quiero estar con ella, quiero que me perdone, quiero que me escuche, quiero a mi hermana conmigo.
Caminaba y caminaba, después de haber salido de aquel lugar que desconocía un poco ya que se encuentra en una zona que no había visitado antes, pero que si había escuchado en varias ocaciones hablar de él. Gracias al cielo pude salir a la carretera principal, la cual me deja en la entrada del pueblo Warh.
Caminaba decidida hacia la casa de la Tía Binda mientras escuchaba mis propios latidos, mis nervios aumentaban con cada paso que daba, mis manos empezaban a sudar y temblar. - "Por favor controlate" - Susurré para mí misma. Al ya encontrarme en mi destino, suelto un suspiro y me preparo mentalmente para lo que estoy a punto de hacer. Con un poco de cobardía pienso en que no debería estar allí, mi hermana querría que yo me quedara con el Señor Egmont, pero yo necesito estar con ella.
Decidida me acerco a la puerta príncipal, pero antes de ingresar determino hacerlo por el jardín e ingresar por el sótano. Al encontrarme frente a la vieja y raramente camuflada puerta, suelto un suspiro y lentamente empiezo a abrirla. Al tenerla un poco abierta se puede escuchar bajos susurros, pero no hay reflejos de luz; lo cual me hace detener rápidamente y me aterroriza el pensar lo que hay allí. Oscuridad total. Siento un escalofrío recorrer mi cuerpo lentamente y doy un paso hacia atrás. - No puedo hacerlo - Camino de nuevo hacia la puerta príncipal, tratando de controlar mis nervios y empiezo a caminar de un lado para otro. En estos momentos me encuentro desorientada, no puedo hacerlo y mi hermana se encuentra allí con esa bruja. - " Debo ir" - Me detengo un segundo y observo el jardín, y mis nervios no paran - ¿Porque no puedes hacerlo? - Me pregunto con mi vista aún perdida en aquel jardín - Sahani esta allí y necesita de ti. - De nuevo me dirijo hacia el jardín lentamente, me detengo unos pasos frente la puerta que dejé un poco abierta, otra vez sudan mis manos y empiezo a temblar. " Tu hermana te necesita " me digo mentalmente y mis ojos se cristalizan mientras muy paulativamente me acerco a aquel infierno. Siento como el aire me va haciendo falta con cada minuto que pasa. "Puedes hacerlo" Un paso más y siento mi cuerpo flotando, "Es por tu hermana" Un minuto más y veo mi vida en pedazos, " Debes superarlo" Debo enfrentarlo, esto debe acabar. La vida de mi hermana está en peligro y estoy a pocos metros de ella para ayudarla y esta agonía no me permite hacerlo. Mis ojos estan llenos de lágrimas y me encuentro en un estado de nervios incontrolable. Estoy en medio de la puerta con mi vista perdida en aquel oscuro lugar y a mi espalda esta aquel jardín que estaba disfrutando hace unas horas.
Las imágenes de cuánto disfruté ese jardín con mi hermana en aquellos días en los que solo gozábamos el momento. No habían peleas, no habían lágrimas, no habían gritos, no habían rabias. Esos momentos que pasabamos en familia, disfrutando de los triunfos, de cada uno, de las reuniones que compartíamos con nuestros amigos más cercanos, quienes realmente eran como nuestros hermanos. Ellos también son nuestra familia.
¿Desde cuando hay tanto dolor y rabia en la Tia Binda? núnca había visto esa parte ella. Y duele, duele ver como un ser tan querido y amado de tu familia, se consuma en medio del dolor y del sufrimiento. Pero duele más ser cómplice de su orgullo que no permite que su vida cambie para bien. Duele ver a tu familia siendo consumida por la oscuridad del dolor y de la envidia.
Con un nuedo en mi garganta, suelto un tembloroso suspiro y decidida doy un paso hacia aquella habitación consumida por mi mayor pesadilla. lentamente doy un paso más y me encuentro dentro del sótano. La poca iluminación del jardín que ingresa a la habitación solo impacta donde me encuentro en este momento. Recuerdo que es enorme aquel lugar, y también recuerdo cuan frío es al adentrarme un poco más. Estoy siendo consumida por una viva pesadilla, pero lo que me importa ahora, es encontrar a mi hermana y estar con ella.
Doy un paso más ya estando completamente en el oscuro sótano, un silencio ensordecedor consume la habitación. Y mis ansias de ver a mi hermana toma control en mi cuerpo, y estoy aun más adentro de la habitación. Siento mi cuerpo débil, mi vista es un poco nublada. Pero persisto en que debo ser fuerte y enfrentar ésta agonía, mi vista trata de encontrar alguna señal de que alguien se encuentra allí. Dirijo mi vista hacia la puerta del jardín, deseosa de que aquella escasa luz ilumine todo el lugar. Soltando otro suspiro de resignación, inclino un poco mi torzo hacia adelate y levemente puedo ver la sombre de una silla a unos metro más adentro del sótano de donde me encuentro. Con un poco más de "valentía" camino lentamente hacia donde visualicé aquella silla, y al encontrarme unos pasos cerca de ella, puedo notar que hay alguien sentado allí. Al parecer es un hombre y parece que se está muy mal. Su cuerpo se ve débil, su cabeza esta baja y mis nervios que no han parado en ningun momento, no me permiten distinguir aquel hombre.